Los créditos hipotecarios registraron un crecimiento del 96,73% en lo que va del año y se consolidaron como la línea de préstamos con mayor crecimiento, al totalizar un stock de $117.836 millones. Así lo indicó la consultora First Capital Group, al señalar que "el boom de estos créditos podría verse afectado debido a las últimas medidas que tomaron las entidades bancarias respecto de las cuotas". No obstante, en relación con octubre, se registró un alza del 9,05% y los bancos siguen buscando alternativas que permitan sostener esta línea. En el año, los créditos prendarios subieron un 70,36% interanual, mientras que los ajustables por UVA, un 59,73%, según datos de la consultora.
El Banco Central dispuso la suba de las tasas de interés para enfrentar la inflación, lo que conllevó a que las entidades financieras decidan elevar en un 10% el valor de las cuotas de esta línea de créditos y del 20% en el piso de ingresos exigidos al tomador de deuda. "Esta suba de costos hacen que el sector inmobiliario siga con preocupación la evolución de las ventas, temiendo que éstas se vean afectadas", sostuvo First Capital Group. "En meses sucesivos veremos si el comportamiento de los tomadores se modifica y afecta a lo que ha sido este año uno de los mejores aciertos de la política financiera", agregó.
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Los créditos UVA crecieron en noviembre un 4,61% respecto al mes pasado. Hacia fines de este mes, el saldo de préstamos personales ascendía a $342.483 millones para el total acumulado, representando un crecimiento interanual del 59,73%, contra los $214.407 millones del mismo mes del año anterior. En tanto, la operatoria a través de tarjetas de crédito subió un 5,39% mensual a $295.040 millones, lo que significó una suba del 27,69% interanual. El crecimiento anual se emparentó con la evolución del Índice de Precios, sin mostrar un crecimiento en términos reales. Por su parte, la línea de créditos prendarios presentó un stock de cartera de $90.343 millones, mostrando un alza del 3,95% mensual. En cuanto a los préstamos comerciales, esta línea sigue creciendo de forma paulatina, mostrando una ligera desaceleración en relación con los meses anteriores. Registró un avance del 2,35% mensual, pero en el año creció un 51,06%.
La consultora destacó que "sigue la gran apuesta por las líneas nuevas destinadas a las pymes ajustadas por UVA. Se quiere ir ganando terreno en la demanda, que hasta el momento se concentraba en la línea subsidiada que por normativa del BCRA tenían todas las entidades y que ahora quedará sin efecto: la línea de inversión productiva". "Las alternativas que surgen son tanto para el financiamiento del capital del trabajo como para bienes de capital", destacó.
A su vez, los créditos en dólares crecieron un 2,68% respecto a octubre, pero en los últimos doce meses treparon un 64,21%. El 81,83% de la deuda en moneda extranjera sigue siendo la línea de comerciales. "Cabe mencionar que si bien hoy otras líneas en pesos tienen un mayor crecimiento, la financiación en moneda extranjera fue la que hace meses, debido a la decisión del BCRA de que los bancos pudieran prestar a empresas no exportadoras directamente, dio el despegue en el crédito privado", sostuvo First Capital Group.
El fantasma de la 1050
El paradigma del fracaso fue la famosa "Circular 1050" del año 1980, que instituyó un tipo de préstamo por el que las deudas se indexaban a partir de la tasa de interés vigente en el mercado.
Como esos intereses fueron, durante varios años, muy elevados en términos reales, el crecimiento de la deuda contraída era mucho mayor a la evolución de los ingresos y precios de la economía. Tanto, que hasta llegaba a superar a la propia cotización de las viviendas.
En otras palabras, ante el incremento desproporcionado de la deuda, al cabo de cierto se topaba frente a una durísima realidad: el saldo que le quedaba por cancelar superaba el precio de mercado de la vivienda.
Ni siquiera vendiéndola podían deshacerse del compromiso asumido con el banco.
Ese fue el punto de partida de una de las peores crisis que debió soportar el sistema financiero argentino, que hizo que en poco tiempo desaparecieran varios de los principales bancos.
Fuente: Ámbito