Luego de la publicación de NOTICIAUNO que reveló que el jurado de un concurso convocado por la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) emitió un dictamen inédito en un ámbito universitario por los términos “discriminatorios” y “agraviantes” que utiliza contra una de las aspirantes –y que constan por escrito-, la Facultad elaboró un “comunicado institucional” que representa la frutilla del postre: ya no un jurado, sino la propia Facultad de Humanidades IGNORÓ LA DISCRIMINACIÓN, revictimizando de ese modo, a la docente agraviada.
El texto enviado a este medio desde la facultad afirma que “el trámite cumplió el procedimiento vigente”, siendo que en ningún momento se cuestionó el trámite sino LA DISCRIMINACIÓN que figura en el dictamen, a la que no hacen referencia en ningún momento. Miran, intencionalmente, para otro lado.
En efecto, el comunicado NO CONTIENE UNA SOLA MENCIÓN A LA DISCRIMINACIÓN DENUNCIADA.
La Facultad de Humanidades, a cargo de la decana María Gracia, se limita a señalar que el concurso tramitó de acuerdo a la normativa, ignorando que NO SE CUESTIONA EL TRÁMITE DEL CONCURSO, SE ESTÁ DENUNCIANDO UNA GRAVÍSIMA VIOLACIÓN DE DERECHOS QUE TUVO LUGAR DURANTE EL TRÁMITE DEL CONCURSO.
Por si esto fuera poco, desde la Facultad dijeron que en este momento, el mismo jurado que discriminó a la docente, deberá “ampliar” su dictamen.
Una burla a los derechos burlados. Pues sería como preguntarle al jurado: ¿Qué quisieron decir cuando discriminaron a la aspirante?
Es inaceptable que la Facultad no repudie ya mismo lo sucedido. Basta con leer el dictamen para darse cuenta de la actuación discriminatoria del jurado.
El mismo comunicado aclara que “es importante destacar que el proceso de Concursos se rige por las normativas institucionales vigentes” y que “se han cumplimentado cada uno de los pasos pertinentes”.
De ese modo, la Facultad intenta desviar la discusión, relativizando una vez más el gravísimo acto discriminatorio. No se cuestiona el trámite del concurso, se está denunciando la violación de derechos que tuvo lugar durante el trámite del concurso.
Es decir que en vez de tomar cartas en el asunto y condenar enfáticamente cualquier acto de discriminación en el ámbito académico, que debería ser ejemplo de conducta y respeto a los derechos individuales, desde la decana, María Gracia, para abajo, todos miran para el costado.
La Comisión de Asuntos Legales de la Facultad, que entiende en la impugnación presentada por la docente, también guardó silencio. En vez de REPROCHAR el accionar del jurado en el punto de la discriminación, solo resolvió que ese mismo jurado tome su propio dictamen “para ampliar y aclarar los puntos observados por la docente”.
¿La Comisión de Asuntos “Legales”, no conoce las leyes contra la discriminación?
La actitud pasiva e indolente de la Facultad de Humanidades frente a un acto de discriminación producido en su seno, no hace más que revictimizar a la docente agraviada.
Especialistas señalan que la revictimización se produce cuando “la persona maltratada vuelve a experimentar el papel de víctima fruto de revivir los momentos dolorosos y emociones asociadas a su experiencia traumática inicial en repetidas ocasiones, fomentado por instituciones o profesionales de los cuales el perjudicado normalmente espera ayuda, comprensión y apoyo, por lo cual, estaría siendo el blanco de una negligencia del sistema y del inadecuado abordaje que se hace en estos casos”.
Y agregan como conclusión que “la revictimización genera fuertes impactos psicosociales porque remueven las situaciones traumáticas generadas por la violación de la dignidad y de derechos, así como un atentado a la reputación y el honor de la persona”.
Fuente: NOTICIAUNO