“Desde el año pasado trabajamos con acciones vinculadas al agua potable. Una de las principales preocupaciones es la planta, la toma de agua y la red de distribución. Esta obra mejora el funcionamiento eléctrico de la toma y evita que Enersa aplique multas mensuales de 40 millones de pesos, porque excedemos los límites de la contratación”, explicó Romero.
La jefa comunal subrayó que el proyecto representa un ahorro significativo para las arcas municipales, dado que desde hace dos meses el municipio ya no paga dichas penalizaciones. “Genera un ahorro en el consumo eléctrico y ayuda a administrar mejor la toma de agua. Se inscribe en una de las obras necesarias del plan municipal de agua, con innovaciones y mejoras de la infraestructura de potabilización”, agregó.
El secretario de Planificación e Infraestructura, Eduardo Loréfice, precisó que se trata de una obra vinculada al plan de fortalecimiento del sistema de agua potable, específicamente en el área eléctrica.
“La toma de agua cuenta con un sistema de bombas para tomar el agua cruda del río, que después se conduce a las plantas de calle Echeverría y avenida Ramírez para su potabilización. Ese consumo permanente demanda un uso eléctrico muy importante y la falta de inversión había generado obsolescencias. Con esta obra instalamos nuevos sistemas de monitoreo que evitan salidas de servicio, permiten detectar roturas en forma inmediata y generan un importante ahorro energético”, sostuvo.
Por su parte, el secretario de Servicios Públicos, Julián Hirschfeld, remarcó el impacto de la obra en la modernización del sistema eléctrico. “Nos permite tener independencia, eficiencia energética y, sobre todas las cosas, un backup. Cuando falla algún sistema, la nueva obra permitirá reparar y mantener el suministro con otras celdas y transformadores, sin demorar la conexión del agua en los barrios”, explicó.