Cada año hay, en promedio, 12 días de paro docente en la Argentina. Equivalen a más de dos semanas de clase. Hay casos que superan esa marca. Entre Ríos supera la media nacional y se encuentra entre los distritos con mayor cantidad de paros docentes en el país. El gremio docente más importante de la provincia (AGMER) determinó un paro de 72 horas en el inicio del ciclo lectivo 2020. Desde el regreso de la democracia, en Entre Ríos hubo 502 días de paros escolares, lo que representa a casi 3 años completos de ciclos lectivos.
La huelga es una de las maneras que tienen los trabajadores de hacer oír su voz para reclamar por sus condiciones de trabajo. En la educación, los paros docentes suelen implicar la reducción de jornada escolar o la suspensión de clases. Es importante aclarar que la huelga es un derecho constitucional (artículo 14 bis de la Constitución Nacional). Por otra parte, los paros docentes no constituyen el único factor por el cual los estudiantes pierden días de clase: dichos factores incluyen problemas edilicios, fallas en los servicios (agua, gas, electricidad), ausentismo de estudiantes, ausentismo docente y factores climáticos, entre otros.
Un estudio de Narodowski, Moschetti y Alegre (2016) advierte sobre la importancia de los paros docentes dentro del panorama general de la conflictividad laboral en Argentina, y señala que “las medidas políticas proclamadas en algún momento como ‘exitosas’ (aumento salarial, paritarias docentes nacionales, ley de 180 días de clase, ley de financiamiento educativo, etc.) no solamente se han mostrado insuficientes sino que ni siquiera han logrado morigerar el conflicto a lo largo del tiempo”. En el debate sobre paros docentes suele ponerse el acento en la pérdida de días de clase y su impacto en la calidad educativa, falta de continuidad en año escolar, y descenso de la imagen institucional en las escuelas donde estas medidas de fuerza ocurren. Jaume y Willén también encuentran un efecto negativo de las huelgas docentes en la oferta laboral de las madres de estudiantes de primaria, así como un aumento en la asistencia a colegios privados en niños con mayor exposición a huelgas docentes.
En este informe se presenta la cantidad de días de paro docente en el país en el nivel primario y en cada una de las provincias, entre 1983 y 2019. La información ha sido relevada a partir de la publicación de conflictos laborales que elabora la consultora Tendencias Económicas y Financieras.
Datos
En el período 1983-2019, la provincia con el promedio de paros docentes anuales más alto es Chubut (17 días), seguida de Santa Cruz y Neuquén (16 días cada una). Luego figuran Tucumán, Río Negro y Jujuy, con 15 días anuales, mientras que Chaco y Entre Ríos tuvieron un promedio de 14 días de paro por año en el período democrático. El promedio nacional es de 12 días de paro docente por año.
Los datos surgen del informe “Los paros docentes ¿afectan a todas las provincias por igual?”, del Observatorio Argentinos por la Educación, con autoría de David Jaume, economista e investigador del Banco de México. Allí se advierte que, mientras ciertas provincias muestran una alta conflictividad de manera persistente desde 1983, en otras jurisdicciones la cantidad de huelgas docentes ha sido mucho más baja.
Formosa y La Pampa son las provincias con menor conflictividad en los últimos 37 años: han tenido un promedio de 6 días de paro anuales desde 1983. Detrás, se ubican la Ciudad de Buenos Aires, Misiones y San Luis (con un promedio de 7 días de paro anuales), y Mendoza (8 días).
“Tras la vuelta de la democracia, el sistema educativo argentino se ha caracterizado por su elevado nivel de conflicto docente, con más de 3.000 paros nacionales y provinciales. Aunque ninguna provincia está exenta de esta problemática, los paros docentes no afectan a todas las provincias por igual”.
Entre otros indicadores, el documento analiza, para cada provincia, la cantidad de tiempo que cada camada de estudiantes de nivel primario estuvo expuesta a paros docentes desde 1983. Este cómputo se obtiene al sumar las huelgas de los años en que cada camada transitó sus 6 años de educación primaria. El resultado: en 15 provincias, al menos un cuarto de las camadas nacidas entre 1977 y 2008 estuvieron expuestas a por lo menos medio año de paros durante la primaria.
En este apartado se analiza, para cada provincia, la cantidad de días de paros a los que cada cohorte de estudiantes de nivel primario estuvo expuesta desde 1983. Este cómputo se obtiene al sumar las huelgas de los años en que cada cohorte debió transitar sus primeros 6 grados de educación primaria. Luego, se cuenta el número de cohortes expuestas a paros docentes por el equivalente de más de medio año escolar (90 días), y cuántas a más de un año (180 días), considerando el total de paros ocurridos durante su trayectoria escolar.
La situación más crítica se observa en Tucumán, donde 6 de las 32 cohortes nacidas entre 1977 y 2008 estuvieron expuestas a al menos un año de paros en el período 1983-2019. Aparecen luego Salta y Santa Fe, con 5 cohortes cada una, seguidas de Entre Ríos, La Rioja y Santa Cruz (4 cohortes). Luego figuran Chubut (2 cohortes), y por último Tierra del Fuego y Santiago del Estero (1 cohorte).
Los mejores indicadores relativos corresponden a La Pampa y Formosa, donde ninguna cohorte de estudiantes de primaria llegó a estar expuesta a medio año de paros durante los primeros 6 años de su educación primaria. Los peores indicadores se observan en Neuquén, 20 cohortes, o Río Negro, 18 cohortes, expuestas a por lo menos medio año de paros acumulados durante su recorrido escolar.
“Estos datos confirman que tenemos un país que no puede cumplir con sus obligaciones educativas. El derecho de los niños y niñas a asistir a clases no solo se ve afectado por las características propias de las familias, su entorno, las situaciones edilicias de las escuelas o las condiciones climáticas en las que desarrollan sus actividades, sino que es el propio Estado el que no puede asegurar las condiciones mínimas para que el hecho educativo ocurra”, advierte Gustavo Zorzoli, director de la Escuela de Formación Olímpica.
Formosa y La Pampa son las provincias con menor conflictividad en los últimos 37 años: han tenido un promedio de 6 días de paro anuales desde 1983. En estas dos provincias, ninguna cohorte de estudiantes de primaria nacida entre 1977 y 2008 llegó a estar expuesta a medio año de paros docentes durante toda su trayectoria escolar.
Fuente: NOTICIAUNO