En un comunicado enviado a los medios, la Mesa de Conducción de Cambiemos Paraná analizó el escenario político actual y los movimientos de quiebre entre dirigentes radicales y macristas que se están dando en ámbitos legislativos provinciales y municipales.
Tras el repaso de los planos nacionales, provinciales y departamentales, los dirigentes paranaenses rechazaron “cualquier fragmentación” de Cambiemos y expresaron que “esas divisiones no contribuyen a lo que la ciudadanía interpretó y la confianza depositada en el proceso iniciado en 2015”.
Sin embargo, la realidad contrasta claramente con la expresión de deseo de los dirigentes locales que ven un debilitamiento de la alianza, no sólo por mezquindades personales, sino además por el cuestionamiento de la sociedad ante la falta de respuestas en el plano económico que ponen en duda un triunfo en las elecciones del año próximo.
A la fractura del bloque de Cambiemos en Diputados hay que sumarle el arrebato de la presidencia del mismo en el Senado que quedó en manos del PRO. Así el radicalismo pierde fuerzas legislativas, y suma otro retroceso al ya expresado púbicamente sobre la falta de protagonismo en el gobierno nacional.
También en las ciudades más importantes de la provincia comienzan a gestarse divisiones. Los Concejos Deliberantes de Paraná y Concordia muestran fragmentación de los bloques y podrían sumarse a la brevedad otros municipios. Sobre todo, luego de la determinación del último Congreso de la UCR que avaló la ruptura del bloque en la cámara baja.
Este panorama preocupa a los dirigentes de Paraná, teniendo en cuenta que, lo que parecía un hecho (ganar las elecciones en 2019) parece desvanecerse, no tanto por una recuperación del peronismo, sino por deficiencias propias de Cambiemos.
Para la Mesa de Conducción departamental, “Cambiemos continúa teniendo la misma vigencia, en cuanto a postulados y objetivos, que los que se propusieron desde su gestación en 2015”.
El comunicado, intentó disimular un hecho consumado: “rechaza cualquier fragmentación que se pudiera estar impulsando en ámbitos legislativos, tanto a nivel provincial como a nivel municipal”.
“Esas divisiones no contribuyen a lo que la ciudadanía interpretó, especialmente desde el mandato otorgado y la confianza depositada en el proceso iniciado en 2015”, expresaron.
En otro párrafo cuestionaron las divisiones: “la creación de interbloques, lejos de sumar, debilita el crecimiento que debe darse de Cambiemos y de los propios partidos que integran el espacio”.
Finalmente, el comunicado expresa: “En octubre pasado la ciudadanía ratificó la confianza en esa unidad y proyectos impulsados por Cambiemos, por lo cual nadie puede arrogarse la posibilidad de desvirtuarla”.
En conclusión, el comunicado llegó tarde. Las fisuras son un hecho y expresan el comienzo de otras divisiones en Cambiemos.
La preocupación de los dirigentes es legítima, el 2019 se ve complicado, y el fantasma de la Alianza de 2001 parece no haber desaparecido.
Fuente: Noticiauno
