Las explicaciones brindadas por el secretario de Planeamiento de la municipalidad de Victoria, César Zuccotti, a las que accedió NOTICIAUNO, luego de admitir que tomaron la decisión de arrojar un tubo de gas de cloro al riacho de esa ciudad "basados en un antecedente de hace 22 años", lo que pudo haber causado la muerte de tres personas (dos menores de 5 y 10 años de edad y su padre), dejan al descubierto la desidia estatal y el total desconocimiento y desprecio por las normas más elementales de prevención que tienen los funcionarios del gabinete del intendente Domingo Maiocco (Cambiemos).
Zuccotti es el funcionario que hace poco tiempo en un supermercado y frente a todo el mundo golpeó y agredió verbalmente a un abogado local que lo había criticado en Facebook, hecho que quedó registrado por las cámaras de seguridad, a pesar de lo cual el intendente no le pidió la renuncia.
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En conferencia de prensa, Zucotti aseguró que decidieron arrojar el tubo altamente tóxico al río “basándose en un antecedente de hace 22 años” y responsabilizó a los niños intoxicados que “se acercaron al tubo y lo manipularon, sino no podrían haberse intoxicado”. Aún reconociendo que “la válvula de la garrafa estaba carcomida por la emanación del gas”, el funcionario descartó reclamos legales del municipio hacia la empresa proveedora “porque la municipalidad hace muchos años es clienta” de la firma y “porque todo se arregla hablando”. (Àudio al pie de nota)
Queda claro que no fue la actuación diligente del Estado –antes ni después del hecho- sino un milagro lo que evitó la tragedia.
Los niños y su padre pudieron haber muerto por la inhalación del cloro.
El municipio, que primero arrojó el tubo al río y ahora puso en marcha un procedimiento para extraerlo, no obró con la precaución que se espera de las autoridades.
No se respetaron las normas básicas ambientales de desecho de residuos peligrosos.
Tanto el deber del Estado municipal de proteger el medio ambiente y la salud de los habitantes y la prevención de cualquier daño, como principio rector de la gestión estatal en el manejo de las sustancias tóxicas, como el derecho de todos los victorienses a ser protegidos por el municipio, han sido violados con la decisión de arrojar el tubo de gas de cloro a las aguas del riacho Victoria, lo que debería motivar una urgente actuación de la justicia en defensa de los dos menores y de su padre, en resguardo además de todos los ciudadanos ante eventuales futuros incidentes.
La actitud de los funcionarios de la municipalidad de Victoria de relativizar los hechos y prácticamente culpar a las víctimas que resultaron hospitalizadas (entre ellas dos niños de 5 y 10 años) porque se acercaron a un lugar que no estaba vallado, ni señalizado y "manipularon probablemente el tubo de gas de cloro, sino no pasaba nada", generan perplejidad e indignación.
Zuccotti explicó a la prensa que la decisión de arrojar el tubo de gas de cloro al riacho Victoria “fue tomada en conjunto por todas las partes intervinientes” (Defensa Civil, Bomberos, personal de la Planta y el ingeniero Bardou).
“Me dijeron que no había otra alternativa, que había que hacer esto, que ya había un antecedente hace 22 años, entonces decidimos tirarlo” al río, se defendió.
“Lo que se estudió fue el lugar y decidimos que el lugar idóneo eran los galpones en inmediación de la arenera, entonces en la tarde del 1º de enero fuimos con el camión municipal, la máquina y todo el personal con máscaras protegiéndose, y lo tiraron al agua”, relató.
“Después vino la noticia de Prefectura que había aparecido la garrafa cerca de Puerto Viejo. Fui con Prefectura y efectivamente la garrafa estaba ahí, encajada en el barro, no hay más de 50 centímetros de profundidad, pero aparentemente no había más emanaciones de gas”, agregó.
Intentando relativizar el peligro derivado de la decisión de desechar el tubo en el río, Zuccotti comentó “yo fui sin máscaras ni nada, me acerqué lo más que pude, y esta mañana fue una comisión, que balizó el objeto”.
¿Por qué no se hizo antes?
“Lo revisaron y vieron que la válvula estaba toda carcomida por efecto del gas y del ácido y que ya estaba vacía”, dijo, reconociendo que el tubo emanó el gas potencialmente letal.
Las personas afectadas “son unos pescadores que están a 200 metros del artefacto este”, describió.
“Yo supongo que los chicos se acercaron, lo manipularon y lo tocaron, porque si no no hay otra forma de acceder, porque yo estuve a 8 metros sin máscara de gas en la planta (potabilizadora) y estaban todos los obreros trabajando con la máscara, así que..”, explicó, como dando a entender que si los niños no se hubieran acercado al tubo no habrían sufrido las consecuencias que terminaron en su hospitalización.
Por otra parte, el funcionario encargado de Planeamiento confirmó que hubo una cuarta víctima de la fuga de cloro en la Planta Potabilizadora: “El primer día de las emanaciones (31 de diciembre) había una agente municipal que estaba en la esquina de la Planta que también se vio afectada. Esa chica también fue internada y por suerte no tuvo ninguna controversia”, añadió.
En contradicción con la primera decisión que tomó el Municipio el día feriado (arrojar el tubo de gas al río), Zuccotti dijo que “ahora se está esperando un procedimiento para sacar el tubo del río”.
Consultado sobre si el municipio iniciará acciones legales contra la empresa proveedora de los tubos de gas de cloro, el funcionario respondió: “Yo creo que no estaba mal el tubo, no va a haber ningún reclamo legal porque la municipalidad es cliente de la empresa y nunca hubo inconvenientes, y ante una falla así yo creo que hablando se arreglan las cosas”.
Fuente: Noticiauno