En los últimos días tuvo su reconocimiento en redes sociales por haber "adelantado" ya meses atrás que se iba vivir para esta época un nuevo salto del precio del dólar. No sólo eso, también se jacta de haber pronosticado en 2017 -cuando nadie lo esperaba- que Argentina iba a terminar haciendo un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, y que se iba a vivir una importante crisis cambiaria.
Y, para intranquilidad de quienes siguen sus pronósticos, deja entrever una visión muy escéptica sobre el plan de estabilización financiera: "Vamos a tener una corrida más importante y duradera que la del año pasado", asegura, justificando esta frase en que estamos en un escenario donde "todas las herramientas han sido agotadas".
No se trata de ningún oráculo, ni adivino, sino del analista de mercados Marcelo Trovato, director de Pronóstico Bursátil y licenciado en Administración, que desde 1990 opera en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, lugar donde ocupa una oficina.
Quizás por su experiencia en el mercado habla en varias ocasiones de que a la gente se le activará su "memoria inmunológica" frente al dólar.
Su caudal de seguidores en Twitter no es para desmerecer: más de 13.700 perfiles están atentos a sus comentarios. Además, asesora a unos 45 empresarios chicos y medianos, sobre todo industriales, cuyas carteras totalizan u$s30 millones operados solamente en el exterior.
Debido a todos estos "fundamentals" que lo respaldan, iProfesional entrevistó a Marcelo Trovato para conocer cuál es su punto de vista inversor sobre la situación coyuntural del dólar, tasas de interés e inflación.
-Usted fue uno de los "adelantados" que predijo el salto del dólar de las últimas semanas, ¿qué lo llevó a afirmar eso?
-Ya a principios de año fui uno de los primeros que avisó que el mercado cambiario iba a tener una corrida, se dio lamentablemente. Y hace unos días, producto de ese incremento de 4% mensual que hubo a inicios de 2019, me pareció que iba a haber otro salto ahora porque se empezaba a ver que la "memoria inmunológica" de la gente se iba a activar e iba a haber nuevamente una corrida cambiaria por el dinero que reingresó al sistema en marzo. Todo es causado por la incertidumbre electoral y la política monetaria que está llevando adelante este Gobierno.
-¿A qué situación opina que se puede llegar?
-Pienso que se puede alcanzar un "triple tres dígitos": tres dígitos de inflación, tres de dólar y un nivel similar para la tasa de interés de Leliqs. El dólar está ridículamente barato producto de una política monetaria electoralista.
-¿Por qué sostiene que el dólar está tan atrasado si muchos economistas dicen que se encuentra en un nivel de equilibrio y que es competitivo a nivel regional?
-Creo que la distorsión de precios relativos que hay en este momento marca eso. El dólar es un instrumento más de la macroeconomía, pero el atraso se refiere a la competitividad y tipo de intercambio con el mundo, si se tienen en cuenta los elevados impuestos y la asfixia tributaria que tienen las empresas. Por eso, con un tipo de cambio menor a los tres dígitos ninguna actividad económica puede ser productiva y rentable.
-Pero eso implicaría un dólar en $100, ¿tan atrasado lo ve?
-Estamos sumamente desfasados, y si no tenemos un plan integral existen algunos instrumentos para reactivar de alguna manera a la economía. Entonces, o se hace una reforma integral (laboral, tributaria, penal, impositiva), o se tiene que poner un dólar ultracompetitivo para que después el mercado analice en qué banda lo fija y va acomodando. A lo mejor primero se va a $100 y después baja a $80. Pero es una variable que se se puede acomodar a la coyuntura.
-Ese nivel de dólar "reventaría" a los precios de la economía y generaría una inflación muy grande…
-Sí, por supuesto, yo hablo que vamos directamente, a la que creo, será la peor crisis de la historia argentina este año y el que viene.
-¿La intervención del Fondo Monetario no es para impedir que esto suceda?
-La herencia de los últimos 12 años del kirchnerismo más estos cuatro años de macrismo nos han llevado a un escenario donde todas las herramientas han sido agotadas, y no queda nada para estabilizar la economía. Ya nos hemos endeudado a un 98% del PBI, que si le devengamos los intereses estamos superando el 120%. Por otro lado, ya tenemos una deuda con el Fondo Monetario Internacional sin precedentes. Es la primera vez en su historia que nos dan un préstamo de este tipo.
-Entonces, ¿quiere decir que el dólar es la única variable de ajuste de la economía?
-Y sí, porque una de las pocas alternativas que quedaban era, precisamente, el endeudamiento externo. El Gobierno no explicó la situación que estábamos viviendo, además debería haber bajado 50% los impuestos, eliminar toda clase de retenciones, bajar las cargas sociales un 70%, todas medidas para reactivar. Y ese agujero fiscal generado -producto de la caída de la recaudación- se podría haber cubierto con la colocación de deuda en el exterior. Pero se hizo todo lo contrario y nos endeudamos para mantener un statu quo, donde no se ha modificado nada.
Entonces, sin dolor no se sale de la crisis y por eso necesitamos consenso social. Algún presidente habló alguna vez de cirugía mayor sin anestesia. Ahora va haber que amputar. Vamos a tener que reestructurar la deuda externa privada y, lamentablemente, este proceso va a ser sumamente doloroso para todos porque ya no quedan balas. Este gobierno ha exterminado la única que le dejó el kirchenrismo. Ya es tarde, vamos a ir a una crisis.
-¿A qué atribuye la mini-corrida cambiaria de las últimas semanas?
