La comparación entre el avance de los precios proyectado hasta diciembre y el cierre de las negociaciones paritarias muestra que este año el poder adquisitivo de la mayoría de los trabajadores no logrará recuperar lo perdido el año pasado e incluso en algunos casos profundizará el deterioro.
Según datos de la Universidad de Avellaneda, los 22 principales gremios, que incluyen a nueve de cada diez trabajadores registrados, obtienen este año una suba salarial promedio del 23,3 por ciento, en línea con la inflación esperada y algo por debajo del avance de precios que surge de proyectar hasta diciembre el período enero-agosto. Este comportamiento del salario explica en buena medida por qué el consumo interno no repunta.
Diversos indicadores muestran que el consumo continúa en terreno negativo.
Según la CAME, las cantidades vendidas por los comercios minoristas cayeron 0,3 por ciento en agosto frente a igual mes del año pasado y acumulan una baja anual de 2,6 por ciento para los primeros ocho meses del año.
El último dato del Indec muestra que en los supermercados las ventas a valores constantes (sin tener en cuenta la suba de precios) bajaron 1,2 por ciento en junio en la comparación anual (con caídas del 1,0 y 2,5 por ciento en abril y mayo, respectivamente). En los shoppings, la merma es del 5,1 por ciento en junio en la comparación anual (con bajas del 8,9 y 4,3 por ciento en abril y mayo). La consultora Scentia midió que la baja interanual del consumo en agosto fue del 2,8 por ciento y Kantar Worldpanel calculó una baja del 3 por ciento en el primer semestre.
El año pasado, el incremento de precios fue del 41 por ciento, mientras que el promedio de las paritarias cerró en el 33 por ciento, con una pérdida de entre 6 y 8 puntos en términos reales.
El informe de la Undav advierte que “sólo dos sectores no perdieron capacidad de compra real, la Asociación de Aeronavegantes en negociación con Latam y el Sindicato del Personal de la Industria de la Carne, ambos con un aumento del 42 por ciento”.
“Entre las que más perdieron se encuentra la Unión Obreros y Empleados Plásticos (Uoyep), que negoció con la Cámara de la Industria Plástica un aumento del 24 por ciento, mientras que gremios considerados ´más fuertes´, como Smata, UOM y Uocra tuvieron paritarias del 33, 33 y 2 por ciento, respectivamente.
Los estatales nacionales representados por UPCN tuvieron en 2016 aumentos en torno al 31 por ciento; los judiciales, del 34 por ciento, y los docentes bonaerenses, 34,6 por ciento”.
En 2017 el panorama para los gremios es mejor pero no alcanza a recuperar lo perdido el año pasado e incluso en algunos casos se profundiza el deterioro salarial.
El relevamiento de expectativas de mercado que elabora el Banco Central ubica la inflación para todo el año en el orden del 22/23 por ciento, lo que supone una inflación bianual del 73 por ciento.
En tanto, si se anualiza la suba de precios observada en ocho meses, el incremento a fin de año estará en el 25,2 por ciento, lo que implica que la inflación de 2016 y 2017 sería del 76,5 por ciento.
Tomando en consideración el período 2016/2017 “entre los sectores que mostrarían una mejora se encuentran la Asociación Argentina de Aeronavegantes (104 por ciento de incremento), la Federación de Trabajadores Aceiteros que logró un aumento total del 82 por ciento y el Sindicato del Seguro, con el 78 por ciento de paritarias acumuladas en dos años”.
En cambio, la mayor pérdida de poder adquisitivo se observa en los portuarios, plásticos, panadería, inmobiliaria, construcción y periodistas. En total son 18 sectores los que peligran terminar el segundo año completo de la nueva gestión de gobierno con pérdidas salariales respecto a la inflación”, agregan los economistas de la Undav.
Incluso sin establecer ninguna proyección, “la inflación de 2016 más la acumulada hasta agosto de 2017 arroja un 65 por ciento de suba de precios, con lo que en septiembre 14 sectores deberían volver a discutir ajustes salariales, ya que se está produciendo una pérdida de poder adquisitivo”, agregan.