El abogado Andrés Arias, como apoderado legal de Sociedad Anónima de Entre Ríos, firma los telegramas de despido que 50 trabajadores de El Diario de Paraná recibieron entre la tarde-noche de ayer jueves y este viernes por la mañana.
La medida, se indica, es “en virtud de la notoria falta de trabajo y el cierre de la planta impresora”. El Diario de Paraná no se imprime desde el día lunes de esta semana y no por acción de los trabajadores sino por decisión de la empresa.
Los empleados de El Diario se encontraban realizando medidas de fuerza desde hacía meses a raíz de la falta de pago de haberes –seis meses impagos-, la retención de aportes y el lamentable estado del espacio de trabajo.
En medio de negociaciones con referentes de otras empresas de medios –primero se dijo que había avances con José Luis Manzano, luego con El Litoral de Santa Fe personificado en la figura de Nahuel Caputo- SAER, a través de Arias, resolvió el despido de 50 empleados.
Los cesanteados representan casi el 50% de la planta total de la empresa y según supieron los trabajadores los telegramas tendrían aún más destinatarios.
De este modo, tras períodos de look out patronal, vaciamiento de los activos y desprestigio de una marca histórica, la firma a cargo del empresario urribarrista Ramiro Nieto y la familia del Ministro de Producción de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, avanzó en una medida más drástica de todas, dejando en la calle a 50 trabajadores y sin sustento a 50 familias.
Historia y desenlace
El Diario fue fundado el 15 de mayo de 1914, entre otros, por el dirigente radical Luis Lorenzo Etchevehere, bisabuelo del actual ministro de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere.
En la década de los ‘40 del siglo pasado, Arturo Julio Etchevehere –hijo de Luis Lorenzo– tomó el control del matutino y se transformó en el dueño y director hasta que en 1982 le entregó la dirección de El Diario, pero no el control de la empresa, a su hijo Luis Félix Etchevehere, el padre del ministro macrista. Cuando Arturo Julio Etchevehere murió, en 1994, El Diario fue heredado por sus tres hijos.
Luis Félix Etchevehere, apodado Zahorí, falleció en 2009 y al poco tiempo sus dos hermanos, Ivar Julio y Arturo Roosevelt, decidieron desprenderse de su participación accionaria. La firma que adquirió esas acciones fue NEA Capital Creativo, cuya cara visible en aquel momento fue el santafesino Walter Grenón, titular de la financiera Red Mutual, especializada en prestar dinero a tasas exorbitantes a los empleados públicos de varias provincias.
Grenón, de esa forma, se quedó con la mayoría de las acciones de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), el nombre de la empresa editora de El Diario. El paquete minoritario, en tanto, quedó en manos de los familiares directos de Luis Félix Etchevehere: su viuda Leonor María Magdalena Barbero Marcial, y sus hijos Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere.
Si bien Grenón fungió como el propietario mayoritario de El Diario, en Entre Ríos todos creen –y siguen creyendo– que el verdadero dueño es Sergio Urribarri, dos veces gobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados provincial.
Los contenidos de El Diario –un medio históricamente pluralista aunque con una clara línea editorial que podría definirse como liberal-conservadora– se transformaron radicalmente con la llegada de Grenón. El pluralismo desapareció y las páginas de El Diario se convirtieron en un pasquín partidario, en donde toda noticia contraria a los intereses del urribarrismo y del kirchnerismo fue censurada sin que a los comisarios políticos de turno, que poblaron la redacción del matutino mientras Urribarri fue gobernador, les temblara la mano.
Jamás en El Diario, subrayan los periodistas, hubo en democracia tanta censura como en los años de la administración de Urribarri y de su sombrío ministro de Comunicación, Pedro Báez.
Diferencias entre Grenón y Urribarri hicieron que el empresario santafesino se alejara de El Diario y desembarcara el rosarino Ramiro Nieto, empresario que hizo fama y dinero con la televisación de partidos de fútbol.
Nieto, sin embargo, muy pocas veces estuvo en El Diario y siempre se manejó a través de gerentes, pero en la actualidad ni aquél ni éstos aparecen por la empresa. El grupo accionista minoritario –el Grupo Etchevehere–, por su parte, nunca se hizo cargo de la crisis con el argumento de que “no podemos hacer nada porque somos minoría en el directorio”.
La empresa permaneció a la deriva durante meses, en claro lockout patronal. Eso hasta el día de hoy que la historia de la crisis, fundada con la participación central de Urribarri, Báez, Grenón, Nieto y la familia Etchevehere, encuentra su desenlace más dramático con el despido de 50 trabajadores que se traducen en 50 familias que en el actual escenario del país quedan a la intemperie. En ascuas.
Fuente: Entreriosahora