Días después de pedir "más sensibilidad" a quienes gobiernan, la Iglesia, en la voz del responsable de la Comisión Arquidiocesana de Pastoral Social, presbítero Carlos Alberto Accaputo, consideró necesario "un nuevo pacto social" que incluya a los pobres y que "habilite una concertación económica, política y social fundada en un verdadero federalismo".
Durante su exposición en las XXI Jornadas de Pastoral Social de Buenos Aires, Accaputo aseveró: "Pacto no es corporativismo sino una invitación a construir en el marco democrático".
El sacerdote recordó que cada crisis dejó secuelas sociales en el país. Por eso, pidió que la sociedad se haga cargo de los pobres. "No son producto de la voluntad o el azar sino de las decisiones políticas y económicas que se fueron tomando", advirtió. Asimismo, llamó a "recuperar la historia, generar horizontes y salir del cortoplacismo".
Accaputo manifestó que anhela que haya una "rehabilitación de la política y una reconstitución de la clase dirigente que no llame la atención por hechos fraudulentos" e instó a "superar el individualismo y lograr una clase dirigente cercana al pueblo y reconciliada con la historia".
Del encuentro, que se realizó en el Auditorio Foetra (Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina), también participaron dirigentes políticos, sindicalistas, empresarios, académicos y eclesiásticos.
El cuatro veces gobernador de la provincia de La Pampa, Rubén Marín; el dirigente radical Ricardo Alfonsín; y el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, también hicieron sus aportes.
Además, se hicieron presentes el secretario general de la CGT, Héctor Daer; el senador y presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; y el economista Arnaldo Bocco, ex director el Banco Central y actual director del Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).
"Cuidemos la Casa Común. Construir un nuevo pacto social para el siglo XXI", fue el tema central de este espacio de formación, reflexión y diálogo, que cerró con la bendición del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli.
Fuente: Infobae