Así entiende el Presidente Macri la brutal caída del consumo en los últimos diez meses. Insólito argumento.
Las cifras del consumo de los últimos meses no son alentadoras: según mediciones privadas lleva diez meses de caída. La Confederación Argentina de la Medina Ampresa (CAME), que hace un seguimiento de ventas minoristas (calzados, indumentaria, bijouterie, restaurantes y relojería, entre otros rubros) registró una baja en octubre del 8 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior.
El Presidente Mauricio Macri considera que la fuerte caída del consumo obedece a que "mucha gente se stockeó a futuro por las dudas frente al cambio de Gobierno".
Una justificación insólita. Así lo reveló el diario Clarín.
El mandatario, preocupado por los números del consumo, “confía en que las ventas remontarán en las próximas semanas gracias al combo de aguinaldos, bonos de fin de año y a la suba de planes sociales”, afirma el diario.
En el registro cualitativo del macrismo, mucha gente está inquieta por saber si va a poder seguir consumiendo. El deseo va contra la idea de un sector del Gobierno que desde el cambio de manos del poder pedía enfriar la economía para bajar la inflación. Pero la inflación, al menos para Macri y su equipo de economistas, ya está controlada.
El Presidente se aferra a los números de otra encuesta. Ese sondeo dice que el 70% de las personas piensa que su situación actual es peor o igual que hace un año. Y se ilusiona con un dato complementario: el 68% de esos mismos encuestados asegura que en un año su situación económica será mejor.
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