El gobierno de Mauricio Macri envió al Congreso a fines del año pasado –y se aprobó- un Presupuesto para 2018 con una inflación prevista del 10 por ciento, pero la meta fue “recalibrada” unos días después al 15% (50 por ciento más). Esa meta “corregida” quedó claramente pulverizada en los pronósticos de las consultoras y equipos económicos de universidades privadas.
"En un contexto financiero más adverso que el mes pasado, tras una depreciación significativa del peso, los resultados del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) indicaron un aumento en las expectativas de inflación, proyectando hacia delante un sendero de reducción de la inflación para los próximos años", comunicó el Banco Central.
La corrección que determinó el salto del tipo de cambio en un 22% en los 31 días de mayo no tardó en manifestarse en una suba de 5,1 puntos porcentuales en la proyección de inflación para todo el año comunicada el mes anterior, por parte del promedio de los 52 participantes del REM de mayo, a 27,1%, casi al doble de la meta que por ahora Hacienda mantiene como inamovible (y casi el triple de la que fue aprobada por el Congreso).
El pronóstico del mercado ya casi duplica la meta por ahora inamovible del 15% que se fijó el Ministerio de Hacienda y que la autoridad monetaria confía en poder tender como ritmo anual hacia el cierre de este año
La inflación núcleo, esto es la no afectada por factores estacionales ni administrados por el Gobierno, también acusó el efecto del nuevo escenario, se aceleró en 5,3 puntos porcentuales, hasta 25,1% interanual, respecto de la previsión del mes previo.
Los analistas coincidieron en destacar que, pese a las negociaciones que decidió el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional, para despejar temores de stress en la cobertura de las necesidades de financiamiento del déficit fiscal y otros compromisos, los efectos de la devaluación de los últimos dos meses también obligaron a modificar el pronóstico de inflación del año próximo.
Fuente: Infobae