-Se activó la "memoria inmunológica" de la gente a partir de la incertidumbre laboral, de los últimos discursos oficiales y, sobre todo, por la política monetaria que está llevando el gobierno respecto a subir cada vez más las tasas que paga sobre las Leliq, que ya no están surtiendo efecto sobre el tipo de cambio. Además, hay una retirada masiva del carry trade porque se llegó a un momento en que los fondos consideran que hicieron su negocio y se van del país porque el dólar está artificialmente barato, entonces aprovechan a desarmar sus carteras. Es una situación muy parecida a la de 1989.
-¿Pero la mayoría de los fondos que hacen carry trade no se fueron el año pasado?
-Todavía quedan algunos.
-En los próximos días comienza la liquidación fuerte de los dólares del campo y el Banco Central va a vender los billetes autorizados por el FMI, ¿alcanza con ese caudal para calmar al mercado?
- Los 60 millones diarios del FMI no van a alcanzar. Y por otra parte, provenientes de la soja, siendo muy optimistas, no vamos a superar los ingresos por u$s80 millones diarios. El problema es que en el mercado mayorista (entre bancos) se opera a diario unos u$s600 millones, por lo que no van a alcanzar esos dólares. Y el campo va a liquidar estrictamente lo necesario por dos aspectos: para pagar los costos y para tratar de generar un diferimiento impositivo y pagar los impuestos de este año en 2020. Además, tiene como alternativa la posibilidad de liquidar las divisas al exterior, por lo que no van a ingresar a la Argentina. Y aquellos que liquiden la cosecha de forma local, van a recibir pesos y automáticamente van a comprar dólares, estoy cansado de decir que va a suceder esto. Lo que sí puede haber es un par de semanas de pax cambiaria, pero nos encaminamos a una corrida.
-Muchos analistas sostienen que hay menos pesos disponibles en la calle que el año pasado por la crisis y que muchos inversores se pasaron a dólares antes, por lo que afirman que una dolarización no sería tan grave como en 2018. ¿Qué opina?
-Yo disiento porque hay más de un billón de pesos colocados a plazo fijo en el mercado, y la medida que tomó el Banco Central días atrás, de subirles el permiso a los bancos a que lleven del 65% a 100% de su patrimonio a la compra de Leliqs es sumamente grave, ni Martínez de Hoz se animó a tanto. Es una medida que se empieza a asimilar al 2001, de descalce de pesos contra dólares.
-¿Y qué puede suceder con esta situación?
-Hay solamente dos caminos para desarmar la bomba de Leliq: una es emitiendo, algo que generaría que se caiga el acuerdo con el Fondo Monetario y que haya una hiperinflación por la inmensa cantidad de pesos a imprimir. O bien, la otra posibilidad es darle un bono a los bancos, pero, ¿qué le van a decir a la gente? "No puedo darle los pesos porque los tengo en Leliq o les tengo que dar un bono". Son medidas desesperadas que nos van a llevar a un desastre.
-Por lo que dice usted, ¿antes de las elecciones podría haber una nueva crisis económica?
-Veo que mayo, junio y julio pueden ser un desastre y muy difíciles para la Argentina por los plazos fijos que vencen, a partir que se termina la cosecha y active la "memoria inmunológica" de la gente. La preocupación de la gente va a ir en aumento, la inflación espiralizándose y un malhumor creciente. Sobre todo porque la suba del dólar en todo este año no sólo se empezó a comer los intereses de los plazos fijos, también el capital.
-¿Qué cantidad de dólares implicaría esta demanda de los pesos que saldrían de plazos fijos?
-Del sistema pueden salir más de u$s35.000 millones...
-En resumen, ¿cómo puede impactar todo eso en el dólar?
-El dólar va a seguir subiendo: a mayor suba de tasas, mayor es el susto, porque si ya se ofrece 80% anual o más, la desconfianza crece porque el inversor teme a que no le paguen eso. Aquellos que superamos los 49 años de edad ya hemos vividos estas situaciones y tenemos esa memoria.
-¿Por qué estallaría tan de repente el dólar si el año pasado, en plena crisis cambiaria, no ocurrió eso?
-Ahí se estuvo a punto de llegar a una hiperinflación, nos salvó el acuerdo con el Fondo Monetario. Ahora eso no se va a repetir porque nos estamos gastando más de dos tercios de ese dinero prestado y los mercados se anticipan a todo esto.
-En este contexto tan complicado que hace referencia, ¿en qué le recomienda invertir a sus clientes?
-Hace ya un año les recomendé migrar sus ahorros al exterior para que estén por fuera de las garras del Estado. Hoy me parece, como única alternativa para el pequeño inversor, para el que puede ahorrar un peso todos los meses, que el único refugio es el dólar o el oro físico. No es momento para pensar en ganar dinero, sino en no perder el poder adquisitivo ganado hasta ahora.
-¿Y aquellos más sofisticados que realizan inversiones?
-Operamos en renta variable en el exterior, nada de forma local, en acciones de empresas de primera línea en sector petrolero, automotriz, minero. Hay algunas firmas selectas brasileras muy atractivas porque muchas serán privatizadas.
-¿No elige ningún papel argentino?
-A nivel local nada, nosotros insistimos en que el Merval llegará a un nivel de u$s200 desde los u$s770 de hoy, ahí sería momento de empezar a ver a la Argentina. De hecho, vamos a mirar a los ADR argentinos cuando estén a una decima parte de su valor. Todavía estamos muy lejos.
Fuente: iProfesional