En el gobierno suponen que un aumento sobre las boletas de verano que son las de menor consumo del año, será políticamente posible. Pero también es cierto que ése será el piso desde el que se partirá para definir las tarifas a aplicar en el otoño e invierno de 2019. Para ese momento, los que elaboran esta estrategia están pensando en aplicar la tarifa plana, de modo que en parte los consumos invernales se terminen pagando en los meses de menor consumo.
Las empresas productoras de gas aceptaron una rebaja en el precio en boca de pozo que se trasladará a los usuarios en el semestre octubre-marzo: será de 4,10 dólares por millón de btu, sobre un valor vigente desde abril al mes actual de 4,68 dólares promedio. Pero no están dispuestas a ceder en el tipo de cambio a considerar para el traslado a tarifas.
Mientras la Secretaría de Energía que dirige Javier Iguacel propicia tomar un dólar de 31,47 pesos, las petroleras pretenden que se considere el valor promedio del dólar futuro para el semestre, aunque posiblemente terminarían cerrando si se les ofrece el tipo de cambio actual. “De lo contrario, empezaríamos perdiendo”, dijeron en una productora.
Si se toma un dólar a 31,47 pesos según la propuesta hecha por la exEnarsa a las distribuidoras de gas, el aumento al público rondaría un 30 por ciento en octubre. Pero esa empresa estatal importa al valor del dólar al momento de pagar la factura, de modo que la diferencia en contra debería ser cubierta por el Estado. YPF, endeudada en dólares, tampoco tiene margen de maniobra, para aceptar una rebaja en el precio del gas que lo llevaría 3,40 dólares si el precio se toma al dólar de 38 pesos.
En ese contexto, la alternativa que empezó a hablarse este fin de semana, consiste en cerrar ahora a un precio de 4,10 dólares, con el dólar de 31,47 pesos, y en enero incorporar la diferencia entre ese valor y el vigente a la fecha de pago.
Esto consistiría en un aumento en el cargo extra que se planea aplicar desde el 1 de enero para cubrir la diferencia entre el tipo de cambio de 20,34 pesos vigente en las tarifas pagadas entre abril y setiembre, y el que se fue verificando desde junio, cuando las distribuidoras empezaron a pagar ese gas a las petroleras.
Si se aplica ese criterio, el aumento desde octubre rondaría un 30 por ciento y el 1° enero habría otra suba de alrededor del 15 por ciento por el cargo que se adicionará a las facturas.
Fuente: Ámbito