La ex presidenta Cristina Kirchner y Osvaldo “Bochi” Sanfelice están siendo investigados en una nueva causa, sospechados de haber lavado dinero de la obra pública en la compra y la explotación del Hotel Waldorf, ubicado en la calle Paraguay 450 de la Ciudad de Buenos Aires.
Según informaron en La Cornisa, se detectaron irregularidades en el libro de registro hotel donde figura que algunos pasajeros contrataron una misma habitación durante casi ocho años.
Esto puede verse, también, en la ampliación de denuncia que presentaron la diputada nacional Margarita Stolbizer y su asesora Silvina Martínez, quienes descubrieron que en los libros del Waldorf figuraban pasajeros que, en teoría, usaron una misma habitación durante 2795 días. Es decir, siete años y medio, entre enero de 2006 y septiembre de 2013.
Para la abogada Silvina Martínez la maniobra es clara: “Creemos que se han utilizado los nombres de estas personas para simular la ocupación de habitaciones ya que no sólo estas personas teóricamente las ocuparon durante siete años sino que además, por lo que indican los registros, habrían compartido alojamiento con pasajeros de otros países.
No solo resulta ridículo imaginar esta situación, sino que también es impensable que un turista se hospede y pague siete años seguidos la habitación de un hotel cuando con ese dinero podría haber comprado un departamento u otra propiedad”.
El juez que tramita la causa, Daniel Rafecas, está buscando el contrato original y el libro de Actas de Directorio número uno donde figura la composición de la sociedad. De esta manera, el jueves pasado mandó a allanar tanto la oficina de la escribanía donde Sanfelice tramitó la compra “en comisión” del hotel, como el domicilio del contador del establecimiento.
En el mismo acto, el magistrado aceptó a Stolbizer y a su asesora Silvina Martínez como “amicus curiae” o “amigos del tribunal”. Ellas no solo creen que el hotel no es de Sanfelice sino que sostienen que es de la familia Kirchner porque éste lo compró, en efectivo, en la misma época y a los mismos dueños del Alto Calafate.
También encontraron documentación que probaría que el Waldorf es una pantalla para lavar dinero de la corrupción proveniente de la obra pública. Por eso, Rafecas actuó de manera urgente, para evitar que los sospechosos hicieran desaparecer las pruebas luego de la ampliación de la denuncia que encabezó Stolbizer y su asesora.
El vecino de Paraná
Marcelo Javier Florenza, oriundo de Paraná, Entre Ríos, figura en los registros del Hotel Waldorf como pasajero de la habitación 901 en el periodo transcurrido entre el 1° de enero de 2006 y el 6 de septiembre de 2013. También, siempre de acuerdo a los registros del hotel, habría compartido y festejado la llegada del año 2009 en esa habitación con un matrimonio brasileño.
Según el periodista Luis Majul, La Cornisa se comunicó con Florenza y aseguró que efectivamente se hospedó en el Hotel Waldorf pero sólo durante pequeñas estadías para “asistir a cursos de traumatología o para ver la Copa Peugeot de Tenis”. Y fue contundente: “De ninguna manera me alojé durante tanto tiempo sin volver a mi casa de Paraná junto con mi familia”.
Consultado sobre si entonces sabía quiénes eran los dueños del Hotel Waldorf, dijo: “No estaba al tanto de quienes eran las autoridades del Hotel. Para mí se trataba de un lugar cómodo”.
Otros casos llamativos
En iguales condiciones que Florenza, un matrimonio de la provincia de Neuquén figura como huésped de la habitación 902 del Hotel de Sanfelice de manera ininterrumpida por más de 7 años. De acuerdo a los registros, se alojaron el 1° de enero de 2006 y dejaron la habitación el 5 de septiembre de 2013. En el año nuevo de 2009, la habitación doble se transformó en triple, ya que según los registros del Waldorf, un ciudadano japonés compartió el alojamiento con el matrimonio neuquino.
Martinez agregó: “No tenemos dudas de que la contabilidad del hotel estaba adulterada para truchar la ocupación de las habitaciones en el mismo periodo en el que recibían dinero de Odebretch, de Lázaro Baez y de Cristóbal López a través de empresas que están siendo investigadas por delitos de corrupción.”
La causa caratulada Cristina Fernández s/ lavado de dinero no se activó hasta las últimas horas. Fue porque Rafecas se había declarado incompetente porque estimaba que la causa debía ser incorporada al expediente Hotesur que tramitan el fiscal Gerardo Pollicita y el juez Julián Ercolini.
Ercolini acaba de citar a declaración indagatoria en esta causa a la ex presidenta; sus hijos, Máximo y Florencia; al propio Sanfelice; a su contador preso, Víctor Manzanares; su sobrina, Romina Mercado; Lázaro Báez y su hijo Martín.
Pero, tal como informó La Cornisa, el camarista Martìn Irurzún le pidió que apurara la investigación.
Ahora Rafecas se vio obligado a hacerlo y a aceptar como amigas del tribunal a Stolbizer y Martínez, quienes parecen contar con contundente documentación sobre el hotel Waldorf. La fiscal que lleva la causa es Paloma Ochoa, integrante de Justicia Legítima, a quien le adjudican cercanía con la ex presidenta.
Fuente: La Nación