En la provincia de Buenos Aires, que gobierna la macrista María Eugenia Vidal, Cammbiemos y el peronismo de Sergio Massa resolvieron que una comisión bicameral decidirá en 60 días si en 2019 los bonaerenses votarán cargos provinciales y municipales separados de los comicios presidenciales.
Incluyendo las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y las boletas papel, organizar sus propios comicios le demandaría al principal distrito gobernado por Cambiemos al menos $2.789.800.000.
La estimación surge del cálculo de los $ 5.200 millones ejecutados en las legislativas 2017 (serían también dos votaciones ya que en la provincia no hay ballottage), más la inflación desde entonces (45%), dividido el porcentaje de los electores bonaerenses del total del padrón nacional (12.363.057 habilitados, un 37%). Es un aproximado en base a consultas entre expertos electorales.
A falta de recursos nacionales en una hipótesis de elecciones separadas, Vidal tendría que adquirir las urnas, los sobres, costear la logística para transportar los votos, la fiscalización, el conteo y, entre otras cosas, la impresión de las boletas. Todas facturas que hoy pagaría el Ministerio del Interior de Rogelio Frigerio. Igual las tendrá que pagar para un eventual operativo duplicado a nivel nacional: aún faltaría elegir legisladores nacionales y Presidente.
Aunque el “costo” no parece ser un tema para varios gobernadores oficialistas que, ante la caída de imagen presidencial, evalúan desdoblar en 2019.
El propio presidente de la Unión Cívica Radical y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, analiza hacerse cargo de $ 324.220.000 (4,3% del padrón nacional) y el jujeño Gerardo Morales de $ 120.640.000 (1,6%).
Fuente: Noticiauno