El Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi” considera un grave error ceder el control de TRANSENER en el momento clave del nacimiento de una nueva etapa eléctrica en la Argentina. Afortunadamente, el error puede todavía ser reparado si se actúa con honestidad intelectual, sin vanas obstinaciones y con grandeza política.
El ex secretario de Energía y Presidente del IAE Jorge Lapeña, calificó de "ideológica e irracional" la postura del Ministerio de Energía de querer vender las acciones estatales por creer que "aquello que pueda ser realizado por un privado no debe ser realizado por el Estado", como justificó la cartera de Aranguren.
Las autoridades del Instituto afirmaron contar con el respaldo unánime de la Unión Cívica Radical para defender "esta estratégica compañía que es superavitaria y tiene recursos humanos de altísima calidad que no existen ni en el sector privado ni en la academia ni en el Estado". De hecho, el presidente del Comité Nacional, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo; junto con los presidentes de los bloques legislativos, el senador Angel Rozas y el diputado Mario Negri, ya se habían pronunciado al respecto.
El Gobierno por ahora permanece impermeable a los cuestionamientos de su principal socio político y avanza con la privatización. Ya se contrató a la consultora Price para que se haga cargo de la venta y en un máximo de dos meses estarían los pliegos, confirmaron a LPO fuentes de la cartera que conduce Aranguren.
Autoridades del Instituto Argentino de la Energía
Los radicales advirtieron que durante la década del 90', la privatización del transporte eléctrico fue uno de los mayores fracasos, ya que los privados no realizaron las inversiones correspondientes y se generaron importantes cuellos de botella. Además, sostuvieron la posibilidad de un mayor encarecimiento de tarifas si el nuevo prestatario contrata los servicios de un operador con experiencia en el sector -como generalmente ocurre- para que lo asesore en el manejo técnico de la compañía.
"No necesitamos que vengan los chinos a enseñarnos a manejar la empresa, Transener tiene la mayor intelectualidad eléctrica del mercado", manifestó el Vicepresidente del instituto Gerardo Rabinovich, ante las informaciones acerca de que los asiáticos llevarían la delantera entre los interesados en la compra del activo público que también incluye a dos empresas colombianas.
Por otro lado, sostuvieron que de esta manera se estaría transfiriendo un fenomenal negocio a un privado cuando ese dinero podría quedar en las arcas públicas. "En los próximos 12 años el sistema eléctrico se duplicará, la empresa no tiene otro destino que crecer e incrementar sus ingresos", subrayaron.
El motivo de esta enorme ampliación del sistema de transporte eléctrico recae principalmente en los 14.000 MW estimados en energías renovables que van a realizarse y que, como anticipó este medio, el tener un factor de carga muy por debajo del promedio obliga a realizar una mayor cantidad de líneas de alta tensión.
Este tipo de energía tiene un ritmo de generación eléctrica muy inestable producto de sus características naturales que dependen de factores exógenos como el viento y el sol. Por eso, aunque en promedio tengan un porcentaje de generación muy inferior al de otro tipo de energías, sus líneas de alta tensión deben hacerse por el 100% de su potencia instalada, ya que si bien son pocos, habrá momentos donde operen a máxima capacidad.
A su vez, al ubicarse en lugares inhóspitos lejos de los grandes centros de consumo de energía, las líneas previstas tendrán una extensión considerable. Ya para este año, el Gobierno lanzará la construcción de ocho líneas transmisoras mediante el programa de participación público-privada (PPP) por 2175 kilómetros que requerirán una inversión de 3.000 millones de dólares.
Al ser Transener el concesionario y operador del sistema, cobra por este servicio un 3% de la inversión requerida para cada línea sin contar los servicios de consultoría que generalmente ofrece. Este escenario de expansión multiplicará sus ingresos, otorgándole una facturación adicional de 90 millones de dólares anuales solamente por las líneas a licitarse este año.
En 2017, la firma registró una ganancia de $2.375 millones gracias a la recomposición tarifaria integral y multiplicó por 10 el precio de sus acciones.
En el caso de que se privatice la transportista, el IAE alertó que el Tesoro Nacional deberá aumentar las transferencias corrientes que realiza a Enarsa, que dejará de contar con los ingresos de Transener. De esta manera, "se profundizará el déficit fiscal que deberá ser cubierto con deuda externa a un mayor costo de financiero", destacaron los economistas del IAE.
Si bien el Gobierno avisó que espera obtener unos 350 millones de dólares por la venta del paquete accionario, los radicales aseguraron que la venta no repercutirá en ingresos genuinos a las reservas del Banco Central porque el decreto 882/2017 prevé la aceptación como medio de pago de los certificados de deuda con generadores originados en el programa FONINVEMEM. En suma, la transacción se realizaría mediante bonos de deuda pública como muchas otras privatizaciones que se hicieron durante los 90'.
Fuente: LPO