Los datos del INDEC muestran un repunte de la construcción (en lo que va del año, acumula un incremento del 7,1%, según el organismo), sin embargo, los principales actores del rubro en la provincia advirtieron que “Entre Ríos no tiene indicadores tan optimistas”.
El presidente de la Delegación Entre Ríos de la Cámara Argentina de la Construcción, Miguel Marizza se refirió también al informe de coyuntura que dio a conocer a fines de julio el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), en el que se afirma que el sector muestra signos de recuperación.
Marizza sostuvo que “los indicadores muestran un crecimiento de la construcción a nivel global”, pero al desglosar los datos por regiones se observa que sólo “en Capital Federal, Buenos Aires, bastante en Santa Fe y algo en Córdoba se está produciendo mayor movimiento”, detalló, y advirtió que “el resto del país está en un estado equilibrado o para abajo”.
El presidente de la Cámara de la Construcción señaló que algo similar sucede con el empleo que, “si bien aumentó un porcentaje considerable, sólo se hace visible en empresas de más de 500 operarios, con lo cual evidentemente el crecimiento se da en la inversión de grandes obras y no en pequeñas empresas”, dijo, en declaraciones al sitio Dos Florines. Luego agregó que el empleo en la provincia se está manteniendo con las obras que se están terminando: “son pocas las obras nuevas que hay y esto es lo que despierta la preocupación en la Cámara, porque no vemos un 2017 con crecimiento sino más bien en retroceso, tanto en obras como de captación de mano de obra”, alertó.
Desde la Cámara de la Construcción diferencian el crecimiento general de la construcción de la expansión en infraestructura. “En este momento hay una gran inversión en obras viales y energía, pero no está la obra masiva que demanda mayor mano de obra y más insumos”, afirmó Marizza, y explicó que “en la construcción de una casa, por ejemplo, normalmente se hacen funcionar 200 productos distintos, que equivalen a 200 industrias que, directa o indirectamente, se movilizan”.
Por otra parte, Marizza reconoció que “hoy el sector privado está en la encrucijada de invertir o trabajar en el sector financiero que, por ejemplo vía Lebac, está dando mayor rendimiento que lo que pueda obtener cualquier inversor a corto plazo en la obra privada y con muchísimo menos riesgo”. Y detalló que mientras “el presupuesto nacional, para todo el sector vivienda, es de 16 mil millones de pesos, en vencimientos de Lebac tenemos casi 400 mil millones. Queda muy claro cómo están los números, ante lo cual se hace difícil pronosticar cómo se va a manejar esta situación”, consideró.
En el mismo sentido, consideró que, si bien “hubo mucha expectativa en el financiamiento y la aparición de los bancos con las unidades de cuenta las UVA y UVI, el Banco Central está fijando las tasas de interés de las Lebac al 23 o 24%, versus una inflación del 17%, lo que ya te implica que estás en 5 o 6 puntos por encima de la inflación que el mismo gobierno de determinó que iba a tratar de llegar. Y todo esto forma un aspecto de cierta incertidumbre al momento tomar un crédito y desarrollar un proyecto para recién después encontrar quienes tomen esas hipotecas, mientras que es desarrollo termina siendo un endeudamiento directo a la empresa”.
En este contexto, el ingeniero evaluó que “todavía no se perfila cierta sustentabilidad en los niveles de tasa de interés y de inflación que te permita tomar decisiones de riesgo. Esto es lo que está pasando en todo el mercado inmobiliario de la mediana empresa no tanto de la pequeña y las grandes empresas están básicamente apuntadas a los grandes proyectos de infraestructura”.
Con la misma preocupación que el representante de la Cámara de la Construcción, opinó el secretario general de la UOCRA Entre Ríos, Walter Doronzoro, quien admitió una mejora de los índices de la construcción "a nivel global", pero recordó que “en Entre Ríos se perdieron desde 2015 más de 3 mil puestos de trabajo, que nos cuesta recuperar”.
Doronzoro se refirió también a los efectos de la disparada del dólar. Alertó que “los corralones están cotizando la tonelada de hierro en dólar y con esta corrida del dólar es una alarma”.Asimismo apuntó que “la corrida del dólar también tiene como consecuencia el recaudo de la gente no tomar créditos hipotecarios, porque no saben cuál va a terminar siendo el final de la cuestión”.
El dirigente de la UOCRA remarcó “la falta de previsibilidad económica” y planteó que esa incertidumbre es “un argumento de peso a la hora de cotizar cualquier tipo de desarrollo (inmobiliario) que pueda llegar a extenderse en el tiempo”.
Fuente: Dos Florines