Pese a enarbolar el discurso de la transparencia, una nueva irregularidad en torno al financiamiento de las campañas políticas envuelve al candidato a gobernador de Cambiemos en Entre Ríos.
A la lista de aportantes truchos revelada por NOTICIAUNO, y al fraude detectado por una investigación periodística de este medio en la campaña 2015 de Cambiemos, que le costó no solo una condena del Tribunal de Cuentas sino también la apertura de una causa penal en la que está imputado el cajero radical de Cambiemos Enrique Susevich, hombre del círculo íntimo de Benedetti y actual funcionario nacional de ANSES, y a la sugestiva reunión que mantuvieron en secreto horas antes de la citación a indagatoria, se suma, ahora, otro hecho irregular: un aporte “encubierto” de 100.000 dólares que el candidato a gobernador Atilio Benedetti efectuó -a través de una de sus empresas- a la Unión Cívica Radical para financiar la campaña política, cuando eso estaba expresamente prohibido por las leyes. Es llamativo que el dato recién se diera a conocer hace poco. Y que el dinero haya sido aceptado por el actual senador provincial Raymundo Kisser que en ese momento presidía el partido, siendo uno de los dirigentes que más ha condenado los aportes de empresarios a la política por considerarlos 'prebendarios' (ver acá).
Los aportes empresarios a las campañas políticas estuvieron prohibidos por ley hasta hace pocas semanas, cuando se modificó la legislación para permitir que las empresas pudieran realizar contribuciones de dinero para que los partidos políticos afronten sus gastos electorales.
Pero el hecho que involucra a Benedetti y a la UCR de Entre Ríos sucedió cuando LOS APORTES EMPRESARIOS PARA FINANCIAR CAMPAÑAS ELECTORALES ERAN ILEGALES.
NOTICIAUNO pudo determinar que el candidato a gobernador del macrismo, Atilio Benedetti, actual diputado nacional, realizó a través de una de sus empresas, un aporte encubierto –de 100.000 dólares- a la UCR, para “solventar gastos de campaña”, mientras se desempeñaba como presidente del Congreso radical, máximo órgano partidario que -entre otras cosas- define la política de alianzas electorales. Lo hizo a través de un “préstamo de dinero” que, por las condiciones en que se instrumentó, resulta evidente que no fue un préstamo sino un aporte de campaña encubierto y prohibido por la ley.
Es llamativo que, si bien el aporte fue realizado para la campaña 2007 (en la que Gustavo Cusinatto era el candidato a gobernador), la UCR decidiera transparentarlo en los estados contables del año 2012 (5 años después). Y que además, esos balances fueran publicados recién en 2016 (9 años después). En efecto, el nombre del “prestamista” de la UCR -la empresa Tierra Greda SA, que preside Atilio Benedetti- recién aparece en los papeles 5 años después de efectuado el aporte.
Tan llamativo como que esa situación, dada la magnitud que tenía en relación al patrimonio y al pasivo del partido Radical, haya sido “desconocida”, según pudo chequear este medio, por prácticamente toda la dirigencia radical entrerriana.
¿Todos los radicales desconocían la existencia de un préstamo que representaba la totalidad del pasivo de la UCR?
¿Todos los radicales desconocían la existencia de un préstamo que superaba el patrimonio total de la UCR?
Resulta “sugerente” asimismo que el aporte haya coincidido con el lanzamiento de Benedetti a la arena política provincial y nacional. Y con la presidencia del Congreso que decide la vida del partido.
Pues antes de ese aporte de dinero, Benedetti solo había ocupado cargos electivos menores en representación del radicalismo (concejal e intendente de la pequeña localidad de Larroque).
A partir del momento en que transfirió el dinero a la UCR de Entre Ríos, Benedetti fue diputado nacional –en 2009, es decir dos años después-, candidato a gobernador –en 2011-, candidato a senador nacional –en 2013-, uno de los principales impulsores de la alianza con el macrismo en 2015, candidato a diputado nacional –en 2017- y ahora candidato a gobernador por segunda vez.
La UCR “tomó” el “préstamo” de una de las empresas que preside hasta la fecha Benedetti, cuando el actual senador provincial Raymundo Kisser, que se ha manifestado públicamente en contra de los financiamientos políticos empresarios, era presidente del Comité Provincial de la UCR.
Cabe mencionar asimismo que el préstamo de dinero de Benedetti representó una pesada carga para el Radicalismo: no solo que formó parte del pasivo partidario durante toda la última década, período en el cual -coincidentemente- Benedetti ha sido la cara visible del centenario partido en la provincia, dado que la agrupación Illia que lidera ha sido la que ha ocupado los lugares partidarios preponderantes, sino que, al momento de otorgarse ese “préstamo”, representaba la totalidad del pasivo radical.
