Tras dos años de lucha, falleció este domingo la joven de Urdinarrain, Ailén Ducret. Tenía 18 años. El sábado se descompuso y fue trasladada de urgencia al Hospital Sagrado Corazón de Jesús en la localidad de Basavilbaso, donde finalmente su vida se apagó.
A los 16 años le detectaron un tumor maligno. Estudiaba en el Colegio de Urdinarrain cuando su situación se complicó. Los vecinos acompañaron a la familia con diversos gestos de solidaridad. Hoy reclaman que se investiguen las causas de tantos casos de cáncer en jóvenes y niños y de “tantas muertes injustas” en la ciudad.
Según el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Urdinarrain es la tierra con mayor índice de glifosato del país y una de las contaminadas en el mundo. (VER ABAJO)
Los familiares de Ailén pidieron públicamente “investigar las causas de por qué hay tantos casos de cáncer”.
“El 15 de mayo de 2016 mi prima Ailén Rocío Ducret de 16 años se fracturó su fémur izquierdo. Realizando diferentes estudios detectaron un osteosarcoma (tumor) maligno. Luego de quimioterapia y una larga operación le colocaron una prótesis en su pierna para suplantar su fémur. Desgraciadamente, luego de esto no se pudo evitar una metástasis en los pulmones que a pesar del tratamiento no se pudo combatir”.
“Ella no ha sido la única y en estos últimos años nos enteramos de la muerte de muchos niños y adolescentes. El área de Entre Ríos es la más afectada. Era una chica sana como tantos otros y creo que habría que investigar las causas de por qué hay tantos casos de cáncer. Los agrotóxicos serían la principal causa de tantas muertes injustas”, expresó la prima en las redes sociales.
“En medio de tanto dolor necesito tomen conciencia y compartan esta publicación para que la lucha de Ailén no haya sido en vano. Basta de envenenarnos y que sea más fuerte la vida que el poder y el dinero. No a los agrotóxicos y que no siga habiendo más Personitas que sufran esta maldita enfermedad”, exigió.
Urdinarrain = GLIFOSATO
Según el Conicet, Urdinarrain es la tierra con mayor índice de glifosato del país y una de las contaminadas en el mundo.
Un estudio del Conicet publicado en la revista internacional Environmental Pollution reveló que el peligroso herbicida glifosato se acumula en los campos argentinos, sobre todo en Entre Ríos y más precisamente en Urdinarrain.
La investigación de la revista Environmental Pollution fue realizada por científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). En ella revelan que el herbicida glifosato no hace más que acumularse en los campos argentinos, principalmente en la provincia de Entre Ríos.
“Dada la enorme cantidad pulverizada y la afectación de los microorganismos encargados de su degradación, el producto no hace más que acumularse en las tierras con todo el riesgo tóxico que esto implica”, es lo que revela un artículo del periodista Patricio Eleisegui, autor del libro "Envenenados", quien accedió a esta nueva evidencia del enorme impacto ambiental del veneno creado por Monsanto, utilizado por el sector agropecuario argentino en cantidades alarmantes.
Recordemos que recientemente otro artículo había demostrado que además de afectar la biodiversidad del bosque nativo, el glifosato está generando su némesis: especies nativas resistentes al mismo herbicida.
La investigación citada señala entre sus resultados que “bajo las prácticas actuales, las tasas de aplicación son más altas que las tasas de disipación”. Para luego resaltar: “Por lo tanto, glifosato y AMPA -su metabolito- deben ser considerados pseudo persistentes”.
El estudio en cuestión, sujeto a muestras tomadas en 2015 de distintos lotes ubicados en el distrito de Urdinarrain, en la provincia de Entre Ríos, sostiene que la concentración de glifosato constatada en esa zona se encuentra entre las más altas a nivel mundial. El equipo de científicos también ubicó rastros del herbicida en aguas de superficie, aunque a niveles más bajos que los comprobados en el suelo.
Damián Marino es doctor en Química y uno de los especialistas del CONICET que coordinó la experiencia. Explicó que el monitoreo demuestra que “el glifosato no desaparece” en tanto “se vuelca en el ambiente más herbicida de lo que la naturaleza puede llegar a degradar”.
Esto último, la acumulación, también es consecuencia del amplio paquete de plaguicidas que pulverizan los productores más allá del citado glifosato. Marino lo explica con claridad: “Todo lo que se aplica en el campo no ha hecho más que degradar a los microorganismos que se podrían encargar de hacer desaparecer al glifosato. Hoy por hoy, estas opciones de degradación están tan afectadas que casi no operan. El sistema de producción rompió al sistema que limpia. Y continúa echando más glifosato que antes”.
Fuente: Noticiauno