En el marco de la causa que investiga los vínculos de la gestión a cargo del intendente Sergio Varisco (Cambiemos) con la banda dedicada al narcotráfico liderada por Daniel “Tavi” Celis, una empleada del área administrativa que trabaja de noche en la Unidad Municipal Nº 2 de Paraná (dependencia a la que pertenecen los camiones municipales en los que se repartió droga), declaró el pasado jueves ante el juez federal Leandro Ríos en carácter de testigo y ratificó y explicó varios audios que figuran en las escuchas de la Policía Federal, donde le reclama a la funcionaria de Seguridad municipal y policía Griselda Bordeira -con prisión preventiva- contratos municipales por haber trabajado en la campaña electoral de Cambiemos junto a los allegados de Celis.
La testigo es Nilda Raquel Luna (“Paca”), quien ya cumplió una pena de prisión por un hecho vinculado al narcotráfico, y conoce a Varisco desde hace por lo menos dos décadas, ya que es una antigua militante de la seccional Tercera de la Unión Cívica Radical.
Además de relatar que la funcionaria municipal Griselda Bordeira “vendía droga” y "tenía trato” con dos jefes narcos a quienes “les daba protección para que ellos pudieran vender droga tranquilos a cambio de plata que recibía de ambos", como contó NOTICIAUNO, Luna reveló detalles que muestran los vínculos íntimos -y de confianza- que existían hacia el interior de la organización narcocriminal.
Según consta en el acta de declaración testimonial a la que accedió NOTICIAUNO, Luna aseguró que “Bordeira tenía una relación amorosa, de amante, con (“Tavi”) Celis”.
Que esa relación era conocida por “la Piqui” (Fernanda Orundes Ayala, una de las parejas de Daniel “Tavi”Celis, que fue procesada en julio de 2017).
“Piqui la tenía amenazada a Bordeira que si no le solucionaba el tema del contrato (en la Municipalidad) que había perdido cuando quedó detenida (en la causa de la avioneta) y le daba dinero, la Piqui iba a mostrar públicamente esos mensajes y audios”.
De acuerdo a Luna, esos mensajes y audios “tenían alto contenido sexual entre Bordeira y Celis, que comprometían a Bordeira”.
Además, Luna, que aparece en las escuchas con fuertes recriminaciones a Bordeira por promesas incumplidas de la campaña en la que trabajó junto a la gente de Celis para Cambiemos, contó al juez federal que “hace muchos años ella (por Bordeira) me contó y contaba a todo el mundo que era la novia de Varisco y que ella se peleaba con él, se ponía depresiva y un día terminó internada en la clínica Sel, en calle 25 de junio”.
Dando cuenta de la amistad que la unía a Bordeira (fruto de la cual conoce todo lo que contó), Luna relató que “me llamaron a mí para que fuera a verla a ese lugar. Cuando llego, la veo a Griselda que estaba mal y nadie la iba a ver, le llevé ropa y la iba a ver cada vez que podía hasta que le dieron el alta, a último de su internación apareció la madre de Bordeira. Por eso yo me refiero a que no tiene memoria (en los audios en los que recrimina), porque yo estuve con ella cuando más me necesitó, como termino de explicarlo”, dijo.
Antes de finalizar su declaración, Luna aportó voluntariamente otro dato a la causa. Dijo que “un empleado que tiene Bordeira que se llama Iván, que es muy cercano de ella, me dijo que ella guardaba cosas y plata en el cementerio que está en la zona del Paracao”.
Recordó un episodio donde lo encontró al secretario de Bordeira -de nombre Iván- a la vuelta de su casa y le preguntó “qué pasó con el perro”.
“El perro es el chofer (de Bordeira)”, aclaró.
El secretario de Bordeira le comentó entonces que el chofer “se fue porque había visto cosas que no le gustaban, y ahí es que le dijo que Bordeira guardaba plata en ese cementerio, en una tipo casita de madera que hay ahí”, concluyó.
Fuente: Noticiauno