Si algo le faltaba al radicalismo provincial para coronarse como furgón de cola de su socio, el PRO, era el duro golpe que el macrismo le asestó al comenzar el periodo legislativo, cuando las jefaturas de los bloques de Cambiemos en Diputados y en el Senado –en la cámara baja estuvo en manos de la UCR desde el 2015- les fueron arrebatadas por los macristas.
En la Cámara de Diputados la jugada fue peor aún: una correligionaria acordó con el Ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y se dio vuelta. La diputada María Alejandra Viola había comprometido su voto para la continuidad de Sergio Kneeteman, hombre de Atilio Benedetti, al frente del bloque, pero finalmente se quedó ella con la presidencia de la bancada opositora en la cámara baja, sumando el voto de otro radical, Alberto Rotman, opositor interno de Benedetti.
La movida significó un duro golpe a las aspiraciones políticas del actual diputado nacional de la UCR, que quiere disputar la gobernación de Entre Ríos en 2019.
El bloque de Cambiemos en el Senado también será presidido por un hombre del PRO: el senador de Gualeguay Francisco Morchio, vicepresidente del macrismo en Entre Ríos.
En el claro escenario de ruptura será el Congreso de la UCR, el próximo sábado, el que definirá cómo sigue la relación legislativa entre los socios de Cambiemos, algo que al PRO no parece desvelarlo en absoluto.
En las últimas horas, el ahora expresidente del bloque de diputados, Sergio Kneeteman, anunció que el Congreso definirá “el futuro de la relación” con sus socios del PRO.
En diálogo con Radio Total, Kneeteman afirmó que la UCR “aún no decidió si continuará como bloque de Cambiemos o si mocionará la conformación de un interbloque”, en el que el radicalismo y el PRO tengan autoridades distintas.
Fuente: Noticiauno
