Eduardo Miguel Antivero, el exconvicto acusado de asesinar el sábado pasado a un joven de 24 años en el barrio San Martín de Paraná, estaba gozando del beneficio de la libertad condicional al momento de cometer el crimen.
Antivero, de 33 años, estaba detenido en la Unidad Penal Nº1 de la capital entrerriana cumpliendo condena por tentativa de homicidio y ya había obtenido en otra oportunidad la libertad condicional.
Pero el Juzgado de Ejecución de Penas de Paraná lo había enviado nuevamente a prisión tras por cometer un nuevo hecho delictivo junto a su novia estando en libertad. Esa decisión fue revocada por la Cámara de Casación que el 7 de diciembre ordenó su inmediata libertad.
Un mes después, gozando de libertad condicional, asesinó a tiros a un joven de 24 años.
El hecho vuelve a poner bajo la lupa no solo la decisión judicial de dejar a un reo en libertad después de haber violado las condiciones de una salida condicional previa, sino el rol del Patronato de Liberados, organismo encargado de controlar a los presos que salen a la calle y que depende del Ministerio de Gobierno a cargo de Rosario Romero.
Cabe recordar que el descontrol en la salida de presos y la lamentable situación del Patronato de Liberados fue denunciada por NOTICIAUNO cuando Sebastián Wagner asesinó a Micaela García.
Wagner era también un preso que gozaba de libertad condicional y que como tal debía ser controlado por el Patronato de Liberados, por entonces bajo la órbita del exministro de Gobierno Mauro Urribarri.
El organismo encargado de controlar a los presos que salen en libertad, por decisión del exministro Mauro Urribarri está a cargo de Gisela Paola Wagner designada por Decreto Nº 315 del 29 de febrero de 2016.
La joven militante urribarrista, que sólo exhibe en su curriculum el logro de haber trabajado para la campaña del ministro Mauro Urribarri o haber integrado un Centro de Estudiantes, no registra antecedentes de haber ocupado ningún lugar preponderante que le permita exhibir una trayectoria a la altura de un cargo como para el que fue designada.
Desde las Unidades Penales afirman que “los recursos destinados al tratamiento de los internos se despilfarran cuando obtienen el beneficio de la libertad condicional porque “no hay asistencia tutelar”. Quienes conocen el sistema penitenciario, aseguran que “en la práctica el Patronato de Liberados no funciona”.
Quienes conocen a Gisela Wagner afirman que la joven militante K “carece del menor conocimiento sobre leyes”, “no tiene preparación ni antecedentes para el cargo que ocupa”.
Después del asesinato de Micaela, lejos de dotar al Patronato de los recursos profesionales y materiales adecuados para llevar adelante la función que tiene establecida por ley (controlar a todos los presos que están en las calles bajo un régimen de libertad condicional, o que tienen prisión domiciliaria, o que están con condenas en suspenso), Urribarri no tomó una sola medida para que el organismo funcione eficientemente.
Cuando asumió la nueva ministra de Gobierno, Rosario Romero, en reemplazo de Urribarri, dijo que uno de los temas que abordaría “con urgencia en el Ministerio” era el Patronato de Liberados de Entre Ríos.
Para la titular de la cartera política y de seguridad, esa era una cuestión “de gran porte institucional y que atraviesa la vida de las personas”.
“Si algo se puso en la agenda pública cuando ocurrió el caso Micaela es cómo funciona el sistema de ejecución penal en la provincia y qué cosas hay que mejorar”, admitió Romero, en línea con lo denunciado por NOTICIAUNO.
En ese marco, Romero prometió “fortalecer el Patronato de Liberados y darle otra impronta”.
A más dos meses de asumir Romero al frente del Ministerio de Gobierno, el Patronato de Liberados sigue estando a cargo de la joven militante urribarrista de nula experiencia en el tema, cuyo nombramiento –por Urribarri- fue una retribución de compromisos de campaña que la nueva ministra aún no resolvió como prometió.
Fuente: Noticiauno