El intendente de Paraná, Sergio Varisco (Cambiemos), atraviesa una complicada situación judicial tras ser imputado (y probablemente procesado) en una causa que lo vincula (junto a otros funcionarios macristas) a una banda narco liderada por un activo militante y aportante económico de Cambiemos en las elecciones de 2015, Daniel “Tavi” Celis.
La gravedad institucional y política de este hecho llegó a los medios nacionales en los últimos días (a pesar de que por lo bajo, aunque lo nieguen, todos los dirigentes del macrismo sabían lo que estaba ocurriendo con la causa).
De hecho el intendente Varisco, ya imputado y a pocos días de declarar ante la justicia federal, fue recibido por el presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada “sin objeciones”, ni del presidente, ni del ministro del Interior, (el “entrerriano” que sigue de cerca lo que pasa en Paraná) Rogelio Frigerio, que cursó las invitaciones, y mucho menos de su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, (que estaba al tanto de la investigación).
Ahora, con el tema impuesto a nivel nacional (con cierta bonhomía de los medios afines), imposible de esconder, salió la ministra Bullrich (en nombre del gobierno de Mauricio Macri) a despegarse del intendente imputado y de sus funcionarios de Cambiemos, con una publicación en las redes sociales valorando en accionar judicial y tratando de “narcotraficantes” a los involucrados.
Bullrich escribió, tras las detenciones del concejal de Cambiemos, Pablo Hernández y de la funcionaria del mismo partido, Griselda Bordeira, y ante el próximo procesamiento del intendente Sergio Varisco, que “en nuestro Gobierno (Cambiemos) el que las hace, las paga, y los funcionarios que tengan cualquier tipo de contacto con el narcotráfico dejan de ser funcionarios para ser narcotraficantes”.
Nadie podría reprochar tamaña obviedad.
Lo que olvida, disimula o intenta esconder la funcionaria nacional es que la vinculación de Cambiemos con el jefe de la banda narco significó para Macri un cúmulo importante de votos en Entre Ríos, aportados por Varisco en su aplastante triunfo de 2015 en Paraná.
Si la intención fue intentar despegarse políticamente para no callar un escándalo que involucra a la fuerza gobernante, es entendible.
Pero no hacerse cargo de que gracias al aporte económico, logístico y militante de Daniel Celis en la campaña de Cambiemos lograron miles de votos en Paraná, que nutrieron su llegada al poder, reviste una hipocresía para resaltar.
“Sacarle la escalera” (como se dice en política) a Varisco, cuando por sus peldaños (financiados por el narcotráfico) subieron a las esferas más altas del poder, es un hecho comprobado por la propia justicia, que la ministra valoró.
Con fondos narcos financiaron la campaña de Cambiemos en Entre Ríos, pero ahora sus candidatos (que les aportaron votos a Nación) dejaron de ser partidarios para transformarse en “narcotraficantes”.
Los argumentos para defender los dichos de la ministra sobran: “ellos no sabían”; “no se puede respaldar el financiamiento de la política con dinero sucio”; “mirá si Macri iba a saber que a Varisco lo financiaba un narco”; etc.
Estamos de acuerdo.
Pero la verdad es la única realidad.
A Cambiemos en Entre Ríos, los votos, el aporte económico y la logística militante se los dio el jefe narco Daniel Celis, a través de su acuerdo político con Varisco (principal distrito que ganó Cambiemos), y en la misma boleta del presidente Mauricio Macri.
Fuente: Noticiauno