A partir de 2019 la nueva ley llevará la base imponible del impuesto a $2.000.000 (hoy es $1.050.000). Además, elevará las alícuotas para quienes tienen mayor poder adquisitivo: los que declaren bienes entre $2.000.000 y $5.000.000 pagarán una tasa de 0,25%; de $5.000.000 a $10.000.000 tributarán 0,50%, y a partir de los $20.000.000, la tasa será de 0,75 por ciento.
El plenario avaló el único cambio que propuso Miguel Ángel Pichetto en la Cámara alta, que pidió que la iniciativa no incluya a los inmuebles usados como "casa habitación" si tienen una valuación de hasta $18 millones.
Con esta modificación, aquellos sujetos que estén alcanzados por el impuesto podrán deducir hasta $18 millones de su vivienda, siempre y cuando sea única y para ocupación familiar. En el caso de que el inmueble esté alquilado sí tributará por el total de su valor. Por otra parte, cada familia podrá deducir del impuesto un solo inmueble. En el caso de tener más propiedades, las restantes pagarían con alícuota plena y sin posibilidad de aplicar aquellas deducciones.
Cambiemos logró la aprobación gracias al apoyo del interbloque Argentina Federal, que representa a los gobernadores. Esto es clave ya que esta modificación del impuesto tiene como objetivo afianzar la recaudación y fue parte de las negociaciones para la aprobación del Presupuesto 2019. Sucede que debido a que parte de los fondos son coparticipables, los gobernadores lo habían pedido para compensar el esfuerzo fiscal que la Nación le trasladó a las provincias en el marco del ajuste fiscal acordado con el FMI.
Por su parte, el kirchnerismo, el espacio de Felipe Solá y el Movimiento Evita, la izquierda, el salteño Alfredo Olmedo y el mendocino José Luis Ramón votaron en contra.
Entre las abstenciones estuvieron el Frente Renovador, Diego Bossio, Eduardo "Bali" Bucca y Javier David, Unidad Justicialista, el bloque de Martín Lousteau, Luis Contigiani y Javier Campos, de la Coalición Cívica.
Fuente: Infobae