La periodista de investigación Daphne Caruana Galizia murió este lunes a causa de la explosión de una bomba que había sido colocada en su auto.
Caruana Galizia, de 53 años, escribía un blog por demás popular donde denunciaba con sustento presuntos casos de corrupción que involucraban a políticos de todos los partidos.
“Hay criminales donde quiera que miremos. La situación es desesperante”, escribió en su último artículo, publicado horas antes de que la explosión terminara con su vida. Hacía dos semanas había denunciado amenazas de muerte ante la Policía.
La bomba estalló cuando la periodista se encontraba cerca del poblado de Bidnija, camino al norte de la isla del Mediterráneo.
El primer ministro maltés, Joseph Muscat, calificó el asesinato como un “ataque brutal contra la libertad de prensa” y anunció que el FBI colaborará con la Policía en la investigación. “No descansaré hasta que se haga justicia”, aseguró.
El mandatario reconoció que Caruana Galizia “era una dura crítica” de su gestión y su persona (lo había denunciado por distintos delitos), “pero nadie puede justificar este acto brutal de ninguna manera”, sostuvo.
“El único remedio para quien se sentía calumniado (por sus denuncias periodísticas) era a través de los tribunales”, aseguró.
De hecho, Muscat demandó a la periodista este año cuando leyó en el blog que se le adjudicaba a su esposa una empresa fantasma en Panamá que habría recibido grandes sumas de dinero provenientes de cuentas bancarias radicadas en Azerbaiyán.
La explosión hizo volar varios metros el Peugeot 108 que manejaba en las proximidades de su casa y propulsó los restos calcinados del vehículo hasta un campo cercano.
A principios de año, la revista estadounidense Politico situó a Caruana Galizia entre las "28 personalidades que hacen moverse a Europa", describiéndola como un "WikiLeaks entero en una sola mujer, que emprendió una cruzada contra la falta de transparencia y la corrupción en Malta".
