El gobernador Gustavo Bordet les pidió en varias oportunidades a sus funcionarios “que colaboren haciendo toda la economía y los ahorros necesarios para poner en equilibrio fiscal a la provincia”, pero evidentemente el pedido de “máximo esfuerzo” para cuidar los dineros públicos en un año que es particularmente difícil para todos los entrerrianos, no fue escuchado por todos.
Mejor dicho, no fue obedecido por todos.
Es el caso del Ministro de Salud Ariel De La Rosa que no tuvo el más mínimo recato y ubicó hace pocas horas a su mujer en un alto cargo jerárquico en una empresa del Estado.
En vez de escuchar la orden del gobernador de la Provincia, el titular de la cartera sanitaria prefirió seguir los pasos de su jefe político, el diputado provincial y titular de UPCN, José Allende, quien también hizo nombrar a su esposa Adriana Satler como funcionaria del Ministerio de Salud a los pocos días de comenzar la gestión. (Satler luego renunció al cargo, pero continuó como “funcionaria de facto”) (ver acá).
El ministro intentó que el privilegio concedido a su esposa no resultara tan evidente, seguramente para sortear cuestionamientos. Y en vez de darle algún contrato en su propio ministerio –como hizo con sus amigos funcionarios que hoy están siendo investigados por la Justicia-, supo mover los hilos para que a su esposa, Daniela Carla Tomé, la ubiquen en un lugar donde se guardan bajo siete llaves los nombres de empleados y funcionarios que ingresan con cada gestión de gobierno.
NOTICIAUNO pudo corroborar que desde el día 1º de junio (ayer), la esposa del Ministro de Salud Ariel De La Rosa, Daniela Carla Tomé, pasó a formar parte del selecto grupo de personas que tienen un cargo jerárquico en el Instituto Autárquico Provincial del Seguro de Entre Ríos (IAPSER), la empresa estatal que conduce Juan Domingo Orabona, ex secretario de Gobierno de la Municipalidad de Concordia.
Daniela Carla Tomé aterrizó este jueves en el Instituto con un cargo de Asesora del Área de Recursos Humanos, para el que no tuvo mayor trámite que realizar, y gozará de un sueldo de 50.000 pesos por mes.
La única actividad que registra en la AFIP Daniela Carla Tomé es la de prestar -llamativamente- “servicios relacionados con la SALUD humana”.
En la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER) tampoco tiene actividades vinculadas al cargo que le consiguió su esposo el Ministro, ya que figura inscripta en “Servicios de atención ambulatoria”. Es que Daniela Tomé es la “apoderada legal” de un servicio de emergencias médicas (AMBULANCIAS) que opera en la provincia.
Pero nada tienen que ver sus actividades declaradas en los organismos fiscales con su flamante cargo en el IAPSER.
Su reciente incorporación en el Instituto del Seguro es en el área de Recursos Humanos.
Servirse del Estado sin pudor en medio de una asfixia fenomenal de las cuentas públicas -asfixia que expuso al gobierno provincial a un conflicto salarial con los docentes sin precedentes desde el gobierno de Sergio Montiel- sigue siendo la consigna del Ministro, que intentó esconder los privilegios que sigue brindando para unos pocos la función pública, haciendo nombrar a sus familiares ya no en el Ministerio a su cargo, sino en organismos que no están directamente bajo su órbita.
Entran al Estado (a la administración central o a sus empresas) sin concurso, sin méritos que justifiquen las designaciones, sólo por los vínculos que ostentan con algún funcionario de turno.
Eso hizo De La Rosa con su mujer. Le garantizó trampolín mediante un “carguito” de alto rango, precisamente en uno de los organismos donde los salarios son verdaderamente exorbitantes. Y pasan bastante desapercibidos.
Daniela Carla Tomé es a partir del primer día de junio una privilegiada más que embolsará en un año más de medio millón de pesos en concepto de salario u honorarios.
El ministro de Salud De La Rosa no sólo desobedeció al gobernador cuando pidió austeridad y ejemplos, sino que le importó casi nada exponer otra vez al IAPSER a algún cuestionamiento público. Cabe recordar que esa empresa del Estado provincial está bajo la lupa de la justicia a partir del escándalo de las contrataciones con el gobierno de San Juan.
El descaro de algunos funcionarios en medio de una crisis social y económica que golpea con dureza a vastos sectores de la sociedad entrerriana, revela la sensación de poder e impunidad con la que se manejan, sustentada en los “fueros del silencio” que conceden quienes deberían alzar la voz y hacer cumplir las órdenes.
Fuente: Noticiauno