Empleados de la municipalidad de Santa Elena fueron testigos de una salvaje agresión al encargado del área de Recolección de residuos del municipio, Carlos Martínez, por parte de dos sujetos –que revisten la calidad de contratados- y una empleada de planta del Municipio que es esposa de uno de ellos, contra quien ya se inició el sumario correspondiente. El hecho ocurrió en la puerta del obrador municipal, a plena luz del día, y en presencia de personal municipal que se encontraba en el lugar organizando las tareas de las cuadrillas municipales de ese día.
Por lo que relatan varios testigos del hecho, la propia víctima (que habló este lunes por primera vez desde que sufrió la agresión) y la esposa de Martínez, el feroz ataque aparentemente estuvo orquestado de antemano por los agresores -empleados contratados por la anterior gestión municipal- la esposa de uno de ellos que es empleada de planta permanente del municipio designada por el anterior gobierno local, y la madre de los sujetos que llamativamente fue el obrador municipal sin tener vinculación laboral alguna con el Municipio pero que, sugestivamente, luego de que sus hijos dejaran tendido a Martínez en el piso con gravísimas lesiones, se dirigió a la Policía a denunciar a la víctima por "violencia de género" (lo que habría desencadenado la reacción violenta de sus hijos, según su denuncia).
Los golpes y las patadas obligaron al traslado de Martínez –un jubilado municipal de 68 años de edad que volvió a prestar funciones el pasado 10 de diciembre- a un sanatorio privado de Paraná por la gravedad de las lesiones que presentaba.
La Fiscalía a cargo del fiscal Facundo Barbosa de La Paz –a quien se giraron las actuaciones- no ordenó medidas de restricción a los agresores, mientras la familia de Martínez (que tiene un hijo de 13 años de edad que quedó en Santa Elena) y los testigos del hecho, temen represalias de los violentos que evidentemente se mueven con total impunidad.
Fuentes locales confiaron a NOTICIAUNO que “hoy lunes, después de la salvaje golpiza, estaban los agresores de Martínez generando disturbios en la Municipalidad”.
Según información que pudo recabar este medio, Martínez “trabajó en el área Limpieza de la Municipalidad durante la anterior gestión de Daniel Rossi, siempre ha sido un buen empleado municipal y nunca participó en actividades políticas ni partidarias. Fue convocado por el intendente porque trabaja a la par del resto de los empleados y es una persona con mucha dedicación al trabajo. Cualquiera que visite Santa Elena puede dar cuenta del cambio que hubo en la recolección de residuos desde que está Martínez al frente del área”, aseguraron empleados que pidieron resguardar su identidad por temor a represalias de los atacantes.
La salvaje agresión
El viernes a las tres de la tarde en el obrador municipal (donde se concentran todos los empleados municipales de las diferentes áreas de Obras Públicas para planificar las tareas de las distintas cuadrillas que prestan servicios) aparecieron dos empleados contratados del Municipio (de los casi 700 que dejó la gestión Moreyra), Exequiel Berón y Cándido Sánchez (hermanos por parte de madre), acompañados por la mujer de uno de ellos –Lucía Sabo, empleada de planta permanente del Municipio designada por el exintendente Silvio Moreyra- y la madre de los hombres, que no tiene relación con el Municipio, increpando a Martínez y exigiéndole que les cambiara el horario de trabajo y les entregara las planillas donde firman la asistencia, planillas que manejaban a su antojo –según empleados municipales- durante la anterior gestión de Moreyra. De hecho, Cándido Sánchez, señalado como uno de los atacantes, era quien manejaba el área Limpieza en el gobierno de Moreyra.
Lo llaman a Martínez, quien inocentemente se dirige a la vereda, y allí comenzaron a atacarlo a golpes de puño y patadas entre Berón y Sánchez, relataron a NOTICIAUNO.
Llamativamente también se encontraba en el lugar del ataque la madre de estos hombres, que no es empleada del municipio.
Sin embargo, cuando Martínez quedó tendido en el piso, desfigurado y sangrando, la mujer -“Chela” Berón- rápidamente se dirigió a la policía –como en una actitud premeditada- a “denunciar que Martínez la había manoseado” lo que desencadenó la violenta reacción de sus hijos.
Los testimonios son coincidentes en afirmar que cuando uno de los empleados presentes quiso intervenir para frenar la tremenda paliza que le estaban dando a Martínez, uno de los agresores sacó un elemento punzante advirtiéndole que no se metiera.
La policía que llegó al lugar y trasladó a Martínez al hospital –luego fue derivado a Paraná- recabó los testimonios y elevó las actuaciones a la fiscalía a cargo de Facundo Barbosa.
Pese a la gravedad de las lesiones, al accionar temerario de los atacantes, y al testimonio inequívoco de quienes lo presenciaron, el fiscal aún no dictó ninguna medida de restricción hacia los agresores.
Es vóx pópuli en Santa Elena que "responden políticamente al exintendente Moreyra".
La familia tiene miedo. Los testigos tienen miedo, por el grado de impunidad con que se manejan.
“Este lunes andaban haciendo quilombo en la Municipalidad”, confirmaron a NOTICIAUNO fuentes locales confiables.
Martínez habla por primera vez después del ataque
La víctima, que aún permanece internado en un sanatorio privado de Paraná, brindó su primer testimonio después del ataque, a un sitio web local.
“Tuve un intercambio con un operario al que cité para cambiarle el horario. Entonces reaccionó mal y vino el hermano, la madre, la mujer. Me dijo el hermano si podía salir a la vereda y salí, porque yo no tengo nada contra él. Entonces la señora de él me largó una trompada. El que me agredió fue Cándido Sánchez. Y la señora es Sabo, pero ella no me pegó, me largó una trompada pero no me pegó. En ese momento me resbalé y en el suelo el marido me pegó una trompada en el ojo, me pegó una patada, me quebró la nariz, tengo fractura en la mandíbula. Después vino un hermano y me pegó una patada en la costilla. Yo no perdí el conocimiento”, relató Martínez, que no se explica la magnitud de la reacción violenta porque “le estaba informando un cambio de horario, no es para largarte (despedirte)”, le dijo a uno de sus atacantes.
Tal fue la gravedad de las lesiones que “vino el médico y me preguntó si las personas que me hicieron esto estaban detenidas”, agregó Martínez.
“Pienso que el fiscal de La Paz (en referencia a Barbosa) se lavó las manos porque no los ha metido presos hasta hoy”, cuestionó.
La esposa de Martínez (Margarita) reclamó la actuación urgente de la Fiscalía porque siente temor por su hijo de 13 años “que quedó en Santa Elena, mientras los agresores circulan libremente por la calle”.
Margarita afirmó que el ataque de toda la familia “fue premeditado”, ya que “no hay mujeres que trabajen en el área de Recolección de Residuos”, sin embargo los atacantes fueron acompañados por dos mujeres, una de las cuales luego denunció en la Policía un supuesto manoseo de Martínez que habría desencadenado la agresión.
La esposa de Martínez pidió al fiscal del caso “que se ponga las pilas y tome medidas”. Recordó que “nosotros estamos encerrados acá desde el viernes y ellos andan sueltos por Santa Elena”.
“No le digo al fiscal lo que tiene que hacer, sólo actúo como mamá –de un menor de 13 años- y como esposa de la víctima”, finalizó.
Fuente: Noticiauno