“Necesito trabajo”, “me gustaría laburar de lo que estudié y no puedo”, “el sueldo no me alcanza y necesito conseguir otro ingreso”, “faltan oportunidades en Paraná” son demandas permanentes que lamentablemente se repiten en las recorridas y charlas que tengo con vecinos todas las semanas.
Por otro lado, el comerciante, el industrial o el emprendedor también comentan sobre “la cantidad de trabas y obstáculos que debe enfrentar al momento de invertir”, “la enorme presión tributaria” o la “falta de incentivos para el que arriesga y pone capital”.
Lo cierto es que si queremos generar empleo genuino y de calidad, nuestra ciudad necesita cambiar su matriz económica. Para esto, hay que tomar la decisión política de implementar un plan de corto, mediano y largo plazo con medidas concretas que promuevan la inversión y la iniciativa privada.
Hace décadas que en Paraná la principal fuente de empleo es el Estado (nacional, provincial y municipal) junto con los distintos entes descentralizados y empresas estatales.
Estoy convencido que Paraná tiene todas las condiciones para potenciar su desarrollo económico y productivo, haciendo foco en 2 cuestiones: en primer lugar un plan inteligente que contemple nuestras capacidades y ventajas competitivas respecto de otras ciudades de la región y, en segundo lugar, lograr que esa planificación se convierta en política de estado para que se mantengan vigentes más allá del color del partido político de turno.
No estoy planteando nada que otros municipios o regiones del país no hayan puesto en práctica: ciudades que hoy disfrutan de los beneficios y resultados de trabajar saliendo de la improvisación y del cortoplacismo. No tengo dudas que Paraná puede ser una de esas ciudades si tomamos la decisión de poner en marcha tres industrias que, a mi entender, son motores indiscutibles para nuestro desarrollo: el turismo, la industria del conocimiento y la construcción sostenible.
¿Por qué estas tres industrias y no otras?
Por la misma razón que Messi juega al fútbol y no a otra disciplina: Paraná tiene las condiciones para tener éxito en el desarrollo de cada una de estas industrias por encima de otras, hay ventajas comparativas y criterios de oportunidad que posee nuestra ciudad y que no se están explotando.
Quiero justificar mi análisis profundizando con algunos argumentos que surgen como resultado de varios años de trabajo de mi equipo en la redacción y creación de un plan de gobierno moderno e innovador para Paraná.
1.- Industria del turismo.
El contexto económico nacional y la devaluación del peso han generado un notable crecimiento en el turismo interno: a los argentinos se les dificulta cada día más viajar al exterior y optan por conocer cada rincón de nuestro hermoso país. Esto, junto a otros factores, representa para nuestra ciudad la gran oportunidad de posicionarnos como un destino receptor de turistas nacionales.
Nuestra ciudad se encuentra a una distancia privilegiada de Córdoba, Rosario y Buenos Aires, los tres grandes conglomerados poblacionales que juntos representan el 80% de los turistas internos del país. Córdoba y Buenos Aires están entre 4 y 5 horas de distancia en auto, y a 2 horas en el caso de la ciudad santafesina. A eso se le suma la oportunidad de nuestra ubicación geográfica con respecto al corredor bioceánico entre Chile, Argentina y la República Oriental del Uruguay.
Otro de los factores positivos es la proximidad con la ciudad de Santa Fe, capital de su provincia. Y de la misma forma que Resistencia y Corrientes tienen políticas conjuntas de venta de sus ciudades como destinos compartidos, Paraná y Santa Fe pueden desarrollar la promoción conjunta pensando, además, en las ventajas competitivas propias de un área metropolitana de casi 1 millón de habitantes, en lo que respecta a servicios e infraestructura.
Además tiene un enorme capital natural vinculado a su belleza paisajística y la inmensidad del río y su costanera, atributos a potenciar, que nos permiten direccionar la oferta turística a propuestas relacionadas con la sostenibilidad y el ecoturismo, además de todos los emprendimientos vinculados a ello como la gastronomía y las actividades náuticas, por mencionar algunos.
Esto sin mencionar nuestro legado histórico (en especial nuestro rol como capital de la Confederación Argentina) como atributo de interés turístico y en términos de infraestructura, la potencialidad de explotación del Centro de Convenciones para el desarrollo de grandes eventos.
2.- Industria del conocimiento.
Otro motor transformador del desarrollo paranaense tiene que ser la economía del conocimiento; una industria que nos presenta un potencial y futuro como ninguna otra. Algunos ejemplos de esta industria son las empresas de software, de producción o postproducción audiovisual, de biotecnología, de servicios relacionados con la electrónica y las comunicaciones, la nanotecnología, entre otras.
Paraná puede asumir un rol estratégico en esta actividad porque ya cuenta con una capacidad instalada tanto de equipamiento técnico, como de universidades y de centros de investigación públicos y privados vinculados a la industria del conocimiento.
El desarrollo de este paradigma productivo permitirá que los jóvenes tengan oportunidades de trabajo genuino y de calidad, pero además habilita a que nuestro sector industrial, comercial y de servicios se potencie con los beneficios que produce el conocimiento científico y ello derive en innovaciones tecnológicas que incrementen el valor de la economía local.
Además, es posible favorecer la sinergia entre los distintos sectores vinculados a la industria del conocimiento, por ejemplo, conectando las necesidades de desarrollo del sector industrial con las empresas de software o las investigaciones de los laboratorios privados con la inteligencia comercial para el desarrollo de nuevos productos.
3.- La construcción sostenible.
Por último, el tercer motor del desarrollo se encuentra en la economía circular que se genera en torno a la actividad de la construcción sostenible, promoviendo el desarrollo del sector con una lógica de jerarquización del espacio público y los principios de sustentabilidad de la Agenda 2030, en armonía con el entorno natural.
Basta mirar a Santa Fe y el desarrollo de su Puerto para comprender lo que significan los beneficios y bondades de la industria de la construcción sostenible. Con planificación y con estándares vinculados a la sostenibilidad, esta actividad puede garantizar el empuje y puesta en marcha de una enorme cadena productiva con un veloz impacto sobre la economía local generando muchos puestos de trabajo.
Mi compromiso
Si potenciamos estos 3 motores de la economía de manera inteligente y planificada, podemos convertirnos en un centro neurálgico de actividad económica, que promueva el talento y la creatividad de nuestra gente, fomente la innovación, la generación de economías de escala y potencie nuestra productividad.
Mi compromiso y el de todo mi equipo es trabajar con determinación y decisión política para que estas 3 industrias sean impulsadas para generar esos puestos de trabajo y ese crecimiento económico que tanto necesitamos los vecinos de Paraná. Nuestro norte: reducir la carga impositiva, otorgar créditos, simplificar trámites y sobre todo enviar un claro mensaje de ayuda y colaboración al que decida apostar e invertir por nuestra ciudad.
* Emanuel Gainza - Dirigente Juntos por el Cambio Paraná
Fuente: NOTICIAUNO
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