Productores, estancieros y dirigentes rurales se movilizaron al Túnel Subfluvial para manifestar su rechazo al fallo que restringe las fumigaciones en zonas cercanas a escuelas rurales para preservar la salud de las personas que allí asisten. Las distancias son de 3.000 y 1.000 metros de las escuelas rurales para realizar aspersiones aéreas y terrestres, respectivamente.
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El ingeniero agrónomo Héctor Tórtul, productor y asesor técnico de una acopiadora, explicó que pretenden “dejar planteada la inquietud por el fallo que establece que a 1.000 metros de las escuelas no se pueden hacer fumigaciones. Esto afecta a 300.000 hectáreas y a productores que viven cerca de estos establecimientos y que hoy se ven imposibilitados de realizar sus tareas”, publica Apf.
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“Pedimos un decreto de la provincia que NOS PERMITA HACER APLICACIONES A UNA DISTANCIA RAZONABLE. No hay nada que justifique hacer una prohibición de tanta distancia”.
Enseguida enfatizó: “Pensar que el campo es solamente soja y oligarquía es una equivocación tremenda. EL PRODUCTOR QUIERE HACER BIEN LAS COSAS".
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En un “plan de acción” anunciado, los defensores del glifosato solo exigen acciones “urgentes” al Estado.
Descaradamente siguen pidiendo soluciones que deberían implementar quienes no respetan ni distancias ni las inclemencias del tiempo y de manera insensible envenenan todo a su paso, con un solo fin, el rédito económico.
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EXIGEN al Estado: la emisión de un decreto aclaratorio de las distancias de aplicación alrededor de escuelas rurales. Un sistema de fiscalización provincial. Normalización del 100% de las maquinas aplicadoras. Un Programa de capacitación integral. Concientizar acerca de la importancia social y económica del sector agropecuario entrerriano, dentro de la estructura del Estado y el resto de la sociedad. Y, un programa de trabajo interministerial.
¿Qué van a hacer ellos?
Seguir envenenando.
Fuente: Noticiauno
