Este viernes el parlamento francés aprobó una nueva regulación que impedirá el nepotismo en los funcionarios públicos.
La “Ley de Confianza en la vida pública” -que fue aprobada por 462 votos a favor, 74 en contra y 65 abstenciones– era una promesa de campaña del actual presidente del país galo, Emmanuel Macron.
De esta forma, funcionarios, ministros, diputados y otros cargos de representación popular no tendrán la opción de contar específicamente con los servicios de cónyuges, padres o hijos.
Aquellos miembros del aparato administrativo francés que cometan este nuevo delito, arriesgarán una pena de tres años de prisión y una multa de 45 mil euros. En algunos casos, incluso, podría implicar la devolución de los dineros pagados a ese familiar.
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Pero la nueva regulación, que todavía no entra en vigencia, enfrenta un serio obstáculo. Diputados del partido Los Republicanos, conocido por su vocación conservadora, irán directamente al Consejo Constitucional para que evalúe la nueva ley que, según los 60 diputados que presentaron la demanda, implica una "discriminación" a la hora de contratar asistentes.