Intendente y sus funcionarios violaron la cuarentena recorriendo la ciudad en un “chanchomóvil”

El intendente de Bovril, Fabián Valenzuela (Cambiemos), fue protagonista –otra vez- de un escandaloso hecho, ahora en medio de la pandemia de coronavirus.

El jefe comunal de la pequeña localidad del departamento La Paz (que registra 1 caso confirmado de coronavirus), junto con su viceintendente  José Gillig, y el concejal Raúl Kuhn de la misma fuerza política, rompieron la cuarentena este domingo al pasearse por todo el pueblo en una camioneta en la que montaron un show musical en vivo.

En medio de la pandemia, sin guantes ni barbijos ni distanciamiento social, Valenzuela se paseó en el vehículo al que él mismo denominó “chanchomóvil”: la camioneta arriba de la cual iban asando un lechón –aunque parezca increíble- que luego entregaron a vecinos ganadores de una supuesta rifa.

La Municipalidad de Bovril insólitamente anunció el festejo en su página oficial en redes sociales, para rematar la violación al decreto de aislamiento social preventivo y obligatorio dictado por el gobierno nacional, al cual adhirió la provincia de Entre Ríos.

Según quedó registrado en las filmaciones que se viralizaron, Valenzuela, Gillig y Kuhn visitaron a vecinos de toda la ciudad en el “chanchomóvil”, cantaron y regalaron el lechón cocinado en la camioneta con la que recorrieron el pueblo.

Valenzuela –el mismo que fue denunciado por cobrar un sueldo de más de 300 mil pesos- agradeció en un video “el enorme trabajo de este equipo en este gesto simbólico de sortear a través de Facebook este lechón”.

Según el propio comunicado municipal, el concejal Raúl Kuhn fue el encargado de “interpretar diversas melodías” a los vecinos en un acordeón “por el sólo hecho de cumplir” con el aislamiento social preventivo y obligatorio, que los funcionarios municipales estaban violando. El incumplimiento fue su mejor forma de premiar el cumplimiento. Insólito.

También en las fotos oficiales se lo ve al intendente cantando con un micrófono desde la ventana de un vecino.

Pese a lo sucedido, y mientras los sectores productivos, las empresas, comercios y profesionales de toda la provincia están totalmente parados, justamente en cumplimiento de la cuarentena sanitaria, la titular de la cartera que debería controlar este tipo de excesos –de funcionarios públicos- con máximo rigor, se mostró bastante “laxa” en la conferencia de prensa de este lunes, cuando un periodista la consultó por el hecho de Bovril.

Mientras el gobierno provincial elabora un protocolo que presentará a la Nación para que puedan liberarse una serie de actividades económicas con máximo control, la ministra de Gobierno y Justicia, Rosario Romero, responsable de su cumplimiento, lejos de anunciar una inmediata denuncia y exigir severidad a la justicia por lo que hicieron funcionarios públicos de Bovril, no le dio mayor importancia a lo sucedido.

La ministra, al borde de la risa, se limitó a decir que la policía provincial “hará la advertencia correspondiente” ya que “no se pueden hacer” este tipo de actividades.

Un mal ejemplo. Una patada para la sociedad que cumple.

Fuente: Noticiauno