Algunos aspectos de la denuncia que la ministra de Salud, Sonia Velázquez, interpuso ante la Unidad Fiscal de Violencia de Género tras las agresiones por parte del diputado provincial José Allende (PJ) en un acto político la semana pasada, fueron publicados por Análisis Digital este jueves. La funcionaria no se circunscribió a ese episodio, sino que relató pormenores de una situación de hostigamiento por parte del también titular de UPCN que data desde la integración de Velázquez al gabinete de Gustavo Bordet. Los mensajes de texto, llamados, amenazas e insultos que describió con angustia la funcionaria motivaron que se impusiera a Allende una orden de restricción. Este lunes, el fiscal Leandro Dato confirmó a NOTICIAUNO que se están “produciendo las pruebas y tomando las medidas necesarias” en el marco de la causa penal contra el diputado y que se presentaron pruebas y testigos de hechos anteriores al episodio que tomó estado público tras la publicación de este medio.
La situación de la ministra de Salud, Sonia Velázquez, respecto de las amenazas y hostigamiento que viene sufriendo de parte del diputado provincial José Ángel Allende (PJ-Nogoyá) es preocupante e indignante. La funcionaria del gabinete de Gustavo Bordet acudió esta vez a denunciarlo al legislador oficialista, en virtud de lo sucedido la semana pasada, en un acto que el gobernador encabezó en el camping del Sindicato de Empleados de Comercio en Paraná.
La denuncia fue efectuada ante el fiscal de la Unidad de Violencia de Género y Abuso Sexual de Paraná, Leandro Dato. Allí, Velázquez contó que en el acto oficial estaba sentada en primera fila, junto a sus pares de Desarrollo Social, Laura Stratta, y de Gobierno, Rosario Romero.
Como contó NOTICIAUNO, indicó que en un momento se le acercó el diputado Allende y le manifestó: "No mires para otro lado. Che, saludame". Y le insistió: "Te estoy hablando". Velázquez lo saludó y el legislador y secretario general de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) le dijo, en dos oportunidades: "Cuándo nos vamos a sentar a arreglar vos y yo". Velázquez le respondió que “no tenía nada que arreglar” con él y Allende le respondió: "Por qué no te vas un poco a la mierda".
En ese momento, Romero le pidió un poco de calma al legislador y le señaló que no era el momento ni el lugar para instancias de ese tipo, tras lo cual se retiró del lugar.
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Velázquez relató, además, que ha venido sufriendo situaciones de violencia de parte de Allende desde el comienzo de su gestión y que, incluso, dijo que de ello pueden informar varios de sus allegados, según difundió el programa Cuestión de Fondo de canal 9.
Recordó ante el fiscal Dato que, en Casa de Gobierno, en su despacho, en el mes de abril, el diputado del PJ llegó una noche, a eso de las 20, y pidió hablar con ella. "Sonia son cinco minutos, no te vamos a robar más tiempo", le manifestó de entrada, acompañado de otra dirigente de UPCN y le acotó: "Lo de Diamante no da para más. Quiero que eches a la directora. Te ordeno que eches a la directora", enfatizó, en referencia a Noelia Trossero, a quien varios representantes del gremio estatal profirieron amenazas y ello derivó en un juicio que tendrá sentencia la semana próxima.
Velázquez le respondió a Allende que no había motivos para relevarla del cargo a la mencionada directora y que nadie le iba a exigir tal instancia, salvo el Gobernador. "Te lo ordeno", reiteró Allende. Veláquez le respondió: "Sólo me ordena el Gobernador".
De acuerdo a la denuncia de la ministra, Allende se enfureció y empezó a decirle "vos sabés quién soy", "no me atendés el teléfono" y "yo fui el presidente de la Cámara de Diputados". En esa reacción, Allende no dudó en criticar duramente la gestión en Salud, reprochar los nombramientos en el área y le lanzó una dura advertencia si “tocaba” a la coordinadora de Salud del departamento Nogoya. “Te prendemos fuego”, amenazó.
Velázquez dijo además, en su denuncia, que la conversación derivó en “agresiones verbales y amenazas”, por lo cual optó por levantarse y los invitó a retirarse del despacho, porque “en esos términos no podíamos seguir conversando".
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La ministra también denunció otro episodio en el Hospital San Blas de Nogoyá, el último 10 de octubre, cuando había concurrido a entregar aportes y una ambulancia. Reveló que Allende comenzó a proferir gritos cuando ella comenzó a decir unas palabras ante los presentes y empezó a moverse en el hospital en actitud intimidatoria. La alta funcionaria acotó, además, que si bien Allende no participó formalmente del acto, pese a que había sido invitado, decía todo el tiempo, a viva voz, que él no estaba allí “para hacer bulto”.
Velázquez le describió al fiscal que se sintió “una vez más, angustiada, porque era una actividad institucional importante para la comunidad de Nogoyá y Allende con su actitud molestaba e incomodaba a todos los presentes. Es más -dijo la ministra-, se quedó hasta el final del acto. Fue una situación desagradable para mí, los que me acompañaban y los presentes”, agregó.
La ministra aseguró también que “todo este hostigamiento, agresiones permanentes y pedidos por mi gestión fueron repetidos también por Allende - vía mensajes de texto y llamados-, los cuales he hecho saber a funcionarios que trabajan conmigo y, por ende, decidí bloquearlo aproximadamente en fecha 29 de agosto”.
“Soy consciente del significado de esta denuncia, pero este último hecho, el del miércoles, colmó todas las formas y actitudes que se pueden tener. Son intolerables, son degradantes y contradicen el espíritu con el que asumí la función. Las políticas en violencia de género constituyen una política que trabajamos y promovemos”, afirmó finalmente la funcionaria provincial.
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El juez de Garantías número 4, Mauricio Mayer, impuso medidas restrictivas al diputado Allende por un plazo de 90 días, bajo apercibimiento de que su incumplimiento podría dar lugar al inicio de una causa penal por el delito de desobediencia judicial.
Por ende, se le prohibió acercamiento a la ministra Velázquez en un radio inferior a los 200 metros de su vivienda y a cualquier lugar público o privado en que la misma se encuentre. Pero, a su vez, se le prohibió la realización de actos violentos, molestos o perturbadores tanto a la denunciante como a su grupo familiar, por sí o por interpósita persona y por cualquier medio.
Fuente: Análisis