Una maniobra del Ministerio de De La Rosa impidió la estabilidad de los únicos médicos que hacían guardias pediátricas en el Hospital Santa Rosa. Impugnaron los concursos. Audio.
El Servicio de Pediatría del Hospital Santa Rosa de Chajarí se quedó SIN PEDIATRAS por una maniobra del Ministerio de Salud que impidió a los tres únicos profesionales que hacían guardias participar de un concurso para lograr su estabilidad laboral. Curiosamente, uno de ellos es el Jefe del Servicio que denunció a NOTICIAUNO la crisis que atraviesa el Hospital. Ahora les notificaron que no los dejaron concursar el cargo. Con asesoramiento legal, impugnaron la resolución que los dejó afuera.
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Tal como se venía advirtiendo a lo largo del año, el Hospital Santa Rosa de Chajarí finalmente se quedó sin pediatras para atender las guardias y los consultorios están colapsados.
El Santa Rosa es el centro de referencia de la zona y desde principios de mes no hay quien atienda las urgencias de niños ni embarazadas.
Las autoridades de la cartera sanitaria, sumidas en la más absoluta indiferencia, no sólo no dieron respuestas a los reclamos planteados hace años, sino que agravaron la crisis del servicio más sensible, mediante una oscura maniobra que ha sido impugnada por su ilegalidad: Vedaron el concurso para los únicos profesionales que están a cargo de Pediatría con una excusa que no aparece en ninguna norma legal de la Provincia. Les dijeron que siguen como suplentes, y le dieron el concurso a los médicos que habían renunciado al Hospital para que regresen, pero con cargos interinos, sin estabilidad.
Sin estabilidad, denunciar la crisis sanitaria los expone a mayores riesgos.
NOTICIAUNO dialogó con Amado Labriola, quien se venía desempeñando como jefe del Servicio de Pediatría en los últimos años. Trabaja en el hospital hace 25 años y hace 16 está adscripto al Servicio. Se presentó a un concurso anterior –hace cinco años- y a pesar de haber obtenido el segundo lugar en el orden de mérito, nunca fue nombrado.
Labriola es el médico que se atrevió a denunciar la situación que atravesaba el servicio a su cargo.
Desde hace seis meses, en Pediatría había sólo tres profesionales para atender las guardias, porque los otros dos habían renunciado, cansados de las promesas incumplidas del Ministerio de Salud.
Después de aquella denuncia, publicada por NOTICIAUNO, el ministro de Salud, Ariel De La Rosa, envió algunos emisarios para que hicieran más promesas. Pediatras de otros lugares que se sumarían al Servicio colapsado, nuevas ofertas para los profesionales que habían dejado el hospital para que regresaran, y acelerar los nombramientos que iban a resultar del concurso convocado a fin del año pasado.
Nada de eso se concretó.
Los pediatras nunca llegaron.
Los que renunciaron nunca volvieron.
Y el concurso concluyó -ahora- con una irregularidad que dejó afuera a los únicos pediatras que atendían el servicio.
“Directamente nos sacaron”, resumió Labriola.
“En diciembre de 2015 fuimos convocados a concursar los cargos de Jefe, Subjefe, y Médicos Asistentes del Servicio de Pediatría”, recordó.
En ese momento presentaron todas las carpetas y Labriola se presentó para concursar el cargo de Jefe del servicio de Pediatría “por los antecedentes que tenía” (y que en los hechos venía desempeñando).
Inclusive, “desde la misma Dirección del hospital le sugirieron presentarse porque por los antecedentes iba a ser el Jefe” del Servicio.
“Y ahora cuando aparecen los resultados (del concurso), directamente no aparecemos”, dijo.
Las autoridades de Salud argumentaron que no pudieron concursar “porque tendrían que tener la especialidad rendida en la provincia”.
Sin embargo “en ningún momento nos dijeron eso, ni cuando participé en el concurso anterior”, señaló.
De lo contrario, los tres profesionales que –además de sobrados antecedentes- trabajan en el Servicio hace años, habrían cumplido el supuesto requisito.
Labriola hizo su especialidad en Pediatría en Buenos Aires. Y los otros dos pediatras excluidos, la hicieron en Formosa y Rosario.
El concurso fue otorgado a “las dos médicas que hicieron la residencia en Concordia, que hace meses no asisten al Hospital porque renunciaron”, explicó.
“Pero por no tener los años de antigüedad necesarios, le otorgan un cargo interino durante un año y se vuelve a concursar”.
Por esta “extraña” situación, “los tres pediatras que estaban concurriendo al hospital, a quienes no dejaron concursar, los tres dejaron de hacer guardias”.
“En este momento el hospital está sin guardia, porque directamente a nosotros nos sacaron, no figuramos en ningún lado”, dijo Labriola.
El Ministerio de Salud les dijo que si quieren tienen “que seguir como suplentes”, pero los médicos quieren “la estabilidad laboral”. Para eso concursaron.
