La difusión de las cifras se interrumpieron a mediados de 2013, en consonancia con la decisión nacional.
La difusión de los datos de la Encuesta Permanente de Hogares, y su correlato con los índices de Pobreza e Indigencia, se interrumpieron a mediados de 2013.
En consonancia con esa decisión del gobierno nacional, Entre Ríos fue una de las provincias que dejó de medir la pobreza desde esa fecha.
De junio de ese año es el último dato oficial conocido sobre los niveles de pobreza e indigencia en la provincia.
De acuerdo a esa medición, la pobreza afectaba al 4% de los hogares en Paraná y al 3,7% de los hogares de Concordia.
Mientras que la indigencia azotaba al 1,3% de los hogares en ambos aglomerados.
Esas fueron las últimas cifras publicadas oficialmente.
Tal como afirma Cynthia Pok, ex directora de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, quien dejó ese cargo a principios de 2007 porque se negó a calcular la pobreza con una base de datos incierta, no difundir los indicadores sociales de pobreza e indigencia entre otros, constituyó “un atentado al derecho de información y a la democratización de esa información”.
Sólo algunas provincias, aquellas que no comulgaban políticamente con la Nación, se dignaron a respetar aquel derecho a la información.
Entre Ríos no fue de la partida.
Según la Dirección de Estadísticas y Censo de Entre Ríos, las condiciones socioeconómicas de la población continuaron midiéndose, pero esos datos no se hicieron públicos porque el Indec nunca validó su publicación.
Y con ello, nunca validó la posibilidad de conocer, debatir, diseñar e implementar las políticas públicas adecuadas.
Conocer los datos oficiales acerca de las condiciones de vida de la población será relevante porque, como señaló Agustín Salvia, coordinador e investigador del Programa del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, la falta de datos oficiales introdujo un debate político-mediático que ocultaba lo importante.
Es de esperar que, a partir de la decisión gubernamental de hacer públicos estos indicadores, el debate que nos ocupe como Nación no sea la veracidad de esos indicadores, sino el camino correcto para reducirlos.
Según el Indec de Macri, el punto de partida (que incluye ya la cuarta parte de su mandato presidencial), es doloroso:
Sobre la población total de los 31 aglomerados urbanos encuestados, que alcanza 27.201.000 de personas que viven en 8.772.000 hogares:
Se encuentran por debajo de la Línea de Pobreza 2.022.000 hogares, los que incluyen 8.772.000 personas.
En ese conjunto, 425.000 hogares se encuentran, a su vez, bajo la Línea de Indigencia, que incluyen a 1.705.000 personas indigentes.
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