Empleados de Sidecreer coparon anoche la cámara baja provincial. Exigieron respuestas sobre el proceso que enfrenta tarjeta. El oficialismo presentó un viejo proyecto para preservar las fuentes de trabajo pero no hablaron del vaciamiento ni de la privatización.
El recinto de la Cámara de Diputados fue protagonista de la primera manifestación en rechazo al proceso de privatización encubierta que lleva a delante el gobierno de Bordet.
Los trabajadores de Sidecreer, preocupados por su fuente laboral, si hicieron presentes con pancartas y pedidos que no tuvieron respuesta oficialista. Solo se limitaron a traer al recinto un viejo proyecto de Daniel Ruberto (FPV) sobre la preservación de las fuentes laborales de los empleados de la tarjeta. Nada dijeron sobre el tema de fondo y el jefe de la bancada oficialista, Juan José Bahillo (FPV) pasó a comisión el debate porque no estaba en agenda, en un intento de aplacar lo que NOTICIAUNO viene publicando desde el comienzo de semana.
Una vergüenza.
Recién se acuerdan de los empleados. Nada para decir del vaciamiento de la superavitaria Sidecreer, al menos hasta diciembre de 2015, según la información oficial. Y decidieron dormir el debate pasándolo a comisión cuando ya terminó el año legislativo en diputados.
El rumor sobre la privatización de la tarjeta de crédito provincial por su situación de quebranto, es hoy una realidad. Llamaron a Licitación Pública para conformar un “consorcio” que se quedaría con el mercado cautivo de Sidecreer.
Fuentes confiables indicaron a NOTICIAUNO que el objetivo de la operación es "entregarle a un inversor privado el mercado cautivo que tiene la tarjeta".
Sidecreer tiene 80.000 tarjetas para empleados públicos y 40.000 usuarios de esas tarjetas. Cada una tiene además un código de descuento con lo cual el pago para el inversor privado está asegurado de antemano.
Aunque producto del desfinanciamiento que tiene, Sidecreer no puede girar esos fondos que se descuentan mensualmente a los usuarios para cubrir en término el crédito de los comercios habilitados.
Porque Sidecreer está quebrada.
La tarjeta presta unos $ 40.000.000 mensuales al Gobierno provincial y al mismo tiempo debe hacer frente a los pagos a los comercios adheridos dentro de los 28 días.
Por ese motivo, llegó a financiarse con mutuales y financieras sospechadas por sus vínculos con el poder político que compraban los cupones y le cobraban a la tarjeta casi un 50% de interés por el adelanto para cubrir el déficit mensual.
Fuentes de la oposición que vienen advirtiendo las dificultades financieras por las que atraviesa Sidecreer, dijeron que la operación “es lisa y llanamente una privatización”.
El desfinanciamiento de Sidecreer que ascendería hoy a casi 150.000.000 de pesos “tiene su origen en el financiamiento de la campaña presidencial del exgobernador Sergio Urribarri”, denunciaron desde la oposición.
Sin embargo, marcaron claramente “la responsabilidad del actual gobernador, Gustavo Bordet, que prefiere privatizarla dándole un golpe muy duro a todos los entrerrianos”.
Anoche en Diputados, sin ningún tipo de contexto, a excepción de la denuncia de NOTICIAUNO del lunes, ingresó un proyecto de Daniel Ruberto para “preservar las fuentes laborales de los trabajadores de Sidecreer”, dijo el legislador. ¿Qué lo motivó? ¿Por qué anoche?
Eso fue lo único que el oficialismo tímidamente mostró en torno al debate de la escandalosa situación de la tarjeta provincial.
Fue la oposición, más allá de la negativa del oficialismo, quien planteó la preocupación.
El diputado Alejandro Bahler (Frente Renovador) recordó en la sesión que presentó un pedido de informe el 23 de noviembre sobre los pliegos de licitación para capitalizar Sidecreer. “Se me contestó el 29 diciéndome que los pliegos no estaban hechos y por lo tanto no podían ser facilitados, y unos días después sale el llamado a licitación”.
Señaló que se reunió con los trabajadores, que “se encuentran muy preocupados” por el riesgo que corre sus fuentes laborales, y consideró que “es inentendible que la tarjeta esté desfinanciada y que la hayan fundido”. Solicitó “traer al recinto a los responsables de la tarjeta y a las empresas que administran esta empresa”.
Luego tomó la palabra el diputado Alberto Rotman (Cambiemos), quien sostuvo que “los empleados de Sidecreer no pueden ser moneda de cambio de la mala gestión de algunos funcionarios”.
“Tenemos el récord de haber fundido Sidecreer, que tiene más de 70 millones de pesos de déficit”, sostuvo, y coincidió con Bahler: “Queremos que los responsables de esta situación vengan a rendir cuentas”. También instó a que la tarjeta “siga en manos del Estado”.
La vergüenza oficialista
El presidente del bloque del FPV, Juan José Bahillo, dijo que el tema de Sidecreer no estaba incluido en el debate de la sesión y que la iniciativa sobre la tarjeta pasó a comisión, donde “será debatida como corresponde”. Fin, hasta ahí llegó el oficialismo.
Pasó a comisión, cuando terminó el año legislativo en diputados, un debate clave sobre el futuro de una empresa superavitaria, que beneficia a miles de empleados y jubilados entrerrianos y que tiene en vilo a cientos de trabajadores.
Sin contar la profunda investigación que debe llevarse adelante ante el posible vaciamiento de millones de pesos y los negocios espurios con capitales privados que tienen relación directa con el poder político provincial.
Fuente: Noticiauno