Labriola lleva trabajando en el Servicio 16 años y los otros dos pediatras once años.
“Esos médicos estudiaron en Corrientes, se recibieron de médicos y después hicieron la residencia en Formosa y Rosario”.
Labriola, que se recibió en la Universidad Nacional de La Plata, después hizo la residencia en el Hospital de Niños de Azul, Provincia de Buenos Aires, es además especialista en Medicina del Deporte. Obtuvo esta segunda especialidad en la Sociedad Argentina de Pediatría de Buenos Aires y actualmente está cursando el segundo año de Deportología de Adultos en la Universidad Nacional de La Plata.
Además -agregó- es médico adscripto al servicio de pediatría del hospital Santa Rosa “hace 16 años”.
Según la nota que recibieron los profesionales que se habían inscripto al concurso de diciembre de 2015, el argumento de la cartera de Salud es “ahora darle prioridad a la gente que hizo la residencia en Concordia”.
Para Labriola, eso “suena muy raro”.
Porque “en ningún momento antes de concursar nos dijeron esto”. “No nos equivocamos. No nos avisaron”, aclaró.
La propia Directora del hospital dijo estar “también sorprendida”.
“Nos dijeron que hay que ir a Paraná, rendir un examen, y a partir de allí podemos concursar como jefes. Sino no”, agregó.
El extraño argumento oficial les “llama la atención”. Porque no figura en ninguna normativa.
No saben “si fue para tratar de estimular a las médicas que habían renunciado, dándoles un cargo de jefa y subjefa del Servicio”.
“Es una hipótesis”, consideró.
La otra hipótesis suena a persecución.
Es que Labriola, en su carácter de Jefe del Servicio, vive respondiendo las consultas de medios de comunicación que están “permanentemente llamando” al hospital.
“Yo siempre digo la verdad: que no estamos bien, que se trabaja mal, y no estoy faltando a la verdad, es lo que la gente vive”, dijo Labriola.
Ahora, a partir de la nueva decisión del Ministerio de De La Rosa, no quedó un solo médico de guardia.
Labriola confirmó que “los pediatras de Chajarí ya no están haciendo guardias”.
“Esta es la gota que rebalsó el vaso”, dijo.
En Chajarí, la población está lógicamente en vilo. “Es terrible para la población que el hospital esté sin pediatras”, advirtió.
“La situación es lamentable, porque los pocos médicos generalistas que están haciendo guardia en el hospital, tienen que hacerse cargo y derivar ellos a los pacientes. Ya se derivaron varias cesáreas a Concordia porque no había pediatras que las recibieran”.
La política
Labriola está “cansado de remar”.
“Hace 16 años que vengo remando para que el servicio de pediatría cambie, pero siempre es lo mismo”.
Sorprende que el Ministerio de Salud se base en la carencia de pediatras para justificar la crisis que atraviesan los servicios de Pediatría, en este caso. Lo mismo sucede hace tres semanas en el Hospital Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay. El servicio está cerrado.
“Parece mentira que sigan pasando estas cosas. Es una burla para los que trabajamos”, se quejó Labriola, y recordó que “miles de navidades he pasado adentro del hospital, semana santa, año nuevo, y gratis, porque durante muchos años trabajé haciendo guardias gratis. En ese momento era el mejor del mundo porque trabajaba gratis y nadie te lo reconocía. Y hoy que te tienen que dar un cargo te dicen no, usted tiene que pasar por acá, hacer este papelito y recién ahí usted va a ser especialista”.
Cuando era el único pediatra que había en el hospital, Labriola estuvo “semanas enteras haciendo guardias solo. Después vinieron los otros dos pediatras, pero los primeros seis años estuvo solo y “le ponía el hombro” al Hospital.
“Esto duele, porque no estudian ni ven los antecedentes, van cambiando las autoridades y todos hacen lo mismo, quieren zafar, pasar el momento, te tiran un piropo y te dicen ya va a pasar, póngale fuerza. Pero la verdad es que te cansa física y mentalmente”.
Mientras la carencia de profesionales es el argumento del Ministerio para justificar la crisis, los médicos ven “que todos los días se nombran empleados nuevos que ganan mucho más que un médico”.
Por eso todos afirman que “la salud está muy mal manejada. Comparada con otras provincias, en Salud estamos muy bajo tierra”, señaló.
Los tres profesionales que fueron excluidos impugnaron el concurso y están dispuestos a luchar hasta las últimas consecuencias.
Mientras tanto, el pueblo de Chajarí está sin Pediatras. Se derivan las urgencias de niños y embarazadas a Concordia, que también es sinónimo de crisis sanitaria.
Mientras tanto, los médicos sienten que el Ministerio de Salud “premia al chanta”.
“El que no hace nada siempre termina premiado. El que pegó un cartel de política sale mejor premiado que el que se esfuerza y estudia permanentemente”, finalizó Labriola.
Fuente: Noticiauno
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