La utilización partidaria de la pobreza, que se hace más evidente cada vez que se acercan elecciones, es una muestra, la más repudiable, del alarmante nivel de degradación de la POLÍTICA.
La UTILIZACIÓN INDOLENTE DEL HAMBRE DE LOS MÁS PEQUEÑOS, detrás de conseguir un rédito para una gestión de gobierno, o personal o partidario, merece la más contundente CONDENADA SOCIAL. MORAL.
Eso es lo que sucede en Chajarí, donde, detrás de la orden de MENTIR PARA CUIDAR LA IMAGEN DE LA GESTIÓN MUNICIPAL del intendente Pedro Galimberti, quien además es presidente de la Unión Cívica Radical de Entre Ríos y pretende ser candidato a gobernador, sus funcionarios, laderos y hasta una diputada provincial, no dudaron en poner en marcha dispositivos de disciplinamiento y apriete –explícitos e implícitos- que GOLPEAN A LOS MÁS VULNERABLES y hasta se permitieron incluso RETRASAR UNA RACIÓN DE COMIDA destinada a niños que viven en situación de extrema pobreza y que tienen apenas entre 1 y 15 años de edad.
El hecho, que no es nuevo, reaparece con fuerza ahora, al compás de las apetencias electorales y al ritmo del deterioro social causado por la dramática situación económica que atraviesan las víctimas silenciosas para quienes la alegría nunca llegó.
“Quieren hacer campaña política con los nenes”. Esa frase, que dijo a NOTICIAUNO Sandra Acuñala, ahora exencargada del comedor comunitario de barrio Belén de Chajarí, que sigue luchando contra la desidia y el aparato municipal, es más que ELOCUENTE.
A Sandra la echaron funcionarios del intendente Galimberti por no prestarse al juego, y desde que la echaron, el comedor a donde asistían casi 50 chicos “dejó de funcionar”. Sin miramientos, fueron capaces de “retrasar la última merienda que se dio en el comedor y dejar a los chicos con dolor de panza por el hambre” para ponerle “palos en la rueda” como represalia por haber hablado.
Los hechos
Hace dos años, cuando se acercaron desde una parroquia preguntándole “si no quería darle de comer a unos chicos” Sandra se hizo cargo de cocinar en el comedor popular del barrio Belén que funciona en un salón que depende de la Municipalidad de Chajarí.
Pero la necesidad y la demanda de comida aumentaron en estos dos años, “este año fue el peor, ahora se ve realmente la situación económica”, dice Sandra, “los papás están sin trabajo, la mayoría son cosechadores y albañiles que hacen changas, con la preocupación, este es el peor año”, explicó.
Dado que “no tenía ayuda de la Municipalidad, llamé a Acción Social municipal (es la Secretaría de Inclusión y Ciudadanía de Chajarí, a cargo de la psicóloga Silvia Urruzola) y le pedí si podía venir a ver la cantidad de chicos que comían con la ayuda de una parroquia, para ver si ellos podían ayudarnos”, contó Sandra a NOTICIAUNO.
La funcionaria le respondió a Sandra que podían darles “solamente para la merienda” y les pidió una planilla con datos de los chicos “para mandar a Nación que enviaría ayuda” pero NUNCA CUMPLIERON. Unas pocas veces “la jefa de Acción Social” (Urruzola) acercó dos cajas de leche para alimentar a “45 chicos, a veces 48” toda una semana.
Tras reiterados reclamos y pedidos “después me trajeron para darles de comer, pero solo para el día sábado, porque –le dijeron- la municipalidad no puede hacerse cargo de los comedores”.
Hasta la semana pasada, Sandra aceptó callada esa ayuda, nunca la cuestionó, se las rebuscó con donaciones de vecinos y, recién el martes, cuando funcionarios del Municipio LE PIDIERON QUE DIGA QUE LAS DONACIONES ERAN DE LA MUNICIPALIDAD, fue superada por la indignación y se atrevió a contar la verdad.
“No querían que nombrara a la Municipalidad y que dijera que me traían más. Querían que dijera que todo lo que recibo es de la municipalidad y no es así porque son todas donaciones, no era de la Municipalidad”, denunció a NOTICIAUNO.
“Yo no voy a prestarme a este juego, no voy a mentir”, advirtió.
Es imposible darle de comer “a 48 niños y a varias mujeres embarazadas” con “SIETE MUSLOS DE POLLO”. La mayoría de los padres “están sin trabajo porque son cohechadores y albañiles que hacen changa”, explicó.
Esa era la ayuda municipal, que se cortó cuando la encargada del comedor relató la situación a un medio de prensa local.
Allí fue que la funcionaria municipal puso en marcha el operativo apriete. “A la señora de Acción Social le molestó que yo dijera que me mandaban siete muslos de pollo y dos kilos de fideos para 48 chicos. Jamás me mandaron pan para la merienda, jamás me mandó ni una harina para que les hiciera tortas fritas”.
Silvia Urruzola, funcionaria de Pedro Galimberti.
“El martes vino y me dijo que no quería que yo diera más de comer en el salón, que se iba a encargar la presidenta de la comisión (vecinal) con lo que ella le mandaba” del municipio, contó.
“No quería que yo fuera más al salón porque con la nota (periodística) quedaron mal”, reiteró Sandra a NOTICIAUNO.
