A nadie escapa que el escrutinio entrerriano dejó un sinsabor en el Frente de Todos, teniendo en cuenta que el triunfo en las PASO hacía suponer que esa diferencia se iba a ampliar el 27 de octubre.
El resultado a favor del macrismo -por mil votos- determinó que la campaña de Cambiemos obtuvo 80 mil sufragios más que en las primarias, aunque el Frente de Todos en Entre Ríos también mejoró su rendimiento, en menor medida, con 6 mil votos. Aquí está el centro de las hipótesis y rencillas partidarias que han desdibujado la magnitud del resonante triunfo del peronismo, en primera vuelta, contra el oficialismo de Macri.
Circularon mensajes de whatsapp, audios, algunas declaraciones mediáticas y rumores que se replicaban en los pasillos de la Casa Gris.
¿El resultado había vuelto a desatar la interna en el PJ?
Una parte del kirchnerismo sintió el golpe de perder una banca en el Senado nacional –que había ganado en las PASO-. Stefanía Cora, una militante de La Cámpora, fue superada en las elecciones generales por una dirigente radical sin peso político.
¿Alberto se molestó con Bordet por haber perdido votos en Entre Ríos?
En efecto, Alberto sacó menos votos que Macri en Entre Ríos, unos mil votos de diferencia para Juntos para el Cambio. Pero no debería ser motivo de enojos ni reproches, (Macri mejoró en todas las provincias) sobre todo cuando el repunte electoral de Cambiemos registró guarismos impensados en provincias de mayor relevancia en el plano nacional.
Buenos Aires es un claro ejemplo. En la “madre de las batallas”, como se denomina electoralmente el distrito que nuclea al 40 por ciento del electorado nacional, la recuperación del macrismo fue imponente. Macri obtuvo más de 1,3 millones de votos comparado con las PASO.
¿Podría Alberto enojarse con Kicillof?
No fue lo que se pudo apreciar la noche del triunfo de la fórmula Fernández – Fernández, con el flamante gobernador electo de Buenos Aires como orador junto a Cristina y Alberto.
Sin embargo, a pesar de la magnitud del repunte de Cambiemos de 1,3 millones de votos en esa provincia no hubo especulaciones, ni lectura de traiciones, ni mucho menos una interna inminente. Y está descartado algún enojo del futuro presidente con el flamante gobernador electo.
Es cierto que en Entre Ríos algunos sectores pretenden que el peso del resultado adverso sea absorbido por el Gobernador, más aún cuando Bordet había logrado un triunfo histórico en las elecciones provinciales superando el 58 por ciento de los votos contra un disminuido Cambiemos, que llevaba a Benedetti como candidato.
El folclore partidario, sobre todo en el peronismo, tiene tintes tan coloridos como sanguinarios; pero la realidad es que los argumentos que alimentan la inminente interna o la caída del volumen político de Bordet en el plano nacional –cuando fue la unidad entrerriana el leitmotiv del nacimiento del Frente de Todos-, podría determinarse como un efecto de los resabios –heridos del acuerdo- en una construcción de unidad que fortaleció al peronismo entrerriano frente al oficialismo nacional.
El resultado adverso para Alberto y Cristina –léase mejoras para Macri- en provincias determinantes para el resultado global, claramente tienen un sentido nacional. En las campañas de elecciones tan polarizadas como las que vivimos este año, más aún cuando se elige el presidente de la nación, tienen baja incidencia el armado y el contexto de cada distrito provincial.
En efecto, ni siquiera los candidatos a legisladores nacionales de cada fuerza tienen alguna incidencia. Ni Kueider, Cora, Casaretto ni Osuna fueron protagonistas de la discusión electoral. Tampoco De Ángeli y compañía. La gente no fue a votarlos a ellos.
Los ciudadanos eligen presidente, que arrastra a la lista de diputados y senadores nacionales. En todo caso, pudo verse un corte en contra de los candidatos a legisladores –tanto para el peronismo como el macrismo- que registraron casi 50 mil votos en blanco en la provincia.
La campaña se nacionalizó desde el comienzo. El resultado de las elecciones generales del 27 de octubre también. Eso explica, no solo la derrota –por mil votos- en Entre Ríos, sino la recuperación de Mauricio Macri en todo el país –incluso de casi un millón y medio de votos en provincia de Buenos Aires-.
El discurso del macrismo hizo movilizar al antiperonismo más reaccionario, que disgustado con las políticas del presidente, no participó en las primarias. La campaña del Frente de Todos fue funcional a ese discurso. Alberto dijo que era lo mismo que Cristina y eso movilizó a los antikirchneristas que se volcaron por Macri expectantes del falaz argumento de dar vuelta la elección. Aun así, el peronismo logró un elemento positivo: fidelizó su electorado y obtuvo casi un 50 por ciento de apoyo al PJ y a Cristina en todo el país.
Datos
Alberto no mantuvo su proyección de crecimiento y perdió votos en algunas provincias.
Entre Ríos aparece en el listado de las provincias donde Alberto sacó más votos que en las primarias.
Sin embargo, la importancia de la tendencia favorable a Macri para mejorar su elección primaria radica en los distritos determinantes en los que Cambiemos logró mayor cantidad de votos en octubre. Hay resultados que sorprenden.
Como adelantamos, Buenos Aires fue clave en la remontada. Mientras en las PASO, Macri obtuvo poco más de 2 millones de votos, en la general sacó casi 3 millones y medio de votos, una mejora de casi 1,5 millones.
En Códoba, donde Macri había ganado las PASO, obtuvo más de 370 mil votos extras en octubre.
En Santa Fe, donde Alberto había obtenido en agosto más votos que Macri, la recuperación del presidente en funciones fue significativa también. Juntos para el Cambio había logrado menos de 700 mil votos en agosto y sacó más de 930 mil en octubre. A pesar de la mejora del peronismo en 35 mil votos, el resultado fue ganador para Macri por 20 mil.
Salta, Jujuy, Buenos Aires, Chaco, Tucumán y Mendoza son las provincias donde Mauricio Macri obtuvo los mayores índices de recuperación con porcentajes positivos que van desde 40 al 80 por ciento comparado con lo registrado en las PASO.
Entre Ríos aparece entre las provincias en las que Alberto sacó más votos que en las PASO (+ 6 mil) y donde Macri obtuvo un porcentaje menor de mejoría en comparación con otras provincias (28%).
Estos datos son objetivos y muestran que, más allá de las especulaciones, el resultado entrerriano no escapa a la lógica nacional y además es de las de menor impacto negativo respecto del recupero macrista.
Efectivamente, se generó una situación de tensión interna que derivó en la elaboración de diversos comunicados –en exceso la última semana- de referentes del peronismo provincial para dejar en claro que la unidad está vigente y que no hay fisuras.
De este modo, Cambiemos disfrutaba como, a pesar de haber sido derrotados en primera vuelta, se desvió la atención y el peronismo no pudo valorar la victoria obtenida.
Ni Alberto está enojado con Bordet, ni Bordet tiene –por ahora- un desgaste de su enorme triunfo para la reelección –que asumirá el 10 de diciembre próximo-.
El peronismo es así, a veces indescifrable y en constante movimiento. Los vientos de tormenta que se agitaron desde afuera –Cambiemos- , solo sacudieron la modorra de dirigentes que deberán poner las barbas en remojo y asumir –autocrítica mediante- que los tiempos que vienen demandan sacrificios y estar a la altura de las circunstancias.
Fuente: NOTICIAUNO