A esta hora desconocemos su identidad. Pero de lo que estamos seguros es que si ese cuerpo llegara a ser de Santiago Maldonado, el gobierno nacional, sus medios masivos de propaganda y su ejército de servicios de inteligencia de todo pelaje ya están pergeñando todo un "relato" con el objetivo de "cerrar" una coartada en la que queden lo más indemnes posible la Gendarmería, todo el elenco, el juez Guido Otranto y la fiscal Silvina Ávila. Y que se revictimice a las víctimas, Santiago Maldonado y los miembros de la comunidad mapuche.
Inusitado despliegue de tropas para realizar dos rastrillajes en donde se encontró... nada
Si se confirmara que ese cuerpo es de Santiago, hasta un pibe de 10 años medianamente informado se preguntaría qué es lo que pasó con los rastrillajes realizados en ambos márgenes y dentro del mismo río Chubut por centenares de efectivos que supuestamente se dedican a eso. Los buzos ya habían rastrillado el lugar el 5/8 y el 16/8, además el 8/9 se inició un operativo sobre el río Chubut que duró varios días, y el 18/9 se realizó otro más. Todos suspendidos por la falta de resultados y por sugerencia de los propios especialistas.
El viernes 8 de septiembre el juez Otranto puso en escena a un convoy de patrulleros de la prefectura, policía federal, buzos tácticos, gomones y un helicóptero. 300 efectivos "altamente capacitados para la búsqueda de personas". "Los rastrillajes serán río abajo, hasta que la Prefectura diga que ya no es necesario", le dijo Otranto a todos los medios.
Diez días después, el 18, el juez luego caído en desgracia realiza un megaoperativo cortando la ruta 40, entrando a allanar la Pu Lof con: "Tres helicópteros, drones y efectivos del GEOF y del GE 1 (Policía Federal), de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y del grupo Albatros (Prefectura) participarán del operativo. El despliegue también incluyó buzos tácticos de la Prefectura y de la Policía Federal; unidades de Infantería, de Caballería y grupos especial de acampe con vehículos todoterreno. Al operativo de búsqueda se sumaron 16 canes entrenados en seguimiento de rastros cadavéricos y de personas" según divulgó en distintos medios. El despliegue tuvo como uno de los objetivos centrales volver a pisotear y a humillar a los miembros de la comunidad mapuche, varios de los cuales estuvieron esposados durante más de 12 horas como relata Julio Saquero de la APDH en un largo reportaje realizado en este diario.
Pero no podemos olvidarnos de todas las versiones que se pusieron en juego desde el gobierno y los medios oficialistas, para desviar la responsabilidad que le cabía a la Gendarmería y el propio Estado.
"No hay indicios que Santiago haya estado en el lugar de los hechos"
Patricia Bullrich acompañada por horas y horas de aire televisivo y radial de "periodistas" propagandizando a través de los medios dominantes, siempre pusieron en duda que Santiago hubiera estado en la Pu Lof el 1 de agosto en ocasión de la represión y persecución de la Gendarmería. Ahora deberían tener un nuevo relato, dejando para el olvido esa patraña.
El cuento del puestero
La otra que usaron era la historia de que Santiago participó de un asalto a la casa de un puestero de Benetton, el 22 de julio. Y que allí habría sido alcanzado por un cuchillazo. Pronto se demostró que la sangre que tenía el facón del puestero se demostró que no era de Santiago, y quizás ni siquiera de un ser humano.
Chile
"Se fue a Chile". Tres metros de nieve y caminos a los que solo se podría acceder con un importante despliegue de personas e insumos que sería imposible no ser descubiertas por las fuerzas estatales argentinas o chilenas. Sin embargo, la propia Elisa Carrió, embriagada por los votos, se le "chispoteó" una vez más frente a las incisivas preguntas de Marcelo Ramal: "un 20% de probabilidades de que esté en Chile", diciendo lo que se decía hasta el día de hoy en la cocina de Cambiemos. La candidata estrella del oficialismo después la quiso arreglar diciendo que era un "palpito" (raro palpito con porcentajes). ¿Qué irían a decir de ahora en más? O, como decía este martes una placa de Crónica TV después de un reportaje que le hicieron a Myriam Bregman: "¿Por qué viajan (Bullrich y Avruj a Esquel) si decían que estaba en Chile"?
