“Yo no imagino nada. Me levanto a ver cómo le doy la vuelta a los desafíos, como la enorme mayoría de los seres humanos se levanta a ver cómo encuentra la vuelta”, sostuvo. Sobre el endeudamiento personal, fue tajante: “La mejor manera de fundirte es creer que lo que debería ser una tarjeta de compra, la transformás en una tarjeta de crédito", señaló en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Juan Carlos de Pablo es economista de larga trayectoria, doctor Honoris Causa de UCEMA, escritor de numerosos libros, columnista de diferentes periódicos, director inclusive del diario económico El Cronista y, además, tiene una relación de amistad con Javier Milei, con quien le gusta escuchar ópera.
¿Cuánto influye el tema político en el tema económico? Por un lado, las elecciones, pero por el otro lado, las denuncias de corrupción o de supuesta corrupción. ¿Creés que afecta la economía? ¿Y qué relación hay, si en realidad aparecen estas denuncias cuando la economía se la percibe débil? ¿Qué imaginás que va a pasar? ¿Cuál es tu propia visión del escenario más probable?
“Yo lo que escucho, a los que se levantan todos los días, es que no pueden pagar los créditos, y que la tasa de interés los está acogotando financieramente, que cada mes deben más. Esto vale para las pymes, para el que produce, como para la persona que no puede pagar la tarjeta de crédito, y le agregan tasas de intereses que lo único que hacen es empeorar sus posibilidades de pago. Ese problema de la vida concreta, de los que se levantan todos los días”, indicó.
¿Qué pasará después de las elecciones? “Me imagino dos escenarios. Un escenario es que las tasas bajan porque finalmente era un proceso de estrés económico por las elecciones. Terminan las elecciones, el resultado sea medianamente neutro, y las tasas bajan. O la otra: si las tasas no bajan, van a ser impagables, y en algún momento van a requerir que alguien licúe porque no las van a poder pagar. O sea, los deudores no van a poder pagar los créditos. Vuelvo a decir: el grueso de los créditos se paga. De cualquier manera, hay mecanismos. Esos mecanismos quieren decir: alargan las cosas. La licuación es la última herramienta. Porque otra cosa implica un shock inflacionario inesperado. ¿Vos me decís `usted tomaría eso`? No”, afirmó.
Ante la consulta que podría hacer una persona común, “¿me endeudo o no me endeudo?”, De Pablo recomienda: “¿Para qué te vas a endeudar? La mejor manera de fundirte es creer que lo que debería ser una tarjeta de compra, la transformás en una tarjeta de crédito. Pago mínimo... no, no, no. Un tipo que me hace esa pregunta... digo: hacé lo indecible. Lo indecible para terminar con todos los pagos, digamos, de este mes. Lo indecible porque las tasas de interés de las tarjetas son las más caras de todos los sistemas financieros.(…) Finalmente el consejo es: no te endeudes”.
Fuente: Perfil.