Chemes es ahora el Vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). En el conflicto entre el gobierno de Cristina Kirchner y el “campo”, fue un piquetero más –como su colega Alfredo De Ángeli- y un militante político anti K del partido de Lilita Carrió en Entre Ríos. Esos atributos lo llevaron al Congreso de la Nación como diputado en una lista donde fueron protagonistas los dirigentes rurales (Fue un acuerdo entre la UCR-Coalición Cívica- y otros).
Luego se su fugaz paso por el Congreso, Chemes continuó su labor gremial rural. Aunque siempre con estrechos vínculos con la alianza Cambiemos.
Ahora, cuando los sectores productivos muestran un estado desesperante -en particular el sector lácteo que representa- y los productores se funden cada día, el expiquetero y exlegislador se mostró distante del gobierno nacional y cuestionó las políticas para el sector.
Vale decir que el actual secretario de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, fue compañero de rutas y de "lucha" de Jorge Chemes.
En declaraciones radiales, el dirigente dijo que “se está generando un grave problema social, porque se están cerrando y achicando la mayoría de los tambos. Hay una mirada parcial y equivocada (del gobierno nacional) sobre la situación de los tamberos”,.
Un estudio de la entidad sostiene que la producción sigue trabajando a pérdida, con costos que superan al precio que paga la industria láctea por la materia prima, lo que transforma la actividad en desesperante.
“El desequilibrio en toda la cadena láctea, hace que el sector industrial y comercial, puedan ir ajustando sus números hacia arriba, a diferencia del productor quién no es formador de precio, sino tomador de los precios que define la industria”, manifestó el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas Jorge Chemes.
“El productor cobra entre 10 y 11 pesos, contra lo que vale la leche al consumidor que se está pagando hasta unos $50, y ni hablar de los productos derivados”, detalló.
Chemes dijo que “los eslabones ajustan sus precios de acuerdo a sus costos de producción entre ellos la carga impositiva, y el productor queda con todo el peso de los costos, sin poder ajustar los precios porque lo forman lo demás, como la industria y el supermercado”.
Esta situación lleva al quebranto del productor porque está fundido y el consumidor no puede pagar lo que vale la leche” expresó.
“Es una decisión política, donde se requiere intervención del Estado, llamando la atención cuando se produce en una cadena, el desequilibrio y la posición dominante de un sector, y así lograr una situación que sea equitativa para todos”, subrayó.
“El gobierno tiene una mirada imparcial y equivocada, porque cree que solo a través del desarrollo industrial se va a resolver el problema económico en la Argentina, entonces les importa poco si lo producido se realiza entre uno o cien tambos. Es una actitud egoísta que puede terminar muy mal”, adelantó Chemes.
“Cada vez que planteamos el problemas de rentabilidad, el titular de lechería, nos afirma que no se van a meter en un problema entre privados, defendiendo de esta manera a otros eslabones que por supuesto no es el de la producción”, afirmó.
“Hoy se siguen cerrando tambos, pero también muchísimos se reducen a la mitad”, finalizó.
Fuente: Noticiauno
