“La problemática del empleo ha resurgido en nuestro país, producto del cambio radical en la matriz macroeconómica desde fines de 2015, que decantó en destrucción de puestos de trabajo, además de deterioro salarial y pérdida de derechos laborales”, señala el documento.
El informe al que accedió NOTICIAUNO fue elaborado por el equipo de economistas de Economía UNDAV y permite observar, en el detalle por sector, caídas de 69.000 empleos en Industria manufacturera, 46.300 en Comercio y reparaciones, 18.300 en Transporte y comunicaciones, y 14.400 en Actividades empresariales.
Al respecto, el informe subraya que “además de la baja del 2,5% en el ‘empleo de calidad’, se registró una reducción de 2,8% entre los independientes autónomos, y del 5,5% entre los monotributistas. Solo repuntan las y los trabajadores de casas particulares, con una suba de 2,4%”.
En base a datos de la Secretaría de Trabajo y Empleo, el documento universitario indica que en el último año se destruyeron 268.000 puestos de trabajo, solamente en el sector registrado de la economía.
Estos números de desempleo que muestra el informe, significan además que, entre marzo de 2018 y marzo de 2019, se perdieron 30 trabajos por hora, 735 cada día, y 22.360 por mes.
“La desocupación alcanzó los dos dígitos y trepó al 10,1% por primera vez desde el año 2006, con lo cual, creció 4,2 puntos porcentuales en relación a 2015 y un 1% en relación al mismo periodo de 2018”, amplía el informe.
En este sentido, el documento de la UNDAV apunta que, desde fines de 2015 hasta la actualidad, se perdieron 138.000 empleos solamente en el sector industrial.
Haciendo un análisis sobre los perdedores y ganadores del modelo económico actual, el informe argumenta que “por cada empleo nuevo en el sector agrario, se destruyeron más de 335 en la industria”.
En base a datos de EIL y de la Secretaría de Gobierno de Trabajo y Empleo, el informe advierte que el porcentaje de empresarios que piensan despedir personal llegó al 7,5% y se convirtió en el peor número de los últimos 14 años.
“Por primera vez desde el año 2015, las empresas que planean reducir su plantilla son más que las que planean aumentarla: las primeras se ubican cerca del 7% del total mientras que las segundas están rondando el 6%. Un año atrás, las que pensaban despedir eran apenas el 4% y las que planeaban contratar el 10%”, remarca el informe.
El impacto en las provincias
Observando lo que ha ocurrido a nivel provincial, para tener una idea del impacto de la crisis económica en el empleo a nivel regional, aparece que el impacto ha sido desigual en función de la provincia que se trate y de las actividades económicas que preponderen en las mismas.
Para empezar se observa que en febrero de 2019, en términos interanuales, apenas 3 de las 24 provincias (incluida la Ciudad de Buenos Aires), han tenido un crecimiento en el empleo en el último año. Se observa que estas provincias son aquellas relacionadas con la actividad minera, uno de los pilares del actual modelo, como es el caso de Santa Cruz (+1,2%) y La Rioja (+1,4%), o con la actividad hidrocarburífera, como es el caso de Neuquén (+3,7%) con la explotación en el yacimiento de shale gas en Vaca Muerta.
Las provincias más castigadas en cuanto a empleo formal son en la Patagonia, Tierra del Fuego (-9,6%), las del noreste, Formosa, Chacho (ambas con -6,7%) y Corrientes (-3,4%), en el noroeste, Catamarca (-7,4%) y Santiago del Estero (-5,1%), en cuyo, San Luis (-4,4%), y en la región pampeana, Entre Ríos (-3,7%), La Pampa (-3,5%), Córdoba (-3,2%) y la Provincia de Buenos Aires (-3%).
Otras provincias golpeadas pero en menor medida son San Juan (-2,6%), la Ciudad de Buenos Aires y Tucumán (ambas con -2,3%), Jujuy (-2,2%), Misiones (-1,9%), Santa Fe y Rio Negro (ambas con -1,7%), Mendoza (-1,5%), Salta (-1%) y Chubut (-0,6%).
Como puede observarse, el impacto ha resultado a lo largo y ancho del país con contadas excepciones pero en términos asimétricos, afectando más a algunas provincias que a otras.
Fuente: Noticiauno