"A las autopsias las carga el diablo"
La frase es de Octavio Crivaro desde Rosario. Él, como referente del PTS y el FIT, estuvo acompañando en su lucha a los familiares de varios casos de gatillo fácil perpetrados por la policía santafesina, como el del joven Franco Casco. "La nueva autopsia realizada al cadáver de Franco Ezequiel Casco, el joven de 20 años que desapareció el 7 de octubre tras estar demorado en la comisaría 7ª y cuyo cuerpo fue hallado por Prefectura Naval el jueves pasado, flotando en el río Paraná, no permitió determinar la causa fehaciente de la muerte ni si cayó al agua con vida", informaba el diario La Capital (4/11/14).
Entre los abogados rosarinos se sabe algo por experiencia: cuerpo tirado al río y sin rastros, fue una fuerza de seguridad.
"Hipótesis" y plantar pruebas
En estos 76 días, el gobierno, los servicios y sus medios ya empezaron a ensayar "hipótesis" para salvar a los gendarmes, a Noceti/Bullrich y al juez Otranto, en el caso de que este cuerpo hallado fuera de Santiago. De confirmarse no quepa la menor duda que van a ir por más. Desde que le agarró una hipotermia y se desvaneció, hasta que fue alcanzado por una piedra de los propios mapuches que huían de la embestida represiva, y hasta lo más siniestro: los propios mapuches lo tiraron bajo el agua.
¿Quién puede negar de que una fuerza de seguridad puesta en vilo por la desaparición forzada de Santiago Maldonado, amparada por lo más alto del poder del Estado y mediático, no tiene la suficiente impunidad hasta para "plantar" un cadáver?
Gendarmería bancada por el poder político, una fuerza capaz de todo
Los que estuvimos acompañando a los trabajadores de Lear en 2014 supimos en forma directa cómo la Gendarmería arma causas para incriminar a sus víctimas. Lo del "gendarme carancho" protagonizado por un comandante de Gendarmería, Juan Alberto López Torales, puede parecer gracioso, pero marca un proceder sistemático de una fuerza que cuenta con un servicio propio de inteligencia, como denunciamos con el Proyecto X y ahora con la nueva denuncia de Myriam Bregman donde se demuestra cómo espían hoy a la familia de Santiago y a los miembros de la APDH de Esquel, con el aval del Ministerio de Seguridad.
El propio diario La Nación da cuenta el último sábado de cómo Pablo Noceti le avisó con anticipación a los comandantes de los escuadrones de Esquel y El Bolsón de que el juez había ordenado ir a verificar las camionetas que habían participado en el operativo represivo del 1 de agosto. Las camionetas fueron todas lavadas.
No tienen ningún escrúpulo
Es una cuestión de clase. Son los representantes de la misma clase social que realizó la masacre en masa de toda una generación de luchadores, 30.000 detenidos desaparecidos y casi 700 asesinados por la Triple A antes del golpe de 1976.
"Se fue a Chile"; "Se cortó el pelo en San Luis"; "Está en Salta", y cientos de mentiras más hacen recordar aquello que se escuchaba a fines de los setenta y hasta la caída de la dictadura: "los desaparecidos están en Europa".
La persecución y el espionaje que le hace el cuerpo de inteligencia de Gendarmería a la familia y las campañas en redes para desprestigiar a Sergio Maldonado, recuerdan a la criminalización de los familiares de los desaparecidos.
Probablemente ahora se venga con todo el "por algo habrá sido", poniendo Santiago como responsable de su propia desaparición o muerte.
Como dijimos al principio, al escribir esto no teníamos el dato de que el cuerpo encontrado en el río Chubut fuera el de Santiago Maldonado. Pero nada ni nadie va a poder esconder que el destino de Santiago estuvo ligado a una arremetida represiva, dirigida por Pablo Noceti quien azuzó a los comandantes de Gendarmería de la zona con la necesidad de "acabar con la R.A.M.", que los gendarmes entraron a la Pu Lof pese a haber despejado la ruta 40 cortada por 4 o 5 manifestantes, que varios de ellos bajaron al río a perseguirlos como criminales bajo los auspicios de los grandes terratenientes como Benetton y el amigo de Macri Joe Lewis. Santiago Maldonado estaba ahí. Todo lo que le haya sucedido es pura y exclusiva responsabilidad de Patricia Bullrich, Pablo Noceti y la Gendarmería Nacional Argentina.
Entretanto, una sugerencia: no creer en nada de lo que venga el Estado y los medios oficialistas.
Autor: Guillo Pistonesi - PTS
Fuente: La Izquierda Diario