Como contó Noticiauno, legisladores nacionales de Juntos por el Cambio, entre ellos los diputados entrerrianos Atilio Benedetti y Gabriela Lena, viajaron a Formosa para sumarse a la “gira contra los feudos” iniciada por la presidenta nacional del PRO Patricia Bullrich, y que tiene la finalidad -según los participantes- de “ponerle el cuerpo al régimen de Gildo Insfrán”, gobernador de ese distrito.
La participación activa de dirigentes macristas, en particular provenientes de las provincias de la región pampeana y claramente identificados con el lobby sojero, llevó a referentes de varios sectores –universitarios, de la iglesia local y hasta quienes son críticos del gobierno de Insfrán- a advertir que, en realidad, la escalada opositora “tiene otro trasfondo”.
Quienes se enrolan en esta hipótesis, afirman que está en marcha “una operación destituyente” contra “el único gobernador que se opone a la privatización de la Hidrovía” del Paraná, ya que “Formosa es la provincia cabecera del contrabando de cereales”.
Juan Lenscak, titular de la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Formosa, profesor de Filosofía, querellante en las causas de lesa humanidad, cuya mirada hacia algunos dispositivos del gobernador formoseño Gildo Insfrán es crítica, cree que es necesario enmarcar lo que está sucediendo en Formosa.
Tras repudiar los hechos represivos y de violencia institucional que se vieron en medios nacionales, y subrayar que “son inadmisibles”, el filósofo denuncia que “la provincia sufre una embestida de algunos sectores de la política nacional que copian métodos de otros países”. Allí encuadra a “lo más recalcitrante de la UCR y del PRO, más toda una parte del peronismo que se sumó a Cambiemos”, que “se montaron para generar un escenario de desestabilización local y a su vez para pegarle al gobierno de Alberto Fernández”.
Para entender lo que sucede en Formosa, Lenscak recomienda “poner las cosas en contexto”. En ese marco describe que “Formosa tiene los mejores indicadores sanitarios en esta pandemia y la peor publicidad nacional generada por medios hegemónicos. Y sobre esa estrategia se monta la oposición para erosionar a Fernández”.
Apunta que quienes participan de la “embestida opositora” son “los afectados por los operativos de la cartera de Seguridad de la Nación que en el último tiempo incrementó las incautaciones de granos transportados y comercializados de manera ilegal en el cruce de la frontera entre Formosa y Paraguay”.
La comercialización ilegal de granos hacia Paraguay y Brasil –que pasa por todas las provincias vinculadas al corredor litoral– forma parte de las hipótesis delictuales de las autoridades nacionales.
También el obispo de Formosa, José Vicente Conejero Gallego, hizo una advertencia similar. Primero repudió la represión. Luego afirmó: “Durante el macrismo, las represiones fueron frecuentes. Muy frecuentes. Si hubieran denunciado o manifestado dolor ante todos aquellos actos violentos, lo de Formosa hubiera sido totalmente razonable y coherente. Pero ver hoy esta declaración, contrastante con el silencio anterior, me hace firmar y aplaudir lo que dice un amigo cura: ‘se les ve demasiado el hilo de la careta’”.
La responsable política del Partido Comunista de la provincia del norte argentino, Soledad Yorg, ofrece también una mirada de alerta sobre la presencia de Cambiemos en Formosa.
“Eligieron Formosa no por casualidad”, asegura. Tras señalar que “el modelo sanitario de enfrentamiento a la pandemia tiene resultados indiscutibles” y que “Formosa es la provincia con menos muertos y contagios por COVID19 por millón de habitantes en todo el país”, la dirigente política afirma: “El gobierno de Formosa hizo lo que nuestro Gobierno Nacional no sabe, no puede o no se anima a hacer. Se le paró de manos al establishment de los agronegocios y de las exportaciones que necesitan la ruta al Paraguay disponible y abierta, como el curso del Río Paraná, para sacar sus producciones sin controles estatales casi en rango de contrabando”.
La concesión de la Hidrovía vence en poco más de un mes
La concesión de la Hidrovía Paraná-Paraguay, que vence el 30 de abril y no puede prorrogarse, fue otorgada durante el menemismo al grupo Hidrovía S.A. compuesta por Jan de Nul y EMEPA. El contrato de concesión no le permite al Estado conocer los detalles de las operaciones.
En innumerables oportunidades, Insfrán ha expresado su desacuerdo con “la licitación de puertos, la entrega del Paraná y la continuidad de la compañía belga Jan de Nul”, que draga las aguas para asegurar la navegación de millones de toneladas de granos de producción argentina sin ningún control estatal.
Fuente: NOTICIAUNO