Es decir, que la UCR estaba ENDEUDADA CON BENEDETTI.
Según surge de los balances partidarios a los que accedió NOTICIAUNO, el aporte “para financiar parte de los gastos de campaña” ascendería hoy a 5 millones de pesos (tomando la cotización actual del dólar).
En efecto, el aporte fue de 100.000 DÓLARES EN ESE MOMENTO (330.000 pesos cuando el dólar costaba $3).
Quienes afirman que Benedetti es uno de los “dueños” de la Unión Cívica Radical remarcan justamente la magnitud de ese aporte de dinero: el “préstamo” superaba el Patrimonio Neto del partido y representaba la totalidad del Pasivo (de las deudas de la UCR), según surge de los balances oficiales.
Aporte prohibido por las leyes
Está claro que el aporte se instrumentó mediante un préstamo para eludir las prohibiciones legales que impedían a las empresas aportar a las campañas políticas.
La empresa “prestamista” -Tierra Greda SA, de la cual Benedetti tiene el 75% del capital accionario- prestó ese dinero “para financiar parcialmente los gastos de campaña de las elecciones del 18/03/2007”. Así dicen los balances.
Fueron las elecciones en las que Gustavo Cusinatto –hombre de Benedetti- se enfrentó contra Sergio Urribarri, quien finalmente lo derrotó accediendo por primera vez a la gobernación de la provincia.
Por las condiciones que rodearon el préstamo, es patente que se trató de un aporte de campaña encubierto y, como tal, ilegal.
Una empresa privada –y no un banco o una entidad financiera- fue la “prestamista” de la UCR; Benedetti era no solo afiliado de la UCR –la tomadora del préstamo- sino la máxima autoridad del Congreso partidario cuando el “préstamo” se otorgó.
Por si esto fuera poco, el partido tardó más de una década para devolver el dinero “prestado”. Una década en la cual Benedetti y su línea interna han gravitado notablemente sobre el destino partidario.
A nivel provincial está prohibido a las empresas ser aportantes en las campañas políticas.
A nivel nacional y en el mismo sentido, también estaba prohibido–hasta la reforma sancionada hace pocas semanas- que los empresarios aportaran a las campañas electorales.
La Cámara Nacional Electoral señaló en innumerables oportunidades que los movimientos de dinero en plena campaña electoral desde las empresas hacia los partidos políticos constituyen un “aporte empresarial encubierto”.
Los aportes de empresarios a la actividad política, en especial a las campañas electorales, “debilita el sistema democrático, en tanto incorpora un actor al juego electoral enfocado en la obtención de beneficios particulares y que, por su peso específico, atenta contra la igualdad entre los partidos, condiciona el diseño de las políticas públicas y estimula la corrupción”, sostienen especialistas en financiamiento político.
Además de ilegal, el aporte encubierto de la empresa de Atilio Benedetti a la Unión Cívica Radical resulta escandaloso en términos institucionales.
Benedetti era presidente del Congreso de la UCR provincial cuando su empresa giró una suma millonaria de dinero para financiar la campaña política de un delfín suyo.
Dos años después de haber puesto el dinero, Benedetti accedía a una banca en el Congreso de la Nación. De allí en más, Benedetti fue y es sinónimo de radicalismo en Entre Ríos.
Según figura en el balance 2007, donde aparece el “préstamo” de campaña, el presidente de la UCR era el actual senador provincial de Cambiemos Raymundo Kisser.
Kisser ha dicho no pocas veces que “hay que terminar con el financiamiento de los partidos con recursos privados y hay que impedir que los empresarios puedan aportar a las campañas”.
Para peor, Kisser dijo también que “hay que impedir que los empresarios puedan aportar a las campañas, porque ningún empresario hace aportes si no tiene una prebenda posterior”.
¿Tuvo Benedetti prebendas posteriores al “préstamo” que le hizo a la UCR a través de una de sus empresas?
Quienes no integran la Corriente Illia afirman que basta con mirar quiénes integraron las listas desde el momento en que Benedetti le entregó un aporte millonario a la UCR para obtener la respuesta.
En términos contables, Benedetti ha sido el ÚNICO ACREEDOR DEL RADICALISMO durante los últimos diez años.
Surge de los estados contables que la ÚNICA “Deuda Financiera” que el partido arrastró por más de una década fue con Tierra Greda SA, la empresa de Atilio Benedetti, hoy candidato a gobernador por segunda vez.
Fuente: Noticiauno