Ni en la crisis del 2008 ni en la devaluación de enero del 2014, se registran un desplome de esta magnitud en la venta de vehículos. El motivo de esta situación es el fuerte aumento de precios que sufrieron los 0 km como consecuencia de la devaluación. Algunas marcas, ajustaron sus listas en más de 90% en lo que va del año. Esto afectó a la demanda en general pero especialmente a los planes de ahorro previo que representan una cuarta parte de las operaciones.
Los datos computados hasta este martes señalan que en esta primera parte del mes se patentaron 13,239 unidades contra las 24.042 de noviembre del 2017. Un factor que profundiza este retroceso es que la comparación se está realizando con un final del 2017 muy bueno en cuanto a operaciones. En noviembre del año pasado se vendieron 73.148 0 km. A este ritmo, el actual período no logrará superar las 40.000 unidades lo que lo convertiría en el peor mes de la gestión de Mauricio Macri, por debajo de diciembre del 2016. Es cierto que en 2015 se patentaron 31.000 vehículos pero fue un mes atípico ya que compartió los primeros días con el gobierno de Cristina de Kirchner.
En el acumulado anual, la baja del mercado es de 7% al contabilizarse hasta el momento 748.000 vehículos. Con este dato, es probable que el año termine por debajo de las 800.000 unidades cuando se proyectaban, cuando la euforia dominaba al sector, cerca de un millón. Lo preocupante es que con el nivel de operaciones con las que termina el año, el comienzo del 2019 va a ser muy duro. Es por eso que ya se estima para el año próximo el mercado pueda bajar a cerca de 600.000.
Durante los próximos días va a haber un festival de bonificaciones para tratar de atraer compradores debido a que tanto las fábricas como las concesionarias tienen el doble de stock de unidades de tiempos normales. Esta situación está impactando en el mercado laboral y están en funcionamiento planes de retiros voluntarios en todo el sector. Ya en las concesionarias hubo una importante reducción de personal. La mayoría de las terminales, en tanto, están con planes de suspensiones. También con adelantamiento de vacaciones y extensión de los días de licencia de personal. En algunos casos, las plantas estarán cerradas, prácticamente, por dos meses. Otras ya trabajan menos días por semana debido al abultado stock. Con este panorama y las proyecciones para el comienzo del año próximo, se cierne sobre esta industria un regreso de vacaciones sombrío en materia laboral.
Fuente: Ámbito