El Gobierno oficializó este jueves el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que establece la reestructuración de la deuda de corto plazo –llamado reperfilamiento , en tono de Cambiemos- con el objetivo de descomprimir las necesidades financieras en dólares.
La reestructuración establece el nuevo cronograma de pagos a partir del cual el ministerio de Hacienda hará frente a los títulos representativos de deuda pública nacional de corto plazo.
De momento, los Fondos Comunes de Inversión (FCI) de bancos ya están informando a sus clientes que no podrán retirar sus cuotapartes porque quedaron alcanzadas por este default selectivo. Y las calificadoras de deuda apuran reuniones para ver si cambian la calificación de la Argentina.
El otro punto a destacar es que el "reperfilamiento voluntario" deberá sí o sí pasar por el Congreso. Y no hay garantías de que llegue a tiempo la descompresión de los plazos para que las Reservas alcancen a navegar la tormenta.
El reperfilamiento, como llamó el Gobierno a la restructuración, obedece a la necesidad de adoptar “medidas preventivas, adecuadas y razonables, que interrumpan un proceso de deterioro económico que afecta adversamente a toda la sociedad y, especialmente, a los sectores más vulnerables e impacta sobre el proceso electoral en curso.”
El texto del DNU 596/2019, firmado por el presidente Mauricio Macri y los ministros, asegura que el Gobierno debió tomar esta decisión teniendo en cuenta que en 2018 la economía argentina fue afectada simultáneamente por una disminución en su capacidad exportadora, algo que atribuyó a fenómenos externos como la influencia del clima.
También, señala otra causa externa para justificar el mal desempeño de la economía durante la gestión de Cambiemos: “la reversión en los flujos internacionales de capitales producto de medidas exógenas de política monetaria, que ocasionaron una imprevista devaluación del tipo de cambio nominal frente al dólar estadounidense”.
Esa situación, según el Gobierno, dio origen a un estado de incertidumbre en los mercados financieros, puesta de manifiesto por la pronunciada y sostenida caída de los precios de negociación de los títulos representativos de deuda pública nacional, que se hizo evidente en el resultado de las recientes licitaciones del pasado 13 y 28 de agosto de Letras del Tesoro Nacional, que dejaron a la vista una marcada pérdida de acceso a nuevo financiamiento a través de los mercados.
Cómo será el cronograma de pago
1- El decreto establece un nuevo cronograma de pago y tira para adelante el grueso de la deuda de corto plazo. Según el nuevo esquema el Gobierno cancelará en las fechas de vencimiento previstas en los términos y condiciones originales de las letras el 15 por ciento del monto adeudado.
2- A los 90 días corridos del pago anterior, pagará el 25 por ciento del monto adeudado a la fecha del pago previsto en el apartado anterior, más el interés devengado sobre el saldo de dicho monto.
3- El saldo remanente se cancelará a los 180 días corridos del pago previsto en el apartado uno.
Exclusivamente en el caso de las Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos (Lecaps) que tengan vencimiento a partir del 1° de enero de 2020, el pago del saldo remanente luego del pago previsto en el apartado uno, será atendido íntegramente a los 90 días corridos de dicho pago.
La postergación de pago no alcanzará a los títulos representativos de deuda pública nacional de corto plazo cuyos tenedores registrados al 31 de julio de 2019 en la Caja de Valores sean personas humanas.
El DNU lleva la firma de Macri y los ministros Marcos Peña, Rogelio Frigerio, Guillermo Javier Dietrich, Dante Sica, Jorge Marcelo Faurie, Oscar Raúl Aguad, Alejandro Finocchiaro, Carolina Stanley, Luis Miguel Etchevehere, Germán Carlos Garavano, Patricia Bullrich y Hernán Lacunza.
Fuente: Pagina 12