El proyecto de reforma constitucional que impulsa el gobernador Miguel Lifschitz entrará en la recta final esta semana cuando el mensaje del ejecutivo llegue a la Legislatura donde deberá reunir una mayoría especial para que prospere: 34 diputados y 13 senadores.
Todo indica que la Cámara de origen será la de Diputados donde el oficialismo cuenta con un núcleo duro de 25 legisladores y sondean voluntades en el interbloque peronista que en definitiva tiene la llave de la reforma.
En el Senado, dominado por el peronismo con 11 de las 19 bancas, la incertidumbre es aún mayor. La mayoría admitió estar a favor de la reforma y de la reelección del gobernador aunque patearon la pelota para adelante a la espera del congreso partidario.
Por ello, a modo de prólogo de lo que será la discusión en la Legislatura, Lifschitz se mostró con 250 intendentes y jefes comunales de distintos partidos que avalaron el proyecto oficial de reforma.
"Cada uno expresa con claridad, desde su lugar, las coincidencias en relación al impulso de la Reforma Constitucional en Santa Fe, provincia que, como ninguna otra, tiene una tradición constitucionalista" sostuvo el gobernador en su discurso.
"Queremos que le garantice a Santa Fe soberanía política, independencia económica y justicia social", indicó el socialista en un claro guiño a las banderas históricas del peronismo.
De hecho, el intendente de Gálvez, Mario Fissore, quien habló en nombre del Foro de Intendentes Peronistas subrayó: "Nuestro compromiso de ser partícipes de este proyecto, que seguramente va a ser el más trascendente del 2018".
Algunos intendentes justicialistas estaban tan entusiasmados con las palabras del gobernador que remarcaban la ironía de que sea Lifschitz quien impulse una reforma peronista.
La "asamblea", como definió el gobernador al acto con los mandatarios locales, culminó con la firma de un acta donde los asistentes pusieron de manifiesto la voluntad de acompañar la reforma pocas horas después que Lifschitz reuniera a las máximas autoridades partidarias con representación legislativa para entregarles el proyecto.
Este escenario complica las aspiraciones de la alianza Cambiemos, que tras las derrotas provinciales de la mano del exMIDACHI, Miguel Del Sel, logró dos triunfos nacionales (Macri 2015 y las legislativas del año pasado), tenían la esperanza de quedarse con el gobierno de Santa Fe.
La sinergia de socialistas y peronistas ponen en jaque al macrismo santafesino, que ya no cuenta con el apoyo de importantes dirigentes del radicalismo para afrontar las elecciones del 2019.
A fines del año pasado, dirigentes radicales de todo el país se reunieron en Setubal, Santa Fe, convocados por el histórico alfonsinista Luis Alberto “Changui” Cáceres, uno de los protagonistas del "Alfonsinazo" de las elecciones de 1985. Cáceres, que viene señalando el “papel lamentable que desempeña la UCR dentro de Cambiemos”, eligió un lugar emblemático para “debatir el presente y el futuro” del centenario partido: la laguna de Setúbal, donde hace casi cincuenta años nació la Coordinadora.
Luego del encuentro, del que participaron unos 400 hombres y mujeres, entre ellos varios "herederos de Alfonsín" como el cordobés Carlos Becerra y el bonaerense Juan Manuel Casella, redactaron un documento con un título dedicado a los correligionarios que defienden la alianza con el PRO sin discusión: "Los radicales somos la UCR".
Fuente: LPO