Hace un año, el Banco Nación se puso al frente del boom de crédito hipotecario con préstamos a 30 años en UVA a tasas que partían desde el 3,5 por ciento anual. Y si la devaluación y el encarecimiento de tasas de la economía hicieron que la ventana para acceder a financiar la casa propia se cerrara, los bancos se encargaron de ponerle candado y rejas. El principal banco público del país ofrece, desde el viernes 9, créditos hipotecarios a tasas que parten del 10 por ciento más UVA. Con este escenario, una familia que quiera comprar una vivienda de 100.000 dólares (unos 3,7 millones de pesos) con un préstamo del Banco Nación necesita sumar ingresos por más de 103.900 pesos mensuales. Son 9,7 salarios mínimos ($10.700, en la actualidad). Además, la familia debería contar con $750.000 de ahorros propios El Banco Nación subió la tasa de sus créditos hipotecarios UVA, cuyo capital ajusta de acuerdo con la inflación. Los nuevos tomadores de préstamos deben pagar un interés de 10% más UVA si tienen paquete de productos en la entidad pública o del 11,5% anual si no lo tienen. Hasta fines de 2017, las tasas -que eran las más bajas del mercado- eran del 3,5% y del 5%, respectivamente. NOTICIAUNO había advertido en 2017 los riesgos de tomar créditos ajustados por inflación en un país como Argentina.
En 2017, la entidad pública comenzó a ofrecer estos préstamos atados a la inflación y colocó 26.248 créditos. Esa tasa de interés tan atractiva y cierta estabilidad en las variables económicas permitieron el despegue de los créditos hipotecarios en UVA con el Banco Nación como líder del mercado. En el primer cuatrimestre de este año, cerró otros 21.997 financiaciones. Según datos oficiales, el sistema financiero en su totalidad entregó unos 100.000 hipotecarios UVA y casi la mitad salió de las oficinas del principal banco público del país.
Según fuentes del Nación que preside Javier González Fraga, la suba de tasas se decidió para "estar en sintonía con el sistema financiero", que ya había aumentado los intereses de todos los préstamos, incluido el hipotecario. "Hay un incremento de tasas a nivel general", justificaron.
La suba en la tasa de interés le dio otro golpe de gracia a los créditos hipotecarios, ya que la cuota inicial es más cara y, por lo tanto, se necesitan más ingresos para poder pagarla. Eso sin contar la inflación, que encarece mes a mes el valor de la cuota, que ajusta por el Índice de Precios al Consumidor del Indec. La devaluación llegó a duplicar el valor de las propiedades, que cotizan en dólares, aunque los precios se negocian por la caída de operaciones.
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Con este escenario, una familia que quiera comprar una vivienda de 100.000 dólares (unos 3,7 millones de pesos) con un préstamo del Banco Nación necesita sumar ingresos por más de 103.900 pesos mensuales. Son 9,7 salarios mínimos ($10.700, en la actualidad). Además, la familia debería contar con $750.000 de ahorros propios.
El economista Ariel Setton comparó las tasas actuales con las de hace un año. Por cada $1 millón de crédito a 30 años y al 3,5% anual, una familia debía pagar una cuota inicial de $4.490, que luego se actualizaría cada mes por el reajuste de capital. El ingreso familiar requerido era de $17.960 por cada $1 millón de crédito.
Con la tasa del 10%, la cuota inicial es de $9.903 por cada $1 millón, por lo que una familia debe reunir $39.612 de ingresos para obtener ese monto, según TN.
"La tasa de interés aumentó en varios tramos, lo que hizo subir la carga de intereses del préstamo y la devaluación y el incremento del valor de las propiedades en dólares hicieron que se requieran más pesos para un hipotecario", afirmó Setton. "Esto implica una carga de intereses de más del triple de lo que se pagaba anteriormente. Por ejemplo, por un préstamo de $1 millón, la carga de intereses salta casi en dos millones de pesos, pasando de $616.000 (con tasas del 3,5%) a $2.565.000 (con tasa del 10%) en un préstamo a 30 años", aseguró Setton.
Fuente: IProfesional