El ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, estuvo este miércoles en Paraná presentando el Plan Nacional de Transporte. En la oportunidad, y tras afirmar que el gobierno "comparte con los empresarios que todas las obras que estamos haciendo en el país impactan positivamente en su actividad”, Dietrich ratificó el lugar donde se construirá el puente Paraná – Santa Fe y dio por cerrado el tema.
Los vecinos que resultarán afectados por la traza de las obras complementarias vienen advirtiendo la falta de estudios de impacto ambiental y el riesgo que el lugar definido implica para el túnel subfluvial ya que modifica sus condiciones de seguridad y consolidación, y piden replantear la traza.
Sin embargo, el funcionario relativizó el reclamo con argumentos políticos y anunció que el gobierno apunta "a que la licitación sea en el último semestre de este año y que la obra comience a principios de 2019".
Según Dietrich, el tema "ya ha sido aclarado".
“Además, se viene trabajando muy bien con la Municipalidad y con el Gobierno de la provincia, pero lamentablemente pasa en estas obras que estamos haciendo porque nunca se hicieron que siempre hay alguien que quiere generar un poco de ruido", dijo.
"Son falsos los planteos que hicieron en cuanto a expropiaciones que tenemos que hacer de zonas urbanas, donde hay casas de personas o un club. Lo que respecta al club es solo una partecita, donde hay un terreno baldío. Esto se viene trabajando muy bien con la intendencia de la ciudad y con la Gobernación de la provincia, lo mismo con la ciudad de Santa Fe y con el Gobierno de Santa Fe", agregó.
Los vecinos no fueron recibidos por Benedetto
El mismo día de la visita de Dietrich, estaba prevista una reunión entre el ministro de Planeamiento de la provincia, Luis Benedetto, y los vecinos y ambientalistas nucleados en la agrupación “Despierta Paraná” que vienen expresando su rechazo a la traza del enlace definida por el gobierno nacional, pero el encuentro fracasó porque el funcionario no pudo atenderlos, lo que fue considerado como “un desplante” que generó indignación.
Entre los argumentos que vienen señalando hace un tiempo los afectados, destacan que el lugar donde está planeado construir el puente es "una invasión ambiental al territorio del ejido de la ciudad de Paraná que se pretende atravesar con una autopista de 120 metros de ancho, afectando a unos 20 barrios, lo que impedirá el desarrollo hacia ese sector". Y que “la Toma Vieja tenderá a desaparecer y esto dividiría Paraná”.
El reconocido dirigente ambientalista que integra el Foro Ecologista de Paraná, Daniel Verzeñassi, afirmó que “existen muchas razones, por lo menos 15, de por qué no se puede realizar en ese lugar el puente". Es "una obra que modifica sustancialmente el ambiente, que ha cambiado condiciones de seguridad y consolidación del túnel subfluvial”, aseguró. Además recalcó que es una "obra de infraestructura que no tiene como destinatario el interés regional sino el interés de las corporaciones", conlcuyó.
Fuente: Noticiauno