En diciembre, cuando cierre este complicado 2018, la economía habrá acumulado un nuevo trimestre de caída en su actividad, con lo que el actual Gobierno habrá profundizado su segunda recesión. Pero además, y sumando la primera recesión que le tocó vivir a Macri, la cantidad de meses (medidos en trimestres) que habrá retrocedido el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del INDEC serán más que los positivos. Concretamente, 19 contra 18.
La situación podría profundizarse si, como se prevé, también el primer trimestre del año próximo fuera negativo; y, para que los resultados finales de Macri resulten positivos, sólo le quedará comenzar a crecer desde el segundo trimestre de 2019. Lo que además no le garantizará que el país tenga un nivel de aumento en el EMAE que supere a la herencia recibida de Cristina de Kirchner. Hoy, tomando el cierre del tercer trimestre de 2018, los resultados son negativos.
Si por recesión se toma la definición clásica (dos trimestres consecutivos de caída en la economía), Macri cerrará el año habiendo gobernado con dos períodos recesivos. El primero comenzó en enero de 2016 y culminó en octubre de ese año. En ese lapso, el EMAE acumulaba una baja de 3,1%, pero tocaba un piso para comenzar a crecer. A favor del actual Gobierno se puede decir que esa primera recesión fue provocada por los últimos meses de la gestión kirchnerista, donde el EMAE ya acumulaba dos trimestres de caída.
Luego, con Cambiemos en el poder, las decisiones de salir del default con una devaluación y los primeros ajustes tarifarios llevaron a una baja en la actividad que duró hasta octubre de 2016.
Vendría luego un período verde para Macri que completó el último trimestre de 2016, todo 2017 y el primer trimestre de 2018. Obviamente, incluyó las elecciones legislativas de octubre de 2016, donde el Gobierno tuvo resultados positivos. Fueron seis trimestres consecutivos de crecimiento, que culminaron cuando en el segundo trimestre del año empezaron a sentirse las consecuencias de la crisis cambiaria y financiera desatada desde abril.
Se llega así a los datos finales del tercer trimestre de 2018, donde el EMAE cayó 5,8%, arrojando oficialmente la segunda recesión del Gobierno de Macri, además del sexto mes consecutivo de baja. A septiembre, el EMAE acumulaba desde enero una caída del 1,5%, y se estima que cuando termine 2018 la baja llegará al 2,5% total.
Pero además, se cree que la suerte está ya echada para el primer trimestre de 2019; con lo que la recesión duraría todo un año y la baja final de todo el período acumularía un 3%. La recesión que comenzó en el segundo trimestre del año tuvo además dos etapas. Una primera donde la contracción más fuerte fue consecuencia de la sequía y de los sectores vinculados al agro, junto con una contracción en la actividad interna. Desde agosto (mes donde se profundizó la devaluación), la caída se profundizó a casi todos los sectores.
Curiosamente, sólo el agropecuario comenzó a mostrar resultados positivos. El único que en todo el proceso recesivo mantuvo sus números en azul fue el sistema financiero, que logró balances con ganancias.
Fuente: Ámbito