El informe que se daría a conocer esta semana ratificaría la postura de Uruguay y Botnia. Confirmarían “gran cantidad de incumplimientos” de Argentina.
En septiembre los presidentes Mauricio Macri y el uruguayo de Tabaré Vázquez acordaron difundir los informes y conclusiones del monitoreo medioambiental efectuado en los últimos cinco años alrededor de la pastera de UPM (ex Botnia) y que fue ordenado por el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya en 2010 que negó el reclamo argentino de relocalizar la planta de celulosa levantanda en la ciudad de Fray Bentos.
Desde entonces, los monitoreos conjuntos nunca se hicieron a pesar de que en agosto de 2010 se firmó el acuerdo entre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el expresidente de Uruguay José Mujica para realizarlos, y la población de Gualeguaychú jamás fue informada sobre los resultados de los controles.
Al asumir Mauricio Macri a la Presidencia, acordó con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez publicar esos informes y dar impulso a una suerte de laboratorio compartido.
Días atrás, la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) recibió los resultados de los monitoreos que se habrían realizado entre 2011 y 2015 alrededor de la planta de UPM y en la desembocadura del río Gualeguaychú.
La próxima semana, las Cancillerías de Uruguay y de Argentina revelarían finalmente la información oficial sobre el impacto de la planta de UPM y el río Gualeguaychú en el río Uruguay.
Los resultados corresponden a un total de 50 visitas y tomas de muestra a la planta de UPM (ex Botnia) y otras 50 a la desembocadura del río Gualeguaychú, a lo que se suman 32 ingresos al área de influencia en el río Uruguay, entre junio de 2011 y julio 2015.
Las muestras que se tomaron en la planta UPM y en el Río Gualeguaychú por parte del Comité Científico uruguayo-argentino, se enviaron a un laboratorio canadiense Pacific Rym, elegido por recomendación del citado Comité, integrado actualmente por los técnicos argentinos Mabel Tudino y Esteban Lyons y los uruguayos Eugenio Lorenzo y Gustavo Seoane.
Según medios uruguayos, se está a punto de “confirmar la información que desde hace años circula tanto en la CARU como en la Dirección Nacional de Medio Ambiente de Uruguay, pero que no había podido tomar estado público en forma masiva”: no hay en la planta de celulosa instalada frente a Gualeguaychú “factores ni elementos contaminantes o agresivos con el medio ambiente”.
El informe aseguraría además que la pastera “cumple con la normativa y que solo se registraron algunos pocos eventos puntuales de superación de Fósforo y en otra oportunidad de Ph, en la descarga de las piletas de pluviales”.
Estas cifras “coinciden con los registros de la DINAMA, que se pueden observar en su página web y también son similares a los registros de UPM, que se publican en su informe anual”. Es decir, el informe sobre los controles ratificaría la postura del gobierno uruguayo y la de la empresa finlandesa: “Botnia no contamina”.
Según la información a la que accedió NOTICIAUNO, “los resultados no son nada favorables para Gualeguaychú porque las muestras de la orilla argentina confirman una gran cantidad de incumplimientos a las normas comunes para el río Uruguay”.
Concretamente, “los análisis detectaron en el río Gualeguaychú valores entre normales y superiores a los admitidos, como por ejemplo en nutrientes (amoníaco y fósforo), metales como mercurio, cobre, zinc, cadmio, niquel, selenio, arsénico y hierro, además de sustancias fenólicas”.
La información se daría a conocer oficialmente esta semana, mientras la legislatura de Entre Ríos se apresta a derogar la ley provincial que actualmente prohíbe exportar madera con destino a la papelera contaminante.
Fuente: Noticiauno
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