La investigación que lleva adelante el equipo docente de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) conducido por Graciela Mingo y Elisa Sarrot, sobre el “Trabajo en el sector del Comercio” en el aglomerado Gran Paraná, destaca la importancia del sector comercial para la economía local, pese a la falta de políticas públicas y a la crisis que atraviesa, en particular debido a la caída del consumo y las ventas y a los aumentos exorbitantes de tarifas que obligó al cierre de varios locales. Asimismo revela que “el aglomerado Gran Paraná tiene un 28,2% de trabajadores estatales”, “un 69,9% de trabajadores del ámbito privado y un 1,8% que se desempeñan en el sector mixto”. Sólo la rama del Comercio emplea al 12,8% de trabajadores. Y dentro de ese sector, más de la mitad son asalariados (53,3%) y el resto son cuentapropistas o autónomos y patrones o empleadores. Estos últimos, que superan el 40% del total, son "pequeños locales que no poseen capacidad económica como para contratar personal”.
De los datos preliminares del trabajo al que accedió NOTICIAUNO, surge que el Comercio minorista y mayorista “representa el 18,9% del valor agregado bruto provincial –según los últimos datos del 2014- y se ubica, en cuanto a trabajadores dependientes que nuclea como la segunda actividad económica”.
En efecto, el Comercio emplea “al 12,8% de los trabajadores del Gran Paraná, luego de la Administración Pública, Defensa y Seguridad Social que nuclea al 21,3% del total”.
Las responsables de la investigación señalaron que “se ha trabajado poco sobre este sector siendo que constituye un empleador enorme y de hecho suele representar la mayor proporción de empleo en numerosos países, como también ocurre en el nuestro”.
Además, el comercio “ha sido un facilitador de la incorporación de mujeres a muchos puestos de trabajo”, destacaron las investigadoras.
El estudio explica que “décadas atrás, según la Organización Internacional del Trabajo, las formas contractuales en el sector del comercio fueron estables pero, en este nuevo escenario, la realidad laboral ha mutado” y hace que “una parte importante de los trabajadores tengan contratos temporales”. Esta situación “se prolonga en el tiempo haciendo que el empleo temporal y a tiempo parcial, haya alcanzado cierto grado de aceptabilidad en el sector del comercio, y especialmente en el comercio minorista”.
“El Gran Paraná es un aglomerado cuyo perfil ocupacional se concentra en el empleo público, predominantemente dependiente de las administraciones centrales del gobierno provincial y municipal, donde además hay que ponderar la actividad de la Enseñanza (11,5%) mayoritariamente conformada por trabajadores del sector educativo de gestión estatal, más parte de la rama Servicios Sociales y de Salud que tiene otro componente de trabajadores estatales”.
En síntesis y según datos de la Encuesta Permanente de Hogares correspondientes al primer trimestre de 2017, “el aglomerado Gran Paraná tiene un 28,2% de trabajadores estatales”.
“El resto de la sumatoria muestra un 69,9% de trabajadores del ámbito privado y completa un 1,8% que se desempeñan en el sector mixto”.
Precisamente la rama de actividad del comercio es la que emplea al 12,8% de trabajadores.
Dentro de ese universo, el sector se conforma en más de la mitad por trabajadores asalariados (53,3%), pero existe un alto porcentaje de no asalariados en locales considerando a cuentapropistas o autónomos y patrones o empleadores (46,7%), agrega el informe.
“El nivel de cuentapropista supera el 40% y se trata de pequeños locales que no poseen capacidad económica como para contratar personal”.
Sobre la informalidad de los trabajadores del sector comercial, las docentes remarcan que existe un 35,2% de asalariados que no tienen aportes al sistema de la seguridad social.
Sin embargo, “la precariedad laboral persiste en los trabajadores cuentapropistas no profesionales, las empleadas domésticas, los trabajadores de la construcción, los changarines, los vendedores ambulantes, los trabajadores eventuales y los beneficiarios de planes sociales”.
Se trata de sectores recurrentes del mercado de trabajo que históricamente se ven informalizados, y ni los planes de registración de empleo ni los controles laborales logran retrotraer estos índices de trabajo “en negro” que se han mantenido al menos en los últimos 5 años, según las investigadoras.
Fuente: Noticiauno