Hace dos años, Silvia Urruzola “me pidió una planilla de los chicos, más de veinte veces. Yo se la entregué hasta con la firma de los papás, y no sé para qué me las pidió si me mandaba siete muslos de pollo y dos paquetes de fideos para 48 chicos” por semana, se preguntó.
“Eso no entendía yo, para qué me pedían la planilla para mandar a Nación si a mí me daban eso”.
“Solo me mandaban los sábados 7 pata muslos, dos kilos de fideos, tres zanahorias y dos kilos de cebollas”, detalló.
El operativo apriete no termina en la funcionaria del gabinete del intendente Pedro Galimberti. También fue parte, con sutileza, la diputada provincial oriunda de Chajarí, Gabriela Lena, que “una vez les dio para que compren un paquete de arroz” para alimentar a los 48 chicos que asisten al comedor.
Cuando el reclamo se hizo público, “la diputada Lena me dijo que no quería que dejara mal a la Muni”. “Y me advirtió que el intendente (Galimberti), se iba a enojar si se llegaba a enterar que yo dí esa nota”, dijo la mujer.
Diputada Gabriela Lena.
“Yo le dije que si venía el intendente yo iba a hablar con él y le iba a decir la realidad”, desafió Sandra, y agregó: “Yo les dije que no quería mezclar esto con la política, yo lo hago por los gurises, hay una situación económica tremenda acá en el barrio. No hay trabajo, la luz está carísima y los chicos comen solo al mediodía en el comedor, no tienen para comer a la noche. Se acuestan a dormir con el plato de comida que comen en la escuela, esa es la realidad”.
“Pero para ellos está todo bien. Pero ellos no ven la realidad, yo los he invitado muchas veces que ellos vengan y vean la realidad, pero nunca vinieron”, confió Sandra.
“También hay mamás embarazadas que viene a comer”, dijo.
El testimonio de Sandra
La indolencia
Como no pudieron callar a Sandra ni ocultar la tremenda realidad pese a que ya la habían echado, el operativo apriete siguió su curso, ahora, para obstaculizar la tarea solidaria.
Vale aclarar que la mujer, cuya hija menor tiene 13 años, está a cargo “criando dos nenitos, uno de siete y otro de tres años que es epiléptico”, y subsiste con “las dos asignaciones universales”.
Angustiada, Sandra relató que “el día que me echaron del comedor, ese mismo día, no le dieron nada de comer a los chicos”.
“Ahora quieren darle la merienda a los nenes a las siete y media de la tarde”, pero “antes de la merienda, la única comida que tienen es al mediodía en el comedor de la escuela, eso nomás comen, y vinieron descompuestos a mi casa”, señaló.
“Los chicos, que no entienden, me dijeron tía (así le dicen a Sandra después de estar dos años bajo su atención) el te estaba feo y la leche estaba fea. ¿Por qué son así, por qué son malos?, me preguntaban los chicos”.
“Les dieron la merienda tarde para ponerme a mí palos en la rueda, porque saben que (desde que la echaron del comedor) a las ocho están los nenes en mi casa esperando la cena. Le dan la merienda a las siete y media de la tarde (por orden municipal) pero los nenes tienen que tomar la merienda a las cinco de la tarde, no a las siete y media que comen la comida y se tienen que ir a dormir para ir a la escuela al otro día”.
La solidaridad a pesar de la municipalidad de Chajarí
“Los vecinos se dan cuenta que hacen política con la pobreza”, afirmó Sandra, y puso como ejemplo que “a la presidenta del barrio (la misma a que le encargaron ahora el comedor) le trajeron cosas para que arme los baños”. Sin embargo, dijeron que no había dinero para la comida de los chicos.
Hace una semana, el comedor funciona en la casa de Sandra. “Hice un lugarcito, los vecinos me prestan bancos, sillas, entre todos los vecinos colaboran y los chicos están comiendo en mi casa”.
“Ahora les estoy cocinando en mi casa con la ayuda de gente del barrio que trae donaciones”.
Sandra necesita “una mesa y unos bancos para que puedan comer todos juntos y no estar dándoles de a tandas”.
Sandra instaló el comedor en su casa
Ayuda de la Provincia
“No pedimos nunca ayuda a la provincia porque en la municipalidad nos decían que ellos iban a arreglar, que me quede tranquila que ellos iban a solucionar. Confié en ellos y como vi que no pasaba nada, ya hace dos años que estoy con los nenes, ahí fue que hablé, se enojaron y me sacaron”.
Finalmente, Sandra concluyó: “Quieren hacer campaña política con los nenes, pero le están haciendo mucho daño a los nenes. Para ellos está todo bien. Pero ellos no ven la realidad, yo los he invitado muchas veces que ellos vengan y vean la realidad, pero nunca vinieron. Les guste o no les guste les voy a seguir dando la comida a los nenes, en mi casa, como pueda. Y no voy a mentir, porque ellos no quieren que yo hable. Yo voy a decir lo que es. No querían que nombrara a la municipalidad y querían que dijera que me traían más. Querían que dijera que todo lo que recibo es de la municipalidad y no es así porque eran todas donaciones, no era de la municipalidad”.
Fuente: Noticiauno